Aquella era la casa de sus sueños y el hombre que salía caminando a su lado era el hombre en el que ella había pensado durante más de diez largo años.
Ella seguía radiante como siempre y yo viviendo una vida miserable sin ella todos estos últimos meses.
Había investigado y contratado a Brandon Keller para que fuese mi asesor financiero, pero ese no era el único motivo. Mi propósito era ligar sus caminos con los de María, como tuvo que haber pasado cuando estaban todavía en la adolescencia.
Pero durante mi investigación pude ver que Brandon no era un simple asesor financiero, había trabajado con varios grupos de tráfico de sustancias como su asesor financiero y resulta que era muy muy bueno en eso, por lo que su trabajo conmigo no era sólo una fachada.
Él sabía lo que hacía.
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