Doble Obsesión

4-B

Agradeciendole infinitamente en su mente a la camioneta porque no se detuvo en el trayecto a casa, la mujer apaga el vehículo el cual resopla exhausto en el estacionamiento de la casa de los pelirrojos.

Mientras sacan las maletas de la parte de atras junto con la gran mochila, la puerta de la gran casa se abre de forma inesperada y un tanto violenta.

-Porque llegan a esta hora de la noche?-

Regaña Vikingo con voz severa a los dos chicos y la mujer mientras jalan las maletas hacia la acera, los tres detienen sus charlas y risas al ver a los hombres que como es usual, lucen sumamente enojados.

"Porque disfrutamos de una linda cena y no nos dimos cuenta de la hora, calmate, no es para que te enojes."

La mujer se apresura a calmar al pelirrojo antes de despedir con un beso en la mejilla a Evan y entregarle en su mano las llaves de la destartalada camioneta.

"Pequeño, no dejes que te intimiden, si algo sucede, toca, no importa la hora, de acuerdo?"

"Sabes que cuentas conmigo."

Aconseja la mujer al chico quien asiente con una sonrisa pequeña en los labios.

"Te vere mañana?"

Nicole inquiere con voz melosa y preocupada, Evan le asegura que temprano se veran antes que los dos se despidan con un beso en la mejilla, un abrazo tierno y risitas nerviosas.

-Buenas noches-

Se despide Evan caminando hacia su casa, la mujer acribilla con la mirada a los dos panzones antes de amenazarlos.

"Si algo le sucede a Evan pueden decirle adios a su desayuno de mañana."

Tomando las dos maletas de su hija quien ya se ha colgado la mochila en sus hombros, las dos caminan hacia la puerta principal de su casa, la cual ya puede abrir porque la mujer recupero sus llaves del lugar donde las habia dejado en la casa vecina.

Tras asegurar la puerta, encender las luces y dejar acomodadas contra la pared las dos maletas que en verdad estan sumamente pesadas, la mujer se apresura a la puerta de cristal para mirar hacia la casa de dos pisos, su hija se le une.

"Estoy preocupada por el gigante amable."

La mujer reconforta a su hija abrazandola un momento antes de darle un beso en la mejilla para dirigirse a la cocina y poner a calentar agua para prepararse un rico y merecido café.

"Mami, tambien estoy preocupada por ti, no se como puedes enfrentarlos y peor aun, trabajar para ellos limpiando el basurero donde viven..."

La chica se sienta en la silla del comedor mientras habla, ella recibe un mensaje en su celular un mesaje de Evan, la chica lo contesta rapidamente sonriendo antes de volver a ver a su mama quien se sienta a su lado con su aromatica taza de cafe y un platito de galletas de chocolate.

"Y además lo haces grátis!"

La mujer ya sabia que su linda hija se sentiria inquieta por lo que despues de darle un sorbo pequeño ella deja la taza sobre la mesa para tomar la mano de su niña.

"Mi amor, no tienes nada de que angustiarte, desde que alquilé esta casa hace mas de dos años, supe que clase de vecinos tenía pues el dueño de la casa me advirtió de ellos, recuerdas?"

La chica asiente mientras toma una galleta y la muerde.

"Bueno, en ese entonces no le creí, así como tampoco pude creer que en seis meses esta bella casita con dos lindas habitaciones había sido alquilada antes por dos matrimonios y dos señoras mayores con su joven sobrina uno habían durado más de un mes viviendo aquí por culpa de los panzones."

La chica sonríe al escuchar a su mamá porque tampoco cree que por culpa de los vecinos pelirrojos todas esas personas se hubieran marchado de esa casa.

"Mi niña, hay algo mas que quiero decirte..."

La cara, actitud y tono de voz de la mujer se vuelve serio, la chica frunce el ceño en señal de preocupacion.

"Es algo malo mami?"

La mujer toma las manos de su niña, baja la mirada un momento guardando silencio antes de responderle a la ansiosa chica.

"En cinco meses podré comprar la casa."

Por fin revela la sorpresa la mujer, la chica aprieta las manos de su mama antes de abrazarla totalmente emocionada y feliz por la noticia!

"De verdad?"

"NO LO PUEDE CREER!"

"Mami, es tan genial!"

