capitulo 9

3492 Words
Capítulo 9 Estaba desconcertada por lo que acababa de pasar entre Eryx y yo. Las piernas aún me temblaban y el corazón no había dejado de palpitar dentro de mi pecho. Todo fue tan rápido y tan surreal, que aún me negaba a creer que había sucedido. Estaba sudando exageradamente por causa de los nervios. Caminaba de un lado a otro en el pequeño espacio, me negaba a salir y enfrentarme a todos en la mesa… sobre todo mirar a Eryx luego de lo que había sucedido en este baño. No sabía cómo actuar, ni qué era lo que debía hacer, me encontraba agitada y estaba segura que todos lo notarían de inmediato.Sobre todos porque ellos me conocían y saben muy bien que no soy una mujer nerviosa. Pero esta vez me estaba saliendo de mis casillas, al punto que llevaba más de media hora encerrada en el baño y sabía muy bien que en cualquier momento vendrían por mí ya que estaba tardando más de lo normal. ¡Por Dios! Había follado con el novio de mi mejor amiga y lo peor de todo es que no habíamos usado protección.Estaba propensa a una posible ITS, y bueno para que negar, estaba proclive a un posible embarazo. Diablos… de verdad que había resultado ser la peor de las idiotas. Saque una toalla del gabinete y limpie los chorros de semen que se deslizaban por mis muslos. La arrojé a la papelera. También me lave la cara varias veces antes de tomar la decisión de salir, me sentía como la peor de las traidora, Judas se quedaba en pañales comparado conmigo.Me estaba metiendo en la relación de mi mejor amiga y eso me estaba matando. No sé cómo pude cometer tal acto en una casa llena de personas, en donde además estaban mis padres, mi pareja de turno y por supuesto mí mejor amiga… la novia y prometida de Eryx. Me sentía como la zorra más sucia del mundo. Me aliso el vestido para eliminar cualquier arruga y bajo las escaleras más tiesa que un palo de escoba. –¿Ali vas a querer postre? –escucho que gritan desde la planta baja y suspiro, debo de actuar como si nada… porque lo que pasó no ha significado nada. –Si ya voy –grito y me sale un graznido– bajo las escaleras mientras me trato de convencer a mí misma de que todo está bien. Cuándo vuelvo a la mesa encuentro que todos se ríen a carcajadas de algo, incluso él. No quiero volver a sentarme a su lado pero es el único lugar que se encuentra vacío y no quiero alertar a nadie con alguna actitud indebida y fuera de lugar. En cuanto me ve me mira con intensidad, me habla con sus ojos y ellos me dicen que fui suya y que ahora le pertenezco. –Has vuelto cariño. –Ale se levanta y se acerca a mí para darme un beso corto. Pero esta vez siento que no está bien que lo haga y esa sensación me molesta, porque Eryx no me pertenece y el hecho de que hayamos follado no significa que seamos algo más. La mirada de Eryx se vuelve gélida e implacable, molesta por el hecho de que Ale me haya besado. –Sí, solo tenía dolor de cabeza, pero me he tomado un calmante. Lleva su mano sobre mi rostro y me acaricia suavemente con los nudillos de su mano. Sonrío por el gesto, pero siento que la sonrisa no alcanza mis ojos. –Vamos cariño, déjame acompañarte hasta tu lugar. Asiento y comienzo a caminar en dirección a mi silla. Los ojos de Eryx permanecen sobre mí, sin importar si alguien lo pilla mirándome. Ale me deja en mi silla no sin antes darme otro beso. Luego vuelve a su lugar con una enorme sonrisa en su cara.Puedo sentir el calor del cuerpo de Eryx a mi lado y puedo notar como me estremezco tan solo con estar a su lado. No pierde la oportunidad y enseguida toma mi mano por debajo de la mesa y la entrelaza con la suya. Estuve a punto de brincar de la sorpresa, afortunadamente pude controlarme. Cierro