Capítulo 10
A primera hora de la mañana del lunes abro los ojos de manera brusca, había tenido una pesadilla y aunque no recordaba de qué se trataba estaba segura de que era horrible, tome varias respiraciones para calmarme hasta que sentí a mi acelerado corazón ralentizarse poco a poco.
La puerta de mi cuarto se abre bruscamente, lo que me hizo pegar un salto, luego pude observar entrar a una Camile furiosa, tenía el aspecto de querer matar a alguien y eso me puso en alerta de inmediato.
–Eryx de seguro me está engañando –murmura molesta– claro que me está engañando – grita con fuerza y fuera de sí, lo que me hace encogerme en la cama.
–¿De qué hablas? –pregunto nerviosa.
–Ayer me dejo plantada, y aun no responde mis mensajes, debe de haberse enrollado con una zorra –estaba histérica y por un momento quise aclararle las dudas, él no se había enrollado con una zorra había pasado el día buscando conmigo una bendita prueba de embarazo, pero eso sería muy difícil de explicar.
–Quizás se le presento algo Cami. –Trato de calmarla con cualquier pretexto.
–No creo Ali, él está muy raro, no se parece al Eryx que conocí hace años. –me quedo callada, no sabría qué decir puesto que nunca lo conocí cuando salía con ella.
–Es normal Camile, han pasado algunos años, ambos han crecido, me imagino que tú también has cambiado, no pretenderás que después de tanto tiempo ambos permanezcan siendo las mismas personas, sobre todo ahora que son adultos –ella suspira y se sienta a mi lado, algo relajada por mis recientes palabras.
–Quizás tienes razón. De seguro me estoy imaginando cosas… no creo que Eryx sea capaz de engañarme, eso sería devastador para mí. Si él me dejará por otra me destrozaría completamente.
La culpa me carcome cuando escucho lo que acaba de decir, como decirle que la mujer con la que la engaña es su mejor amiga, la persona en la que más confía, la persona que siempre ha estado junto a ella, la que duerme en la habitación de al lado.
–Tengo razón… ahora ve hacer el desayuno mientras me arreglo. Debo ir a trabajar.
Pero la verdad era que no me quería arreglar, lo que deseaba era que se fuera, no soportaba mirarla y saber que le estaba ocasionando un daño terrible, que era una mala persona y que además había una gran posibilidad de que mis últimas acciones me hayan dejado embarazada con el hijo de su propio novio. Tenía que afrontar esta situación y resolverla cuanto antes, no podía perder a mi mejor amiga, pero tampoco podía perder al que creía que era el hombre de mi vida.
Salgo de mi cuarto y me dirijo hacia el baño y al entrar paso el seguro de la puerta para evitar que Camile pueda entrar. Algunas lágrimas se escapan de mis ojos ¿Por qué Eryx tenía que aparecer en mi vida? ¿Por qué tenía que enamorarme exactamente de él?
Comprendía que todo lo que estaba pasando entre nosotros estaba mal, él era el novio de mi mejor amiga y lo más prudente era detener esta locura cuanto antes. Pero solo de pensar que debía alejarme de él, me destrozaba profundamente, lo amaba con toda mi alma, pero no podía hacer infeliz a Camile a costa de mi propia felicidad, no podía hacerle eso a mi hermana del alma.
Me visto rápidamente con el primer vestido que encuentro, ya que toda mi concentración está inmersa en la búsqueda de una solución a este delicado problema. Me doy apenas unos toques de maquillaje en mi cara y tomo mi bolso dispuesta a salir de aquí rápidamente, mi vida se estaba convirtiendo en una locura y yo era la única causante de todos mis problemas.
–El desayuno está listo Ali. –me dice Camile apenas me oye salir de la habitación.
No quiero quedarme más tiempo cerca de ella y mucho menos escuchar sobre sus inseguridades acerca de Eryx y una posible zorra tratándoselo de quitar.
–No tengo apetito Camile, además voy algo retrasada y no quiero llegar tarde.
–Pues lo siento Ali, no saldrás de esta casa con el estómago vacío, vas a comerte aunque sea una fruta.
Asiento y me voy con ella a la cocina, tomo una manzana de la cesta y me la como rápidamente.
–Ahora sí Camile, tengo que marcharme.
Asiente satisfecha, luego me abraza fuertemente antes de dejarme ir.
Subo a un taxi y le pido que me lleve a la oficina, miro a través de la ventanilla mientras pienso en toda esta situación y en lo devastada que me siento tan solo de pensar que tengo que dejar a Eryx.
El auto se detiene frente al edificio, p**o al taxista y bajo del auto, no sin antes respirar profundamente, tratando de que mis nervios y mi ansiedad no me hagan pedazos.
Al entrar un inmenso ramo de rosas sobre mi escritorio me da la bienvenida. Nunca antes me habían regalado flores, eso me toma por sorpresa y hace latir mi corazón.
