Me sentía un poco angustiada, no entendía porqué.
¿Por que teníamos que quedarnos todos en el mismo hotel ? ¿No era un poco raro siendo personas que llevábamos años sin vernos ? Tal vez todos los demás se habían mantenido en contacto. Menos yo. Estaba un poco desanimada, me había tocado la habitación 4E y al parecer estábamos todos ubicados en el mismo piso. Aunque mi vuelo había llegado con tiempo, el taxi se había retrasado mucho y ahora que estaba en el hotel y me había acomodado en mi habitación , todavía no había visto ninguna cara conocida por el lugar . ¿Cuál era el nombre de la chica que estaba organizando todo ? No lo recordaba .
Nuestro primer encuentro se suponía que sería en nuestra antigua escuela. Allí se encontrarían los que habían decidido asistir.
Tomé una ducha y me cambié, el clima aquí estaba muy fresco.
Cuando salí del hotel todo me empezó a parecer muy familiar. Decidí irme caminando a la escuela para volver a recorrer las calles que tantas veces transité, de todos modos ya iba con retraso. Lo cierto es que me traía un poco de nostalgia. Aunque no era un camino con hermosas vistas ni con nada espectacular que ver, era el camino que durante años Bran y yo recorrimos juntos hacia nuestra escuela.
—Hola .—Me habló una voz desconocida desde detrás de mi. Me giré a ver quien era. Un hombre alto y de cabellera muy rubia avanzaba hacia mi, llevaba las manos en los bolsillos del pantalón y tenía mucho estilo al caminar, se acercaba de forma sosegada como si fuera por una pasarela . Por la forma en que iba vestido y lo guapo que era se podría decir que este hombre era un modelo de alguna portada importante .—Creo que vamos al mismo lugar. —su manera de hablar también me resultaba un poco sosa.
—¿Qué? —Me quedé un poco embobada por su aspecto, pero también intentando recordar si había visto esa cara antes. Se me hacía ligeramente parecido a alguien, aunque no sabía a quien exactamente .
—Me refiero a la escuela. ¿No vas allí también ?
—Sí, me dirijo a la reunión de los antiguos estudiantes.
—Bien, pues vayamos juntos, si no te importa. ¿Eres acompañante o también estudiaste con nosotros ? No me suena tu cara.—nos miramos mientras cada uno examinaba la cara del otro. —Espera... Te recuerdo, has cambiado mucho pero esa mirada perdida sigue siendo igual que la de en ese entonces .
—¿Mirada perdida ? ¿A qué te refieres ?—¿Cómo que mirada perdida ? Mi mirada era muy alegre ¡Yo era muy alegre ! Aunque solo lo era en la escuela cuando estaba con Bran.
—Eres María, la chica que solo hablaba con Brandon.
—Esa soy yo.—dije una poco avergonzada por la forma en la que eso sonaba. Ya empezaba a ver cómo todos me recordaban, solo de esa manera. Supongo que me lo gané a pulso.—No me acuerdo de tu cara. Lo siento.
—Desde luego que no. Soy Daniel, era el más joven de la clase, aunque hablamos un par de veces, de hecho creo en una clase estábamos en el mismo grupo de estudio.
—Lo siento, no me acuerdo.
—No importa. No esperaba que lo hicieras.—Los dos nos quedamos en silencio mientras caminábamos a la escuela.
Al llegar allí nos encontramos con un salón lleno de personas y un ruido enorme, entre las risas, la música y todos hablando a la misma vez.
Se notaba que había mucho alcohol en el ambiente. Por lo menos ya éramos adultos.
Daniel me dio una mirada de despedida y luego se perdió entre todas esas personas. Me acerqué a la mesa donde estaban las bebidas y tomé una. Había una chica que las iba reponiendo.
—Bienvenida, yo soy Isabel. ¿Estabas en nuestra clase ?—¿por qué otra razón vendría aquí de no ser así?
—Sí, he venido por la reunión. Mi nombre es María.