los ojos cuando su pulgar comienza a frotar el dorso de mi mano. Es como si algo mágico se activara cada vez que me toca, me hace sentir protegida y segura cuando estoy con él. Su mano nunca suelta la mía y dentro de mí, muy profundo dentro de mi pecho deseo que no me suelte nunca más. Un bíper comienza a sonar y sé que se trata de Ale. Lo veo revisar el mensaje y su rostro cambia de inmediato. –Discúlpenme, pero debo retirarme en contra de mi voluntad. Hay una emergencia y es preciso que la atienda. Se levanta de la mesa y se despide de todos. Hago lo mismo para acompañarlo a la salida pero Camile me detiene. –No te levantes Aly, pero yo también tengo que irme, se me pasó la hora y debo ir a la oficina a resolver un asunto que amerita de toda mi atención. ¿Ale, puedes darme el aventón? ¿Pero qué es lo que está pasando? ¿Ahora todos tienen que irse de urgencias? –Por supuesto, no hay ningún problema. –Eryx puedes quedarte si así lo prefieres, porque estaré ocupada toda la tarde y es posible que parte de la noche, no sé a qué hora pueda volver. –No te preocupes cariño… me quedaré un rato más, ve con cuidado. Su mano se mantiene aferrada a la mía, mientras yo me encuentro al borde de una crisis de nervios esperando que Ale o Camile nos descubran tomados de la mano. Ale y Camile se despiden de nosotros y luego se van dejándonos solo a mí y a Eryx y por supuesto en compañía de mis padres. –Que les parece si abrimos una botella de licor y celebramos por este día tan maravilloso. ¡Válgame dios! Ahora es a papá a quien se le ha ocurrido tan maravillosa idea ¡Joder! –Estoy de acuerdo con eso. –es Eryx el que secunda. Nos vamos a la sala y papá y mamá nos dejan un momento a solas mientras van al depósito por la botella y algunos vasos. –Aún tengo tu olor sobre mí –se acerca a mí y me susurra bajito– y espero el momento de probarte, de saborear la dulzura que tienes en tu delicioso coño. Sus palabras me hacen temblar y puedo sentir de nuevo como la humedad comienza a brotar de mi v****a. Se aleja de nuevo cuando oímos los pasos de mis padres regresando. Cuatro vasos son servidos y doy la bienvenida al amargo sabor, quiero desahogarme con la bebida. Comenzamos a beber y a charlar por espacio de cinco horas. Y no es hasta 3 botellas vacías después que mis padres completamente borrachos se despiden de nosotros para irse a dormir. Yo también estoy ebria, no acostumbro a tomar, pero gracias a ello me siento feliz y tranquila. Trato de ver la hora en el reloj, pero mi vista está bastante borrosa. No es hasta que siento los brazos de Eryx sujetar mi cintura que recuerdo que aún se encuentra aquí conmigo… solos. –Vamos a tu cuarto nena… quiero más de ti. Sonrío, me parece una genial idea. Lo tomo de la mano y lo llevo conmigo hasta la habitación que conservo en la casa de mis padres. La de ellos está en la planta alta, mientras que la mía se encuentra en el piso de abajo. Llegamos a mi habitación y no pasa un segundo cuando Eryx pasa el seguro y comienza a quitarme la ropa. Mi sangre se calienta de inmediato y aún no me ha tocado cuando comienzo a gemir. Me quita el vestido de manera apresurada hasta que me encuentro desnuda, solo falta desprenderme de mis tacones altos. –Déjame quitarme los zapatos. –No… déjatelos puestos. Trato de desprender los botones de su camisa, pero me siento tan torpe que fallo en el intento. Así que el mismo lo hace. –Déjame hacerlo yo mismo nena, no quiero perder tiempo, quiero enterrarme de nuevo dentro de ti. Brinco sobre él y hundo mi lengua en su boca. Los dos gemimos y jadeamos mientras nos besamos con intensidad. Lo deseo tener dentro de mí. Necesito que me tome y me haga suya. Sentirme llena