Capítulo 9

2460 Words
POV’Lorian En cuanto ella noté que se quedó dormida, me fui alejando con delicadeza, pero toma mi mano. —Sé que dije que te quedarás hasta que me quedara dormida, pero ¿Podrías quedarte un rato más? Abre sus ojos y me ve con aquella mirada de “por favor”. —Si te pones a pensar, no te puedes ir porque no me he quedado dormida —sonríe. —Y parece que es difícil que te quedes dormida. —Perdona el abuso de confianza —se ríe y eso me alegra. Y aunque quisiera quedarme, debo rechazar. —Lo siento, pero no puedo… tengo cosas que hacer. —Oh entiendo, tu perdóname a mí. —No te preocupes, volveré, ¿Si? —No tienes por qué, solo viniste a agradecerme y ya lo hiciste. —Se veía decepcionada. —De verdad lo siento. No sé que mas decir y salgo de ahí, con el corazón acelerado. *** Me encontraba en el bar de mi mansión, me había servido un poco de whisky con alacranes para ahogar ese amargo recuerdo del pasado. —Con que aquí estás —escucho a Paolo entrar—, ¿Qué haces aquí? Prometiste cuidar a Mari. —La deje con Kurtis, uno de mis hombres de confianza, debe estar encubierto o hipnotizando a alguien para saber información. —Creí que te gustaba hacer las cosas por tu cuenta. —Hoy no, necesito un momento. Llega a mi y se sienta a mi lado. —Estas bebiendo el famoso “Alac-rian”, ¿Qué pasó? Sabes que puedes contar conmigo. —posa su mano en mi espalda y me soba. Sabía que podía contar con él, así que le conté lo que pasó con Mari, aunque fue para su sorpresa. —¿Te quedaste a dormir con ella? Eso no era parte de la promesa. —bromea. —Solo así podría cuidarla más cerca —sigo con el juego. —Ya en serio, tu no eres tan compasivo como para hacer eso. —Tienes razón y sé que no me quedé porque me sentía en deuda con ella Paolo, si no porque la entendía, verla así de mal por su hermana, me hizo ver a mi yo del pasado cuando perdí a toda mi familia, en cuanto ese recuerdo llegó a mi mente, hui, mi corazón se sintió acelerado por eso. —Mi corazón también se acelera y se pone impotente cuando recuerdo que el amor de mi vida ya no está… aunque me alegra saber que hayas hecho ese gesto por Mari, necesitaba compañía. —Lo sé, y solo por eso lo hice, porque sé lo que se siente. —¿Por qué otra cosa más lo harías? Él insinúa y puedo leer su rostro. —Ella no me gusta. —¿Alguien dijo algo? —Tus labios no, pero tú rostro si. —Solo digo que has estado en muchos escenarios y solo has conectado con ella. —Y si no es por amor Paolo, sabes que no puedo amar a nadie. —Nadie está hablando de amor todavía y de ser así, es gemela de mi novia, podría sentirme un poco celoso que sientas atracción por su hermana solo porque se parece a mi novia, ya que tuviste mas tiempo con mi novia como para enamorarte de ella. Me hace reír y le doy un leve golpe, sabía que bromeaba para hacerme reír. —Eres un idiota. —Un idiota que te hace reír. Ruedo mis ojos y suspiro. Me alegra que aún tenga sentido del humor a pesar de que su novia haya muerto. —Solo siento lastima por la chica, aunque ella es muy suertuda, ella si tiene apoyo, yo me quedé totalmente solo. —Pero me tienes a mí. Me sonríe y le devuelvo la sonrisa, tal vez lo tenía a él, pero nada es eterno, ni mis padres que eran vampiros pudieron salvarse, en cualquier momento las personas se van y te dejan solo. —Gracias. Agradezco el gesto, pero sé que en algún momento se irá, si no lo matan, tal vez lo maté yo emocionalmente, él se vera afectado por mis acciones porque es un vampiro bueno y yo… de alguna manera tengo drenar mi dolor, la venganza nunca fue suficiente, pero tampoco tengo algo mas satisfactorio que crueldad por justicia. —Gracias a ti, me estás ayudando en algo que no te incumbe. —Eres mi socio, tus enemigos podrían ser los míos, mejor limpiar el camino antes de que causen problemas, si te matan, yo quedo en la cabeza del negocio, podrían venir por mi después. Lo hago reír. —Sé que más allá de la persona egoísta y cruel que haces parecer, hay un buen hombre que quiere ayudar. —No soy bueno. —Pero tampoco eres malo. —Mato personas. —Por justicia. —Aun así, no me hace bueno. —¿Y por lo que haces? —Porque siento que una parte de mí descansa cuando me deshago de personas que causan problemas en el mundo, creo que solo así me siento