Diez minutos antes que la alarma matutina de su celular suene, la mujer estira la mano, desbloquea su celular y le toma una foto a su hija quien se ve tan hermosa dormida a su lado.
Apartando con cuidado las frazadas y sabanas para levantarse con el mayor cuidado de la cama, la mujer se dirige a su baño para darse una rapida ducha, despues cambiarse a ropa comoda para realizar todas las actividades que tiene planeadas ese dia.
Mientras esta preparando el desayuno para su hija, la chica aparece en la cocina frotando su ojos antes de cubrir su bostezo con una mano.
"Oh mi niña estás despierta, pensaba dejarte dormir un poco más, estaba preparando tu desayuno para que comieras despues."
Comenta la mujer besando la mejilla de su adormilada hija antes de darle un abrazo.
"Gracias mami, no quería despertarme tan tarde pero estaba tan cansada del viaje además dormí tan bien a tu lado."
Declara la chica sentándose en una de las sillas de la pequeña mesita que se encuentra en la cocina.
"Mi amor es normal que estuvieras cansada por el viaje, ya que estás aquí desayunemos tranquilas antes que vaya con los gordos barbas rojas."
La chica asiente y agradece el desayuno que consiste en un par de huevos estrellados, tocino, pan tostado, fruta cortada, jugo de naranja y café caliente bien cargado, mientras comen charlan un poco.
"Entonces, ya terminaste de limpiar el comedor, la cocina y el patio delantero, verdad mami?"
Cuestiona la chica despues de beber una buena cantidad de jugo.
"No mi amor, solo recogí y saqué la basura, además el jardinero por fin cortó el pasto exageradamente crecido, Evan me ayudó a recoger la basura del patio delantero."
Corrige la mujer pues si bien ya no hay basura y el piso se ve limpio, los muebles, el refrigerador y la pobre estufa gritan por una limpieza profunda con urgencia.
"Hoy seguiré limpiando la cocina, en especial los electrodomésticos y la gran sala."
Asegura la mujer suspirando porque si el piso del comedor estaba lleno de basura regada, la sala está el doble de sucia y que decir del refrigerador.
Ayer tuvo la mala suerte de abrirlo y cerrarlo casi de inmediato por temor a que algun moho tóxico se esparciera por la casa, asesinando a todo el mundo a su paso.
"Te ayudaré a limpiar, no tienes porque hacerlo sola."
Sonriendo mientras da sorbos a su café caliente, la mujer se siente agradecida por tener una niña tan considerada y estaba a punto de responderle cuando el celular de la chica suena debido a una notificación.
"Es del gigante!"
Comenta emocionada la chica haciendo sonreír aún más a la mujer quien mira a su hija teclear con suma rapidez antes de decirle emocionada.
"Mami, el gigante amable me invita a ir al centro comercial y despues a ver una película!"
"Puedo ir?"
Mirando la cara entusiasmada de su niña, la mujer contesta con rapidez.
"No."
Y se ríe por la cara de decepción de la chica quien golpea juguetonamente el brazo de su mamá.
"Claro que puedes ir mi niña, diviértete, lo mereces, ambos lo merecen."
Responde la mujer despues de reirse por el golpe inofensivo de la chica.
"Eres mala mami, pero te amo, iré a ducharme, cambiarme y arreglarme!"
"Él vendra por mi en una hora!"
Levantando sus platos sucios para lavarlos la chica comenta antes de correr a su habitación, la mujer termina su café, lava su taza y sonríe porque los tortolitos se quieren mucho y son tan tiernos!
"Mi niña tengo que irme, te diviertes mucho y me envías mensaje para avisarme que llegaron al centro comercial y a que hora vuelven!"
Grita la mujer desde la puerta, tras escuchar el "esta bien" de su niña quien se está duchando, toma sus llaves, la mascarilla sanitaria que usará ese día y un par de guantes largos para la labor que enfrentará.
-Buenos dias-
Saluda emocionado Evan cuando abre la puerta para dejar entrar a la mujer.
"Hola pequeño, pasaste buena noche?"
"Tu padre y tío no te molestaron?"
Pregunta la mujer pues conoce lo odiosos y regañones que son los pelirrojos greñudos, quienes bajan las escaleras en ese momento.
"Se portaron bien con Evan anoche?"
Cuestiona directamente la mujer a los hombres quienes usan pijamas azul oscuro que parecen ser de una talla menor porque sus panzas se asoman y sus pantalones les llegan arriba del tobillo.
-Tenemos hambre, queremos desayunar ya-
Es la respuesta de vikingo, barba roja asiente antes de mirar de arriba a abajo a Evan quien le sostiene la mirada a su tío.