con su pene y explotar en sus brazos. Su ropa cae en un solo montón y jadeo cuando veo su inmenso pene duro e hinchado. Enseguida mi v****a se hincha al igual que su pene y el deseo estalla con furia dentro de mí ser. Me toma por los muslos y me monta sobre su cintura y me empuja contra la pared, puedo sentir como la punta de su pene se desliza rápidamente dentro de mi v****a. Grito desesperada, loca de lujuria, desatada como nunca antes porque él es el hombre que he esperado toda mi vida… el hombre perfecto para mí. Sus embistes son implacables y feroces, tal como me gusta que me tomen. Me sujeto fuerte de su cuello y de su cintura para evitar resbalarme. Su boca toma uno de mis pezones y me hace chillar. Tantas sensaciones juntas me están volviendo loca, sensaciones y sentimientos que nunca había sentido antes. Se mueve y me lleva hasta la cama, sin salirse de mí. Se hunde una y otra vez dentro de mí en una sincronía perfecta de movimientos rápidos y demoledores que me tienen al borde del orgasmo. –No puedo más Eryx… me voy a venir. –Dámelo nena, no lo reprimas, yo también estoy a punto de hacerlo. Mete su mano entre nuestros cuerpos y comienza a frotar mi clítoris mientras se sigue impulsando dentro de mí. Puedo sentir el calor irradiándose por todo mi cuerpo, como la deliciosa sensación se propaga a punto de llevarme al mejor y más extraordinario clímax que alguna vez me hayan hecho sentir. Y en tan solo segundo un centenar de cohetes estallan dentro de mi cuerpo, haciéndome retorcer y sacudirme como nunca antes. El mejor de los orgasmos… sin duda alguna. Pocos segundos después, luego de un par de embistes más lo siento gruñir y tensarse entre mis brazos. Lo beso, agradecida y emocionada por todo lo que acaba de hacerme sentir. –Te amo Eryx. No puedo evitar decirlo, porque ahora más que nunca estoy segura de ello. –Yo también te amo nena, como nunca a nadie. Cierro mis ojos y me quedo dormida entre sus brazos, con mi corazón latiendo fuerte por su declaración y mientras aún se mantiene dentro de mí. Vuelvo a despertar en medio de la noche, cuando siento una boca mordiendo y chupando mi coño y arrastrando su lengua una y otra vez por todo mi canal, luego un par de dedos se unen hundiéndose profundamente dentro de mí, haciéndome temblar y gritar como loca. El orgasmo me sobreviene de inmediato y mientras aún estoy en medio del cataclismo Eryx se mete dentro de mí hasta lo más profundo de mi v****a, extendiendo mi clímax y haciéndome sentir la mujer más feliz de todo el universo. Nos amamos toda la noche, hasta que el sol nos sorprende enredado en los brazos del uno y del otro. Caigo agotada y satisfecha y totalmente rendida en los brazos de Morfeo. Abro los ojos y me levanto exaltada buscando a Eryx a mi lado. Pero el lugar está vacío. ¡Por dios!... que imprudentes hemos sido. Salgo a la carrera y veo el reloj, apenas son las 7 de la mañana, mis padres no se han levantado y no hay señas de Eryx por ningún lugar. Comienzo a sentir una humedad entre mis piernas y me percato de que es semen lo que cae sobre mis muslos. ¡Maldición! No de nuevo. Voy corriendo al baño y tomo una ducha larga para quitar todos los restos de fluido que Eryx ha dejado dentro de mí. Salgo de inmediato y me visto, no sin dejar de preocuparme por el hecho que tuve sexo toda la noche con Eryx sin ninguna protección y no fueron una ni dos veces, fueron más de seis. Mordiendo mis uñas decido buscar en internet que hacer en estos casos.Saco mi laptop de la gaveta de mi peinadora y me siento con las piernas cruzadas sobre la cama y la laptop sobre mis piernas. ´´Que hacer si tuve relaciones sexuales sin protección´´ teclee de manera rápida, parecía algo estúpido que una mujer que había tenido varias relaciones en su vida buscara algo como esto en la web, pero la verdad es que mi cerebro no daba para mucho en este momento. 