mejor aportando algo en mi asquerosa vida. —Como quisiera ayudarte a que te sientas menos miserable. —Nadie puede hacerlo. —Claro que si, pronto lo verás. Yo ignoro su comentario y decido cambiar de tema, a lo que realmente me importa. —¿Qué descubriste del caso? —Por mi cuenta, aun nada. —Eso es porque eres demasiado bueno, que eres malo para ser malo. —Gaspar… —Debes usar tu lado cruel para obtener las cosas. —Sabes que desde hace mucho ya no soy así. —Si claro, cuando decidiste vivir una vida humana cuando realmente eres un vampiro. —Y desde que decidí hacerlo, conocí a Paulette, deberías hacer lo mismo, vale la pena. —¿Vale la pena? Tu novia está muerta. —Pero el tiempo que estuvo conmigo me sentí demasiado vivo Gaspar, antes de eso, no eres nada, solo un vampiro con gustos turbios. —Bueno, ya que estas del lado bueno, déjame la investigación a mí, sé que querías hacerlo tu porque es tu novia, pero sabes que necesitas mis métodos. —Tus métodos incluye tortura. —El miedo genera que muchas cosas salgan a la luz, Paolo. —Pero… —lo interrumpo. —Entre más rápido me deshaga de ellos, menos tendremos a alguien pisándonos, tu dedícate a cuidar a tu ex cuñada y a su familia y yo me dedico para lo que realmente soy bueno. —le propongo y me tomo el vaso a fondo blanco—. Solo así lograremos que la gente que quieres, caiga inocentemente. —Tienes razón, por más que intente hacer justicia por ella, no sé cómo hacerlo. —Si sabes, solo que no quieres hacerlo. —Porqué sé que a ella no le gustaría. Admiro la forma en como se toma las cosas, le duele, pero no por eso volverá a ser malo. —Señor… —uno de mis hombres entra al salón. —¿Si? —La señorita Nicole ya está aquí y con un regalito, como lo pidió —dice y hace una reverencia. Cierro mis ojos e inhalo a profundidad para concentrarme en mis sentidos y ponerlos a funcionar. —Mmm —digo deseoso por lo que huelo. —Estamos en crisis, ¿Y vas a jugar? —me reclama Paolo. —La necesito, el alcohol no es suficiente. —Dejo el vaso y me levanto—. Sabes que entre los dos, soy el más rápido obteniendo resultados, así que tengo tiempo para echar una revolcada antes empezar con las frustraciones, necesito estar relajado si de verdad quiero la información. —Claro. Lo acepta y le palmeo el hombro, me acomodo el traje y me voy. Estoy estresado ahora y trabajar con estrés solo genera que haga mal mi trabajo, tendré menos paciencia y solo lograré matar antes de conseguir información. Por eso Nicole ha venido, Paolo sabe quien es, es una vampira al que decidí convertir y llegamos a compartir hace algunos años. Digamos que es parte de mí equipo de hombres, pero también sabe follar muy bien. Nicole no es la única que tengo, pero digamos que es una de las favoritas, tanto que vive en la mansión, puede salir cuando quiera, no me interesa, lo que importa es que esté aquí cuando la quiero y que me sea leal en cuestiones de cuidarme la espalda, me tiene sin problemas si anda con otro hombre. Aunque sé que no anda con otro hombre, ella me quiere a mi y eso me gusta, que me quiera, pero no puedo quererla y sé que está mal que me guste que me quiera y no poder darle lo mismo, pero ella lo sabe y lo entiende, yo le conté y ella me aceptó. Camino por los pasillos de mi mansión y me dirijo a la entrada, encuentro a Nicole, mi deliciosa vampira de cabello n***o. Para tener sexo no era necesario convertirla, pero no soy amante de tener sexo con humanos, me siento limitado y a mi me gusta la rudeza. Al lado de Nicole se encontraba mi regalo, una chica pelirroja, humana y extremadamente sexy, tomo su mano y beso la parte superior. —Esta vez si que te luciste —halago a Nicole por el gran regalo. —Tomé en cuenta lo que me dijo por llamada, solo quería hacerle saber lo especial que es y lo que haría por usted —dice haciendo una reverencia. —Buena niña. —le sonríe. —Llévame a la cama justo ahora y verás lo mal que me porto —seduce y eso me gusta. —Prepararé el látigo —le guiño el ojo. Halo a la linda pelirroja hacia a mi y la examino, está hipnotizada para que no diga absolutamente nada y ni recuerde nada, veo a Nicole y esta agacha su rostro rápidamente, me estaba observando a ver si lo aprobaba. Algunas veces ha traído a humanas, pero las he tenido que