Me acerco y con manos temblorosas extraigo la tarjeta que hay sujeta al enorme lazo…
Eres todo cuanto soñé, no sabía que la vida me presentaría a la mujer de mi vida, agradezco a dios por tan maravillosa fortuna.
TE AMO.
EA.
Toda la determinación que traía hace tan solo segundos, desaparece como polvo cósmico. El pecho se me contrae y siento ganas de correr hacia los brazos de ese maravilloso hombre y comérmelo a besos.
Los ojos de mis compañeras están sobre mí y puedo notar en sus caras que están molestas y amargadas por mi hermoso obsequio, perras envidiosas.
El teléfono suena y tomo deprisa el auricular.
–Industrias Andreato, buenos días.
–Cariño, ven a mi oficina de inmediato.
Cuelga antes de que me niegue a hacerlo… ¿En serio iba a negarme?
Me voy enseguida hacia su oficina, emocionada por su maravilloso detalle.
Apenas cruzo la puerta dos fuertes manos me toman de la cintura y me atraen hacia un duro y musculoso cuerpo. Su boca impacta contra la mía y su lengua se hunde dentro de boca haciendo vibrar hasta el último rincón de mi cuerpo. Me deshago entre sus brazos, porque cada vez que me toca soy un montón de arcilla esperando que me amolde a su antojo.
–No sabes cuánto te he extrañado preciosa, estaba esperando el momento de tenerte entre mis brazos.
Vuelve a besarme tan apasionadamente que me vuelve loca de amor y me hace gemir profundamente. ¡Por dios… lo amo! Cada fibra de mi ser grita su nombre, es el dueño de mis sentidos y de mis sentimientos.
Escucho cuando pasa el cerrojo de la puerta, haciendo que mi cuerpo vibre de ansiedad.
Me voltea y me empuja hasta que mi pelvis pega contra el tope de su escritorio, luego me dobla suavemente hasta que mi pecho queda sobre la mesa, extiende mis piernas con su rodilla y levanta mi vestido hasta que queda enrollado en lo alto de mi cintura. Toda mi piel se eriza y mi cuerpo responde con deseo a la espera de su mágico toque.
–Que culo más delicioso y perfecto y es todo mío.
Puedo sentir el aire frio chocar contra mi v****a cuando se agacha y rasga mis bragas. Volteo la cabeza hasta que puedo observar el momento en que lleva sus bragas hasta su nariz y las huele profundamente. Eso basta para que me humedezca de inmediato.
–Abre un poco más las piernas para mí cielo.
Un escalofrío recorre mi cuerpo cuando su voz gutural retumba en mis entrañas. Separo las piernas como me lo ha pedido y me siento tan expuesta, que me ruborizo como nunca antes. Con él me siento otra persona, me siento tímida y cohibida.
Sus labios comienzan a recorrer mis nalgas, besos cortos son esparcidos por toda la zona mientras bajos jadeos comienzan a abandonar mi boca. Sus dedos resbalan dejando caricias suaves sobre mi piel, sus toques dejan mi piel necesitada y la lujuria desatada dentro de mi ser.
–Al fin voy a descubrir ese delicioso sabor que sé hay en tu pequeño y adictivo coño.
Segundos después sus labios están sobre mi v****a, desbocándome como loca. Mis gemidos están a punto de salir pero cierro la boca tragándomelos, tratando de contener las ganas inmensas de gritar fuerte y tendido, porque sus labios están haciendo estragos en mi coño, mientras juguetea con mi clítoris una y otra vez. Puedo sentir como chupa y lame con desespero y hunde su lengua en mi orificio tratando de llegar lo más lejos posible. No puedo siquiera comparar como me hace sentir, con la manera en que lo hacían mis otros amantes, porque ninguno se les compara, ahora sé que me ha dañado para los demás porque mi cuerpo solo lo desearan a él y a nadie más.
El calor comienza a propagarse dentro de mi cuerpo cuando un par de dedos se adentran dentro de mi v****a mientras chupa y muerde mi clítoris, haciéndome retorcer y avivando cada una de mis terminaciones nerviosas. Mis piernas se tensan y sé que estoy a punto de acabar.
–Eryx… por favor…
Pido y ruego por lo que más quiera, para que me de lo que mi cuerpo pide a gritos.
Sus dedos comienzan a moverse más rápido y su tormentosa boca empieza a obrar con magia… como solo él sabe hacerlo. Tan solo segundos después exploto en un orgasmo descomunal que me tiene a punto de gritar hasta que todo el maldito edificio me oiga, pero sus labios se apoderan de mi boca apenas sus manos voltean mi cara, tragándose mis gritos y mis gemidos.
–Sujétate del borde de la mesa cariño.
Dentro de la nebulosa de placer en la cual me encuentro inmersa, logro oír apenas su voz, entonces me sujeto fuertemente de la orilla del escritorio.