1. Visitar a su médico. No obvio no iría, me controlaba en el mismo hospital en el cual trabaja el doctor sexy, no me podía imaginar encontrarme con él y que me preguntara que estaba pasando, ¡no!, me negaba a ir al hospital, siguiente. 2. Piensa si es importante o no tomar la píldora del día después. Eso, lo había olvidado por completo, la píldora, debía salir a comprarla y ya problema resuelto, rápido y sencillo, no entiendo cómo puedo ser torpe. Antes de apagar todo di un vistazo más, y me quede totalmente quieta. 3. Recuerda que tu único problema no es un posible embarazo, sino una ITS. Santísima mierda. No sé qué me había pasado por la mente, no entiendo como pude ser tan estúpida. Nunca antes me había pasado, me parece totalmente irracional que a esta edad esté pasando por esto, ni siquiera me ocurrió cuando tenía 18 y era un alma inocente, y viene y me pasa cuando se supone que tengo experiencia, soy demasiado estúpida. Me pongo unas sandalias y salgo del cuarto apurada, necesito agendar una cita con mi ginecóloga y comprar una pastilla del día después. Tomo mi cartera y mi móvil y salgo apresurada a buscar una farmacia. Pero ninguna de las que hay alrededor ha abierto aun. Así que me voy a la farmacia que está cerca de mi apartamento, ya que trabaja en turno de 24 horas. Al llegar, me topo con Eryx, esta vestido deportivo y al verme sonríe, me dirijo furiosa hacia él y lo empujo. –Tú… pedazo de idiota –le digo molesta y el alza una ceja. Me toma en sus brazos y me besa y yo cedo como una absoluta idiota, luego recupero mi voluntad y lo vuelvo a empujar. –¿Estás loca? –Obviamente que estoy loca y eso es por tu culpa –lo señalo con el dedo– no usaste protección –le reclamo y él me toma de nuevo entre sus brazos mientras sonríe. –Fue una delicia sentirte piel a piel, la mejor sensación de mi vida. Miro alrededor nerviosa de que alguien nos pille en una actitud tan comprometedora. –Estoy hablando en serio Eryx. –le reclamo enojada. –Lo siento, pero tranquila, estoy limpio, siempre me he cuidado, es la primera vez que no uso protección –murmura y yo sigo igual estoy molesta. –Yo no me cuido Eryx –replico– yo puedo estar embarazada. Él se queda en silencio, su cara cambia en cuestión de segundos, parece realmente preocupado, se pasa la mano varias veces por el cabello en un gesto de nerviosismo.Se veía tan sexy, me daban ganas de saltarle encima.Traté de concéntrame en el problema, pero mientras más lo veía más me gustaba, estaba sudado, pero eso me volvía loca al recordarlo completamente mojado y enterrado sobre mí. Parecía que venía del gimnasio o de hacer ejercicio. –Mierda, tenemos que hacer algo Aly, no creo que estemos preparados aun para esto – dice nerviosos y yo alzo una ceja. –No obviamente no, ni ahora ni nunca Eryx Andreato –le digo observando todo su cuerpo –no tenemos una relación no tenemos nada, simplemente fue un… Él se acerca de una manera realmente rápida, me empuja contra en la pared de forma brusca y se lanza a mis labios, nuestros labios se estrellan con ferocidad, su lengua sale al ataque y la mía no se queda atrás, subo una pierna y la enrolló en su cadera, él se aprieta contra mí y gimo en sus labios, el deseo que sentimos el uno por el otro es más grande que cualquier otra cosa. Luego recuerdo que estamos en la calle, que afortunadamente está sola aún, y bajo mi pierna de sus caderas. –Ali –murmura y baja sus labios a mi cuello– me tienes loco y no me importa si esto tiene consecuencias, te dije que te