La chica golpea con sus palmas la mesa de madera haciendo temblar el plato y las galletas, la mujer sonrie antes de tomar un sorbo de su cafe mirando la entusiasta reaccion de su hija.

"Es de verdad mi amor, cuando renove contrato de arrendamiento con el dueño de la casa, hace dos meses, el señor me dijo que estaba dispuesto por fin a vender la casa y que incluso me ofrecia un precio especial por ser la inquilina que mas tiempo he vivido aqui!"

Levantándose la mujer bebe su café por completo antes de dejar la taza en el lavadero, ella suspira antes de seguir hablando.

"Por fin tendré un casa mía, una patrimonio para ti mi niña, una casa donde podré pasar el resto de mis dias tranquila y feliz."

Expresa sus deseos la mujer, la chica la abraza con fuerza pero entonces se rie, su madre se pregunta que es gracioso.

"Me da gusto que tengas una casita propia mami, pero no creo que siempre puedas vivir tranquila con ese pirata y el vikingo."

Las dos se rien pues ella tiene razon, en el pasado tuvo desacuerdos con los vecinos, hasta que dejo de darles importancia y comenzo a sobrellevarlos para despues buscar la forma de hacerlos enojar mas porque comprobó que podían verse aterradores pero eran inofensivos.

"Aún recuerdo el dia que me dijiste el apodo que les habías puesto, no creo que me haya reído tanto en toda mi vida, me dolía el estómago tanto y queria parar de reir, pero no podía!"

"Ya no emitía ningun ruido y estaba doblada en el suelo pero no podía parar de reir."

Las dos recuerdan bien ese alegre dia pues despues de una discusion algo intensa que la mujer tuvo con los pelirrojos por la basura que volaba hacia su patio debido al aire, la chica les puso esos apodos y la mujer los imagino vestidos de esa forma con sus gordas panzas y no pudo evitar casi morir de risa.

"Mi niña, te extrañé tanto."

Acariciando la tierna carita de la chica quien sonrie la mujer se sincera, la chica le corresponde hasta que tiene que ahogar un bostezo con el dorso de su mano.

"Será mejor que durmamos ya, este día fue agotador para las dos y mañana debo levantarme temprano para seguir limpiando."

Indica la mujer frotando el brazo de su hija, las dos se dirigen a su habitaciones, cuando la chica abre la suya se asombra al ver el interior.

"Mami..."

"Como pudiste conseguir todo esto?"

La chica derrama lágrimas de felicidad mirando la bella cama, tocador, alfombra y escritorio con silla que tanto ha querido siempre.

"Y no haz visto todo."

Abriendo las puertas corredizas del closet la mujer muestra toda la ropa nueva, zapatos, bolsos y accesorios que tanto le gustan, la chica se queda sin palabras debido a la hermosa e inesperada sorpresa.

"Mami, muchas gracias."

Susurra entre lágrimas la chica abrazando con fuerza a su mamá quien la consuela tiernamente.

"Te mereces eso y más por ser tan buen estudiante y tan buena hija, se que antes estabamos muy cortas de dinero, casi trabajaba para sobrevivir, pero después tuve suerte y pude comprar las cosas que siempre quise para ti."

Secando con sus manos las lagrimas de la chica, la madre se sincera.

"Te adoro tanto mami, gracias por todo."

Agradece la conmovida chica admirando todas las cosas nuevas, limpias y perfectamente ordenadas, tal como a su mama le gusta.

"Iré a prepararme para dormir."

Indica ella saliendo de la habitación para entrar a la suya, de pronto lagrimas fluyen por sus ojos pues la felicidad que la embarga es tanta porque puede darle a su hija las comodidades que hace años no pudo.

"Todo es hermoso mami, muchas gracias, pero era feliz con lo que tenía antes."

Comenta la chica entrando a la habitacion de su madre quien prepara su cama.

"Claro que no mi niña, solo tenías un colchón y el espejo de cuerpo completo roto, además tenías dos mudas de ropa y dos pares de zapatos deportivos, asi que no, no eras feliz con lo tenías antes."

Niega la mujer pues la situación de ella y su hija despues de la separacion y divorcio de su esposo ella estaba desgastada física, mental y economicamente.

"Pero ahora nuestra vida es mejor que nunca y te amo tanto mi niña."

Recostadas sobre la cama se abrazan hasta que el sueño se apodera de ellas, enviandolas al país de los sueños donde todo es posible.

***By Liliana Situ***

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