El esposo que no amo

Capítulo 3-Muchos años antes

Muchos años antes…

—¡Espérame Bran !—grité mientras corría tras ellos.

—¡Corre o nos atrapará el profesor !—Veía la espalda de Bran alejarse delante de mí mientras sostenía la mano de Lara. Corríamos hacia la salida de la escuela antes de que las puertas se cerraran, ese día íbamos a saltarnos las clases, como muchos otros días.

Al final los pude alcanzar y los tres nos escabullimos fuera de allí. La mochila me pesaba por todos los libros que llevaba, y la carrera que había hecho antes para salir me había dejado exhausta.

—¿Podemos parar un poco ? Necesito respirar, estoy cansada.—les dije.

—No sé porque ella ha venido también.—yo tampoco sabía porqué Bran me invitaba si ya traía a Lara.—Si nunca hace nada, solo se queda ahí mirándonos. Me asusta un poco, es muy rara.—Miré al suelo para ocultar mi cara de enojo. La pregunta era por qué venía ella, cuando antes solo éramos Bran y yo, ella era la que sobraba.

¡Ella estaba demás, no yo!

—María siempre viene conmigo a todos lados, me gusta estar con ella. Y ella estaba primero que tú. —sonreí victoriosa al escuchar a Bran defenderme.

—Es tu culpa que ella no tenga más amigos, las chicas de la escuela la odian y a los chicos les parece muy rara. Debes ayudarla a integrarse por lo menos este último año. Se está perdiendo toda la diversión del último año y nunca ha tenido novio. Todo en la vida no es ser inteligente y sacar las mejores notas. Cuando estes en la universidad vas a seguir siendo un bicho raro. Es mejor que cambies ahora.

—Ya cállate Lara, María no irá a la universidad y siempre se quedará a mi lado. Tampoco necesita un novio.

—Pero si es la chica más lista de la escuela. Irá a la mejor universidad y tú no.

—Mejor vayámonos antes de que nos vea algún profesor. ¿Trajiste la otra ropa que te dije anoche ?

—Sí,¿donde podemos cambiarnos?—No era la primera vez que hacíamos esto. De vez en cuando Bran me invitaba a escaparme de la escuela, y me gustaba, lo malo era que ahora teníamos a otra inquilina y nuestros lugares habían cambiado drásticamente. ¿Por qué tuvieron que hacerse novios ?

Nos fuimos hasta un supermercado que había a unas cuadras de la escuela y allí nos cambiamos de ropa. No sería bueno si caminábamos en horas de clase con el uniforme por todo el pueblo. Lara se maquilló pareciendo una chica más adulta y yo solo pude pintar mis ojos con delineador acentuando mis ojeras y haciendo mi rostro más feo y demacrado. Pero al menos parecía alguien con más edad.

—Quiero ir allí otra vez, Bran. —dijo Lara con voz melosa, esa vocesita suya era algo que me irritaba, sobre todo cuando la usaba para convencer a Bran de algo. Se sujetaba al brazo de Bran como si no pudiera caminar. —¿Podemos volver allí ? Me sentí muy bien la última vez.

—Si eso es que lo quieres, vayamos allí.

¿Por qué allí ? Ese era un lugar horrible, lleno de personas fumando y bebiendo, muchos se drogaban y otros incluso mantenían relaciones sexuales casi frente a todos. Era un desastre y me daba un poco de miedo, no me parecía nada seguro.

Pasamos primero a dejar nuestras mochilas en unos casilleros de p**o, después nos fuimos hasta El Mechero, como todos le llamaban al lugar.

El lugar estaba lleno, como de costumbre. No importaba la hora, parecía como si aquellas personas vivieran allí. El de la puerta nos dejó entrar, él y Bran se conocían muy bien.

Nos sentamos en unas de las pocas mesas que aún quedaban vacías, Bran fue por unas bebidas y también regresó con unos cigarros.

—Iremos de a poco .—Le dijo a Lara, quien esperaba algo más fuerte que un simple cigarro común con algo de nada.—No quiero tener que cargarlas a las dos hasta la casa.

Nos encendió los cigarros y empezamos a fumar. No me gustaba fumar, también sabía lo que eso tendría dentro, pero el humo llegaría a mi sistema aunque no quisiera, todo el mundo dentro de aquel lugar fumaba sin parar, allí solo se respiraba el humo. No marcaba ninguna diferencia que decidieras no fumar. Por algo se llamaba El Mechero.