-A donde irás tu?-
Cuestiona barba roja con voz amenazadora, la mujer interviene.
"El trato que hicimos ayer es que no se meterian ni con Evan ni conmigo y les cocinaría rica comida, así que dejalo en paz barba roja."
"Además, por si no te habías dado cuenta, Evan es un adulto joven, así que puede ir a donde quiera."
Colocándose entre tío y sobrino la mujer encara con verdadera fiereza al hombre quien se aparta para colocarse junto al otro hombre gordo.
-Dejen de hablar y comienza a cocinar mujer-
Ordena Vikingo, ella sonrie porque se aprovechará del punto débil de los pelirrojos y lo usará en su beneficio.
"Lavense las manos y limpien la mesa para colocar manteles, cubiertos y los platos para desayunar, ahora."
Es el turno de ordenar de la mujer, los dos hombres se miran un segundo antes de ir al baño para hacer lo primero que les indicó.
"Vete tranquilo, puedo manejar a estos dos gatitos que se creen leones machos alfas."
Tranquiliza la mujer a Evan antes de darle un beso en la mejilla pues ya debe ir por su hija.
"Cuida bien de mi niña y diviértanse, tienes dinero suficiente?"
Cuestiona la mujer, el chico asiente mostrándole que lleva efectivo y una tarjeta de credito en caso de necesitar más dinero.
-El taxi particular llegará por nosotros en veinte minutos, iré a esperar a Nicky fuera de la casa, me veo bien?-
Inquiere el chico mirando su atuendo y peinado reflejado en un espejo semi empañado del pasillo.
"Te ves muy bien pequeño, pasenla bien y envienme mensaje en todo momento por favor."
Pide maternalmente la mujer, el chico responde que lo hará antes de salir, ella no puede evitar asomarse por la ventana, como lo harían los pelirrojos, para mirar cuando el chico llega en casi cinco pasos frente a su puerta y se queda afuera esperando mientras mira su celular.
"Que emocionante es el amor de juventud!"
Piensa la mujer apartandose de la ventana, algo en la sala llama su atención, lo que ve le enfada.
"Se puede saber que carajos hacen ustedes dos chismosos fisgones?"
"Les pedi que hicieran cosas, no que estuvieran mirando la vida de los chicos, muevan sus grandes cuerpos gordos ya!"
Regaña la mujer, los hombres le dan miradas asesinas que ella ignora pues entra a la cocina que dejó a medio ordenar ayer porque ya era tarde y quería darse un baño y cambiarse de ropa antes de ir por su hija.
Escuchando que cosas se mueven en el comedor, la mujer busca en las alacenas arriba de la estufa la comida fresca que ordenó para hacerles la cena a los hombres la cual consistió en dos pequeños sandwiches de huevo con jamon, queso fresco, lechuga, jitomate, cebolla, dos gelatinas sabor piña y dos infusiones grandes de te de Matcha.
Y esa cena obviamente dejo con hambre a los hombres pero como la mujer pagó por la comida, ellos no ordenaron nada más para cenar, por eso estaban enojados.
-Quiero desayunar pizza-
Ordena Vikingo.
-Yo quiero tres hamburguesas con queso, tocino, sin verdura, refresco grande con hielos y un litro de helado-
La mujer se rie mientras enciende el único quemador de la estufa que no esta tan sucio, coloca el sartén que lavó ayer antes de vertir un poco de aceite para que se caliente.
"No están un restaurante, además desayunar saludable será bueno para ustedes."
"Lleven esto al comedor, serviré el desayuno en un momento."
La mujer corre a los molestos quejumbrosos de la cocina, diez minutos sirve en dos platos un desayuno parecido al que ella comió, los pelirrojos no se ven contentos por las pequeñas porciones.
-Solo dos huevos?-
Cuestiona barba roja.
-Yo quiero pizza, no esta porqueria de pan tostado con huevo revuelto-
Empujando los platos con asco, los malagradecidos se quejan, la mujer espera que terminen su berrinche para responderles.
"Se comerán lo que les estoy sirviendo de desayuno o me llevare toda la comida que ordene, ademas que no seguiré limpiando y le diré a Evan que encontre la carta de sus abuelos que ustedes escondieron en el horno."
Los hombres tuercen la boca porque saben que ella tiene esa carta para chantajearlos.
Sin más remedio empiezan a comer, no sin dejar de acribillar violentamente a la mujer con sus miradas duras.
"No importa cuanto quieran asesinarme, no lo harán, ahora coman en silencio y déjenme en paz."
Dicta la mujer quien desaparece en la cocina pues tiene mucho que limpiar como para estar jugando a la guerra de miradas con los fastidiosos gordos.
***By Liliana Situ***
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