rechazar, porque no soy capaz chupar de personas inocentes, lo del policía, estoy seguro de que era un corrupto, además de que había acabado con mi paciencia. Tal vez si hubiese tenido sexo, no lo hubiese matado, pero no tuve sexo y él falló al no cuidar de Mari. Lo de tener humanas durante el sexo para beber de ellas, fue idea de Nicole, lo nuestro solo era s****l, entre nosotros o más vampiras, pero yo tendí a aburrirme y ella simplemente buscaba la forma de captar mi atención. Al principio solo rechazaba a las humanas que traía, me negaba a beber de ellas antes o durante el sexo, porque sabía que solo iba a beber hasta matar y no porque no tenga control, solo que cuando estoy estresado busco placer para relajarme, ya sea el sexo o beber sangre, pero si no tengo sexo antes de beber sangre, la sangre se vuelve tan placentera para mí que me bebo hasta la última gota. Por eso soy rudo y prefiero descargar todo en el sexo, por eso tengo a Nicole. Cuando las rechazaba, Nicole las regresaba y solo teníamos sexo, pues no iba a permitir que ella también le hiciera daño, al menos no en mi presencia, por lo que prefería regresar a la chica y tener sexo conmigo, hubo veces donde Nicole insistía beber de ellas, pero corría a Nicole para que se fuera con ellas y lo hiciera en otro lado. Es la primera humana de la que beberé durante el sexo, ¿Qué ha cambiado ahora? Quiero aprender a controlarme y no lo lograré si las sigo rechazando. Aunque no sé si me la follaría, pues la primera vez que cogí con una humana, murió porque mientras lo hacíamos, bebí de ella, Ted, quien era mi mentor, me ayudó a encubrirlo, no era la primera vez que bebía de alguien hasta matarlo, solo que no quería que esa chica muriera, quería que fuera placentero. Claro que me sentí mal, sentí miedo, pero esa era mi naturaleza y lo hecho, hecho estaba, tenía que lidiar con ello, pero no me iba a privar de mis deseos, así tenga que practicar muchas veces para obtenerlo, por eso lo seguí intentando, con el deseo de que no se repitiera. La segunda chica, bebí de ella antes del sexo y también murió, eso me frustro en vez de hacerme sentir mal, me sentía furioso conmigo por no saber controlarme, no podía disfrutar con mis hormonas alborotada. Con la tercera bebí después de tener sexo, había sido tan rudo con ella que quería descansar y yo ya quería beber de ella, pero esa vez, no deje que muriera, por lo que no bebí de ella. Desde ahí sabía que no podía tener sexo con humanas, no son capaces de soportar mis gustos, no sé cómo Paolo lo logro, nosotros tenemos muchísima fuerza y aunque la queramos controlar, en la el deseo nos gana. Intenté ser delicado para tener sexo, pero lo consideraba aburrido y mucha dedicación, yo tenía y tengo otras cosas que hacer. Así que no estoy para ser delicado con la comida, además suficiente con darme de su sangre, si me da ambas cosas, la voy a dejar muy débil o tal vez muera. Nicole que me de mi sexo duro y la pelirroja mi sangre, estoy completo. Antes de Nicole, no era partidario en convertir mujeres para acostarme con ellas, solo necesitaba a hombres vampiros para mí círculo de seguridad, no podría estar rodeado de humanos débiles. Pero cuando conocí a una vampira en una fiesta, está ya me tenía el ojo cuando entré, platicó conmigo y la situación se volvió lago tensa y nos fuimos a una habitación de la fiesta, me sentí tan libre, solo pasó una vez, ella no era de aquí y solo estaba por negocios y placer, así que se fue, y aunque me gusto, jamás le pedí que se quedara. Aunque con su llegada me hizo ver qué necesitaba a una vampira, pero sabía que no debía convertir a cualquier humana, no quería a una loca por mas que mi solución podría ser una estaca al corazón, no buscaba temporalidad, pero tampoco quería algo estable, solo una amiga con quien compartir y tener sexo. —¿Con ella está bien? —pregunta Nicole sin mirarme, haciéndome reaccionar de mis recuerdos. Había tardado en darle una respuesta y sabe que debía esperar, y por eso ha bajado la mirada, porque es su forma de mostrarme que lo ha preguntado con respeto y no con impaciencia, a ella debe sobrar le tiempo en su agenda para mí. —Si, ¿Vamos? —le ofrezco mi mano.
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