Bran siguió trayendo más rondas de cervezas y cigarros, aunque el último que había traído se sentía un poco diferente. Le di unas pocas caladas y luego lo apagué. No me gustaba, y no me haría sentir bien, estaba más fuerte que el primero.

Él y Lara empezaron a besuquearse intensamente haciéndome sentir incómoda. Ella se sentó de frente sobre él , las manos de Bran tocaban todo su cuerpo mientras ella se restregaba sobre su entrepierna. No era como si alguien, además de mi, prestara atención a lo que ellos hacían.

¿Por qué tenía que ser esto ? ¿A que había venido si sabía que esto era lo que iba a pasar?

Me entraron unas ganas enormes de orinar, pero no podía ir sola al baño, era peligroso hacerlo .

—Lara, acompáñame al baño, por favor. —toqué su hombro para llamar su atención. —Lara, vamos juntas al baño.—le repetí, como si no me escuchó la primera vez; dejó de besarlo por un momento solo para darme una horrible mirada.

Sabía que no vendría.

Bran tampoco me hizo caso.

Cuando me puse de pie, la cabeza me daba vueltas, todo a mi alrededor empezó a girar, me agarré de las personas más cercana y después me pegué a la pared. Así fue como pude llegar al baño después de varios intentos, pero cuando estuve allí había una cola para poder entrar. Esperé unos minutos pegada a la pared hasta que llegó mi turno.

Lo que sea que fumé la última vez, era muy fuerte y me tenía un colocada, quizás más que un poco.

Salí lo más pronto posible de aquel sucio y asqueroso baño lleno de todo tipo de porquerías, tenía mucha sed, necesitaba beber agua.

Alguien me tomó de la mano y me llevo a una mesa. Más bien me arrastró hasta su mesa sin mucho tiempo a yo poder resistirme o hacer algo al respecto.

—¿Quién eres?—le pregunté a aquel desconocido que me había arrastrado hasta donde él estaba sentado. Rápidamente intenté ponerme de pie pero sujetó mi mano, devolviéndome a la dura silla.

—Solo quédate unos minutos, tengo bebidas, hay mucho alcohol, pediré lo que desees, también tengo otras cosas. ¿Quieres un porro ? Tengo varios. ¿Te gusta la m*******a ?

—No quiero nada, suelte mi mano. He venido con unos amigos.—dije, para que me dejara ir, que supiera que no estaba sola.

—Lo sé, te vi desde que llegaste, fue fácil que captaras mi atención, pero creo que tus amigos están un poco entretenidos.—señaló hacia allí, donde Bran y Lara ni cuenta se daban de que yo no estaba allí. Podría desaparecer y no notarían mi ausencia por un rato muy largo.

—¡Suéltame !— miré a los alrededores a ver si veía la cara de Bran o de Lara pero la mesa estaba a mi alcance más no permitía que ellos me vieran a mí y de todos modos ellos no me iban a ver, estaban concentrados en lo suyo. Las manos de aquel hombre me llevaron más cerca de él, subió una pierna sobre la mía impidiendo que yo saliera, aunque tampoco tenía muchas fuerzas para hacerlo, me obligaba a concentrarme pero me sentía muy mareada. Su mano fría estaba debajo de mi blusa e iba camino a deslizarse dentro de mi sujetador. —¡No ! —le empujé la cara con las pocas fuerzas que tenía, quise tomar una botella de la mesa para pegarle en la cabeza pero solo logré que las bebidas se nos derramaran encima. Haló mi cabello y comenzó a besarme, mordió mi cuello mientras manoseaba mis senos.—Por favor, déjame ir. ¡Suéltame! ¡Suéltame!

La botella que se rompía sobre su cabeza esparcía los vidrios por todos lados y el chorro de líquido bajaba por toda su cara. Bran rompió otra botella sobre él y tomó mi mano para sacarme de allí. Lara tomó el vaso que tenía en la mano y le tiró el líquido encima. Casi nadie se dio cuenta de lo que pasaba y los que si, continuaron rápidamente a lo suyo.

Por un momento pensé lo peor, que nadie me ayudaría.

Salimos de allí como pudimos, Bran y Lara estaban borrachos y yo al parecer estaba drogada.

Aquella fue la última vez que fuimos aquel lugar y luego del incidente nadie comentó nada al respecto. Pero cuando Bran y yo nos mirábamos sabíamos que ninguno había olvidado lo sucedido.

Semanas después Lara y Bran terminaron su relación y nuestra amistad casi volvió a la normalidad.