—¡Claro que eres María! Déjame presentarte algunos chicos, todos hemos cambiado mucho y los que no estaban en contacto no podrán reconocer algunas caras. Ven conmigo. —Isabel tomó mi mano y me llevó hasta un grupo de chicos y chicas que justo en ese momento estaban haciendo un brindis, todos con un vaso de cerveza en la mano. —¡Chicos! —Isabel gritó para llamar la atención de los demás. En un segundo todos prestaban atención a nosotras dos.—María ha llegado.
Todos guardaron silencio y giraron sus cabezas a la vez hacia un chico que estaba al fondo. Este soltó su vaso y vino corriendo hasta mi, cuando estuvo muy cerca me abrazó y luego me levantó y giró conmigo.
—¡María!—Mi corazón latía con demasiadas fuerzas, todos nos miraban y yo estaba demasiado avergonzada como para emitir ningún sonido. Brandon me sostenía en brazos mientras las miradas se posaban sobre nosotros.
—¡María! ¡María! ¡María! —todos gritaban mi nombre.
—¿Bran ? — Me sentía un poco confundida, pero ese era Bran. Eran sus ojos, era su sonrisa y eran sus manos las que me sostenían y me elevaban hasta sentir que volaba .
—Ha pasado mucho tiempo, María. ¡Te he estado esperando por horas!—Después de unos minutos todos olvidaron que estábamos allí, nosotros estábamos perdidos en la mirada del otro. Sus enormes ojos querían decirme algo. ¿Me culpaban ? ¿Me reclamaban ? ¿Me extrañaban ? —Me alegro mucho de verte. ¿Quieres sentarte ? Has dejado crecer tu pelo, se te ve un poco raro. ¿Cuándo te crecieron tanto los pechos ? Tu tez está muy pálida. ¿Donde has estado viviendo ? ¿Cómo estas ?—eran demasiadas preguntas las que me hacía y yo también tenía muchas para hacerle.
—Tú también estás cambiado.—sentía como si éramos los únicos en aquella habitación, todo el bullicio había desaparecido y mi mente solo se concentraba en el, en Bran. —Esas son muchas preguntas por responder.
—¿Eso es todo lo que vas a decir ? Solo he venido a esto por ti, quería ver tu rostro de nuevo. Estaba tan nervioso, no sabía si tú vendrías también .
Yo también estaba demasiado nerviosa, pero también estaba muy feliz.
—Lo siento. —Le debía una disculpa y era así como debí empezar la conversación. Tal vez él lo había pasado tan mal como yo. —No debí marcharme de esa manera.
—Tampoco debiste cortar el contacto conmigo. Ni si quiera debiste marcharte.
—Estaba muy confundida, tenía miedo de lo que podrías pensar. Entiende, todo fue muy difícil para mi.
—Para mi siempre fue más importante conservar nuestra amistad, pero vi que no pensabas lo mismo.—quedaba claro que yo fui quien arruinó todo
—No es así, creí que después de eso ya no quedaba nada de nuestra amistad. Yo lo había arruinado todo. Lo sabes.
—-Nada estaba arruinado, ni siquiera me diste la oportunidad de decirte lo que yo pensaba. Tampoco pude despedirme como era debido.
—Porque sabía lo que pensabas y si decías otra cosa, y lo harías para no lastimarme, solo iba a terminar acabando conmigo. La lástima nunca fue una opción.
—¿Lástima ? Entonces no tengo más que agregar a esto. Tú no sabes lo que yo pensaba o lo que yo sentía, pero estás hablando como si antes sabías todo de mi. Cualquier persona en esta habitación podría decirte cuáles eran mis sentimientos hacia ti. Más que mi amiga, eras mi compañera, mi aliada; la persona que siempre estaba a mi lado. ¿Ves aquel que está allí hablando con Sofia ?
—Si, nos encontramos en el camino hacia acá.—respondí.
—Ese es Daniel, una vez me pidió que te entregara una carta pero yo nunca lo hice, no quería que más nadie se acercara a ti. ¿Te acuerdas de Steve ?