amaba y no me importa si quedas embarazada, siempre que sea un hijo nuestro. Besa mis senos sobre el vestido y me siento en el cielo, el Dios griego podía hacer con mi cuerpo lo que él quisiera. Eryx tenía un efecto único en mi cuerpo, el ocasionaba que yo estuviera a su merced. Mi cuerpo le respondía y aunque odiaba pensarlo me sentía como si le perteneciera. –No deseo quedar embarazada Eryx, no es prudente y menos en estas circunstancias. –Está bien nena, que necesitas que haga. Me vuelve a besar, la atracción es imposible de soportar. –La pastilla –murmuro en su boca y él se aleja un poco y asiente. –Vamos por ella. Vamos hasta el estacionamiento del edificio y me guía hasta su auto, un deportivo rojo muy llamativo, si eso de ir con cautela no iba con Eryx Andreato, me abrió la puerta del copiloto y subí sin chistar. Tomó mi mano y enseguida el ambiente se cargó de lujuria y erotismo, yo solo deseaba lanzarme a sus brazos, necesitaba que me tocara que me volviera hacer suya, y sabía que mis deseos estaban muy mal, Eryx era prohibido para mí, pero quizás por eso me parecía más divino. El camino a la farmacia fue corto y callado mientras nos manteníamos sujetos de las manos. Me baje del auto de forma automática y camine entre los pasillos para acercarme a la farmacéutica. En el mostrador había una chica de unos 25 años, tenía el cabello rubio de un tono chillón y sus uñas eran de un color rosa que me daban arcadas. Se veía como toda una zorra, me arme de valor y le sonreí al espécimen que hacía ver a las mujeres como seres sin cerebro. –Buenos días –digo y ella alza una ceja. –¿Que deseas? –¿Tienen la píldora del día después? –ella me muestra una sonrisa cínica, obviamente sabía porque buscaba esa pastilla y a mí me daba vergüenza, en ese momento me sentí también como una descerebrada. –No tenemos, se han acabado, creo que las parejas se han dedicado a follar esta semana sin protección –murmura luego de darle un vistazo al computador– pero recuerda que antes de los 3 meses siempre puedes abortar. ¿Qué mierda? Salgo molesta sin ni siquiera despedirme de la idiota ¿abortar? Diablos no estaba segura, lo más probable es que no estuviera embarazada o eso es lo que creía, pero abortar no era una opción, me tomaría la bendita píldora y que pasara lo que tuviera que pasar. –¿La tienes? –me pregunta Eryx al montarme en el auto y niego. –No, a la próxima te bajas tu – le digo molesta, mientras él acaricia mi rodilla. –¿Por qué yo? –sonríe divertido. –Porque esto no es solo mi culpa – el suspira y asiente mientras pone el auto en marcha. No puedo estar embarazada, no ahora. Visitamos todas las farmacias que conocíamos o que encontramos abiertas en la ciudad y ninguna contaba con la dichosa píldora. Estaba frustrada, molesta y sobretodo deprimida.Mi celular sonó y era un mensaje de Ale, dude si abrirlo o no, la verdad es que no tenía ganas de hablar con nadie. Así que lo deje sin leer y me enfoque en Eryx. –¿Qué haremos? –le pregunto y el suspira. –No sé, nunca había pasado por algo así… como las farmacias no van a tener la dichosa píldora, esto parece una broma –murmura y se pasa la mano por el cabello. –Nunca me había pasado algo semejante –le contesto y el acaricia mi mejilla. –Saldremos de esto nena, pero pase lo que pase siempre contarás conmigo. –asiento sin más que decir. No sé qué va a pasar de ahora en adelante, lo único seguro es que amo a Eryx Andreato y él es el dueño de mi corazón… aunque lo nuestro sea imposible, si queríamos estar juntos teníamos que superar demasiados obstáculos, teníamos que ser fuertes, porque de seguro nadie aceptaría nuestra relación.
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