CAPITULO 26
Hoy era mi primer día de trabajo, tenía el puesto de secretaria del vicepresidente, era una empresa farmacéutica, un ramo muy distinto al que trabajaba pero estaba segura que le iba a hechar muchas ganas para salir adelante, mi jefe era un hombre serio de unos 50 años, me explico que tenía que hacer y luego fue a su oficina, en el piso todo el mundo estaba concentrado en sus labores, nada que ver con la oficina en Nueva York en dónde todos estábamos compenetrados.
-Hola- dice una voz femenina y alzo la vista, es una chica guapa que usa el mismo uniforme que tengo puesto.
-Hola, en qué puedo ayudarte?
-Soy Amara, la asistente del presidente de la empresa- me tiende la mano y la acepto con una sonrisa- creo que tú y yo deberíamos de llevarnos bien ya que en ocasiones de seguro trabajaremos juntas.
-Yo soy Alyn Davis, encantada de conocerte Amara.
Almorzamos juntas mienstras chsflabamos de nuestras vidas me contó que tenía un lindo novio que trabajaba en el área de finanzas y que estaba feliz con su trabajo, yo por mi lado me ahorre toda mi vida amorosa y solo le dije que era madre de dos galanes, se emociono y dijo que tenía que conocerlos.
Los días pasaban rápido sin que saliera de mi rutina, entraba a trabajar a las 8 de la mañana y salía a las 5, llegaba a casa hablaba con Sharon veía a mis hijos hacia la cena, le escribía a mis papás y a Ale, esperaba con ansias el mensaje del doctor Fox y luego me acostaba a dormír.
Los fines de semana la pasaba encerrada con los niños de los dedicaba a mil, pedía las compras a la tienda y me las traían hasta la puerta salía un poco más caro, pero ir a la tienda con los niños no era una opción por el momento.
Con el paso de los días llegó Diciembre y los 6 meses de los niños, los cuales cada día estaban más grandes gordos e inteligentes, Mis padres prometieron venir para año nuevo y Alejandro en lo que tuviera unos días libres. Estaba emocionada de verlos y no ser solo Sharon los niños y yo en casa.
Me imagino que se preguntarán que pasó con Eryx, pues nada, no apareció en este tiempo, es como si a él y a Camile se los hubiera tragado la tierra, no suben nada en sus r************* , y tampoco han ido a Nueva York, estaba tranquila, porque eso significaba que estaban lejos de mis hijos, aunque si por dentro me sentía mal, de que Eryx no se haya tomado el tiempo de buscar a sus hijos, pero eso solo confirmaba lo que ya pensaba, que no eramos importantes para el, que todo fue un juego y que el era un patán un idiota, no se cómo no me di cuenta de todas sus mentiras y dejé que jugará tanto conmigo, soy demasiado estúpida.
-Creo que iré para la quincena- me dice Ale atraves de la pantalla y le sonrio- Lilly quiere acompañarme para conocer a los niños.
-Seria un placer conocer a la chica que a robado tu corazón- el se ríe y niega
-Aun no somos nada, solo nos estamos conociendo.
Alejandro estaba saliendo con una doctora nueva que había llegado al hospital, la había visto en fotos y era realmente linda, era pediatra y al parecer según lo que el me había contado congeniavan muy bien, ya la había llevado a conocer a Betsy y está me había dicho que había quedado encantada, ya que la chica no solo era bonita, era inteligente humilde y muy tratable, estaba feliz de que Ale se diera una oportunidad en el amor.
-Ya la llevaste a conocer a tu familia- le recriminó y el rueda los ojos.
-Si bueno, quizás me guste un poco- ruedo los ojos, porque se está portando como un idiota
-Que hay de malo en que digas que te gusta mucho la chica?- el se rasca la cabeza y niega.
-Solo no me quiero crear falsas espectativas...
Lo entendía, yo había estado lejos de todos los hombres que se me acercarán, no quería saber nada de amores, con la única persona más última que me permitía hablar era con el doctor Fox y eso era porque estaba a kilómetros de distancia. Luego de Eryx no estaba lista para una relación, y no podía salir con cualquier persona, mi prioridad eran mis hijos y eso era algo que sabía que la mayoría de los hombres no iban a entender.
-Te entiendo- murmuró y el hace una mueca- pero no puedes cerrarte a la posibilidad de ser feliz con alguien, no todo siempre tiene que salir mal.
-Esta bien Ali, debo de irme, dale un beso a mis niños por mi, los quiero mucho.
Se que lo ponía incómodo hablar del tema y siempre huia antes de que llegáramos a más, no sabía porque se portaba así, conmigo había Sido tan bueno tan abierto, y ahora es como si no confiera, hasta cierto punto me culpaba, porque sabía que yo tenía mucho que ver en su actitud, por eso lo quería ayudar a que superará todo y se diera la oportunidad de verdad con alguien.
Voy a la habitación de mis bebés ellos están dormidos y Sharon estaba sentada en el suelo con un libro leyendo muy concentrada ví la hora y ya se le iba hacer tarde para ir a sus clases, aunque su horario de salida era a las 6 o inmediatamente después que yo llegara que siempre era antes de las 6 ella se quedaba hasta las 8, ya que se le hacía más fácil salir de aquí a la universidad que de su casa que quedaba al otro lado de la ciudad.
-Sharon, creo que se te va hacer tarde- murmuró y ella ve su reloj y se para como un resorte.
-Dios si es tardísimo- toma sus cosas mienstras murmura que es una tonta- Gracias por espabilarme.
-Tranquila anda, nos vemos el lunes- ella asíente y sale corriendo de la habitación.
Me quedo un rato observando a mis pequeños de ven tan lindos dormidos, creo que es hora que los empiece a sacar a la calle, no es bueno para ellos que se acostumbrén a vivir en estas paredes, y solo verme a mi y bueno a Sharon, sería difícil salir con los dos, pero era algo que debía de intentar.
Voy a mi habitación y el celular suena es mi madre, me enfrascó en una conversación en dónde ella solo repite una y otra vez lo mucho que extraña a los niños y lo mucho que desea vernos y abrazarnos, papá le quita el teléfono en algún momento y se despide para que mi madre no se ponga más sentimental.
No les voy a mentir, dentro de mi tenía una gran inconformidad, no estaba totalmente bien con mi vida, había en ocasiones que me sentía tan aburrida, porque es que la rutina cansaba y aburría, no digo que estuviera cansada de mis hijos, porque eso sí que no, pero deseaba ha de algo distinto, algo que activará mi cuerpo y mis sentidos.