Puedo escuchar cuando suelta su correa y abre su cremallera y se empala profundo dentro de mí, gemimos al unísono cuando entra y me llena por completo. Sus embestidas vienen una tras otra, fuertes… implacables, encendiéndome nuevamente y desatando un nuevo orgasmo que me retuerce hasta el último de los dedos de mis pies. Mis manos se aferran con fuerza mientras el cataclismo me devora, sus labios impactan contra los míos cuando siento todos sus músculos tensarse, un gruñido profundo dentro de su pecho me avisa que su clímax es intenso al igual que lo es el mío, segundos después caemos rendidos el sobre mi espalda mientras aprisiona mi cuerpo bajo el suyo.
Mi idea de dejarlo se ha ido al diablo, mi corazón no me lo permite, no puedo apartarlo de mí y eso me destroza, porque con esta decisión le estoy haciendo mucho daño a Camile… mi gran y única amiga, no sé cómo pude enamorarme de él en tan poco tiempo.
–Ven conmigo al baño cariño, déjame limpiarte.
Me toma de la mano y me lleva al su baño personal. Toma una toalla pequeña del estante sobre el lavabo y lo humedece con agua, luego se agacha y me limpia la v****a y los muslos. Desecha la toalla y se incorpora para tomar mi rostro entre sus manos y besarme apasionadamente.
Me dejo hacer, porque quiero todo lo que él esté dispuesto a darme.
–Eryx, no puedes seguir acabando dentro de mí, joder… ¿Acaso pretendes dejarme embarazada? Sabes que no podemos, imagínate la catástrofe con una decisión como esa.
–Tranquila preciosa, lo tengo todo resuelto.
Me da un beso corto y se separa de mí, busca dentro de su chaqueta y saca una pequeña bolsita blanca, extrae de ella una cajita en tonos rosados… la píldora del día después. Tomo la caja de sus manos y extraigo el comprimido. El sale del baño y busca un vaso en su oficina y sirve un poco de agua, me lo entrega y bebo la pastilla de inmediato.
Toma el vaso de mi mano y vuelve a cercarse a mí para besarme nuevamente, no podemos mantenernos lejos ni por un segundo.
–Voy a cuidar de ti preciosa, eres mía y yo me preocupo por lo que es mío.
Sus palabras llevan un pequeño toque de calor a mi corazón y me enamoran de él cada vez más.
Salimos del baño y vamos hasta su oficina, se acerca a la puerta y destraba el seguro mientras yo me quedo voy hasta su escritorio y acomodo el desastre que dejamos sobre él.
Una vez que las cosas están en orden, habla bajo para evitar que alguien escuche nuestra conversación.
–Hoy mismo hablaré con Camile… voy a terminar lo nuestro, yo no la amo y no estoy dispuesto a seguir con esta farsa.
Su mirada es intensa, yo solo me quedo impactada con lo que acabo de escuchar. Entonces recuerdo las palabras que apenas está mañana Cami pronunciaba:
..."no creo que Eryx sea capaz de engañarme, eso sería devastador para mí. Si él me dejará por otra me destrozaría completamente."
—No puedes dejarla Eryx —puedo ver su mirada desconcertada y confusa— no podría vivir con la culpa de ser la causa por la que hayas decidido abandonarla.
El alma me cae a los pies y un dolor intenso se instala en mi pecho, ahora más que nunca lo quiero solo para mí, sobre todo luego de que sé que me ama, pero jamás permitiría que una decisión como esa destroce la vida de Camile.
—Pero no la amo cielo... quiero estar a tu lado, para amarte y darte todo cuánto mereces —se acerca a mí y toma mi rostro— no puedo continuar con ella cuándo es contigo con quién deseo estar Ali, es a ti a quien verdaderamente necesito.
Me besa con tanto amor y dulzura que por un instante tengo ganas de mandarlo todo a la mierda y pedirle que la deje y se quede sólo conmigo, que estoy dispuesta a darlo todo... mi alma, mi vida y mi corazón porque son suyos desde el primer momento en que lo vi.
—Por favor nena, no me obligues a estar con ella, no lo soportaría —pega su frente contra la mía— no deseo tocarla, ni quiero volver a besarla porque mis besos y mi amor te pertenecen... maldición Ali, luchemos juntos por nuestro amor, estoy dispuesto a dejarlo todo por ti y a llevarme lo que sea por delante con tal de tenerte conmigo.
Este hombre es todo cuánto pedí... el hombre de mi vida, mi media naranja, mi único y gran amor, no puedo alejarme de él porque entonces moriría, sin él siento que ya nada tiene significado... No puedo renunciar a él.
—Te amo tanto Eryx Andreato... no sé qué va a ser de nosotros pero lo cierto es que no quiero perderte.
Lo tomo del rostro y lo beso profundamente, con toda mi alma y mi corazón y mientras nos besamos, le pido a la vida perdón y sobre todo a mi amiga Camile, porque desde este momento me rindo y dejó de luchar contra lo imposible, amo a este hombre y estoy dispuesta a luchar por él, por nuestro amor... por nuestro futuro juntos.