Pasé mis pulgares por sus pezones, los acuné en mis manos y finalmente los metí en mi boca, disfrutando de su suave piel, de la textura del pezon y de cada chupada que le daba, haciendo que María se agarrara a mi espalda. Fui bajando por su vientre y después me agaché frente a ella, quité la falda que recién había subido y me enfoqué en aquella parte. Llevaba una ropa interior de encaje n***o, su trasero quedaba al aire mientras la tela se sumergía en el, lo fui bajando de a poco, notando como ella se estremecía con cada roce. No tenía la más mínima duda de que ella me había esperado todos estos meses, al igual que yo a ella. Ella levantó las piernas y yo terminé de quitárselo, sólo faltaba su calzado. Desabroché el cierre de estos y levanté sus pies para sacarlos. Ahora estaba completa