—No lo recuerdo. - dije, ahora más nerviosa que antes, a medida que él seguía hablando.
—El presidente de la clase. Me dijo que te iba a invitar al baile, yo se lo prohibí. Y puedo decirte un montón de nombres más de otras clases que intentaron algo contigo. Yo sabía que nuestra amistad era mucho más importante, pero me daba rabia pensar que alguien más podría estar a tu lado, que me dejarías de lado para tener una relación. Tú no sabes lo que yo pensaba ni tampoco me diste la oportunidad de decírtelo.
¿Entonces él…? ¿Él también sentía lo mismo que yo?
—Bran yo...—Me sentía muy confundida. ¿Qué era realmente lo que me acaba de confirmar Bran ?
—Han pasado mucho años. Vamos a conocer a todos los demás. —Yo estaba en shock, su mano me guiaba hasta el grupo donde él estaba recientemente. Poco a poco algunas caras empezaron a parecerme conocidas. Nos sentamos en un sofá junto a los demás. Su mano aún sujetaba la mia, yo permanecía un poco tensa mirando siempre hacia el frente. ¿Como era posible que en ese entonces yo también le gustara a Bran ? ¿Por qué ese día fui tan estupida y no le di la oportunidad de responder ? ¿Por qué huí de esa manera ? Me sentía como una completa idiota. —Tu bebida se ha calentado, vamos por otra.
—María ¿Me recuerdas ? Soy Lara, yo era la novia de Bran, una de ellas.—me dijo una mujer que se acercó a nosotros.
—Claro que me acuerdo de ti. - Como olvidarla , me había hecho la vida imposible por más de seis meses y cuando ellos dos terminaron, todo simplemente empeoró.— Mucho tiempo ha pasado Lara.
—Ya regreso. —Bran se fue a buscarme otra bebida y me dejó allí de pie parada junto a Lara, era un momento muy incómodo. No teníamos nada en común, nunca fuimos amigas.
De saber que Bran se iba a volver aún más apuesto de lo que era antes, no lo hubiera dejado escapar. Nadie podía pensar que eso era posible. Estas muy bella, debo disculparme por lo infantil que me porté contigo. Lo siento, espero no haberte hecho mucho daño.
Esa disculpa me tomó con la guardia baja. No me lo esperaba.
—No te preocupes, ni si quiera recuerdo muy bien lo que pasó. —Claro que me acordaba de todo. Pero sentía que su disculpa era sincera y no quería hacerla sentir mal.—¿Cómo has estado? Tú también te ves muy bella, aunque siempre lo fuiste.
—No puedo quejarme del curso que ha tomado mi vida hasta ahora . Me he casado y tengo una niña de tres años. Mira, aquí tengo una foto de ella. —sacó su celular y me mostró la foto de su hija.—Se llama Carla.
—Es hermosa, Lara. Y se parece mucho a ti. —Bran llegó y me entregó la bebida, en su mano también traía una para el.
—Vamos, quiero mostrarte algo. —Todavía tenía la costumbre de arrastrarme de un lado a otro junto a él. Caminamos un poco por el pasillo hasta que vimos una puerta que daba al interior de la escuela. —¿Te estaba molestando ?
—No, solo se disculpaba.
—¿Recuerdas este lugar ?—Estábamos frente a una fuente abandonada que había en una esquina del patio, justo después de la cancha.
—Desde luego, era nuestro lugar favorito.—habíamos grabado nuestro nombre dentro de la fuente, y aún seguía allí, como si el tiempo no hubiera pasado para ellos .—Amigos por siempre.
—Amigos por siempre.—Su mano apretó la mia y me giró haciéndome quedar frente a él. Las lágrimas que salían de sus ojos brillaban en aquella oscuridad. —Siempre pensé que sería para siempre. Estoy muy feliz de volverte a ver, tanto que no soy capaz de soltar tu mano, María. Han sido unos años muy largo, pero aquí estamos, en el lugar donde todo comenzó, lo que nunca debió terminar. Tenía que ser para siempre.