Capitulo 4

2027 Words
Capítulo 4 Estaba agitada. Mi cuerpo pedía a grito más, pero mi conciencia no me dejaba, sucedió tan rápido que me tomó por sorpresa, con la guardia baja, yo no debía de haber caído en la tentación, yo no debí de haber seguido. Tuve que haberlo apartado en ese mismo instante, ¡Diablos!, con él todo es diferente, me nubla de tal manera, que todo mi sistema se bloque respondiendo solo para él, dominada bajo su hechizo. No sabía quién había tocado la puerta, estaba muy nerviosa como para salir y comprobar quien era. Solo pensé en alejarme de él, de su adicción, del pecado que jamás debo cometer. Estaba tirada sobre mi cama solo con la toalla. Tenía que encontrar la manera de alejarme de Eryx, evitar a toda costa su dominio y atracción sobre mí. No podían seguir pasando estas cosas, no cuando Camile era mi mejor amiga. Me preocupaba el hecho de que con él, toda mi experiencia no servía de nada. Todo el control que siempre había tenido sobre los hombres, en todas las situaciones que se me presentaran, en su presencia… simplemente desaparecía. Era presa fácil de su seducción. Mi celular suena, pero aún sigo agitada. Mi cuerpo ansía los besos y caricias de Eryx, aun tiembla por sus toques. Así que agradezco la distracción y contesto. –Hola mama, bendición. –Hola Alyn, Dios te bendiga. Solo llamaba para saber si aún continuabas con vida–sonrió y comienzo a relajarme. –Estoy viva mama, solo no he tenido mucho tiempo últimamente, pero te prometo que mañana voy a visitarte. –Eso nos haría enormemente feliz a tu padre y a mí, hace bastante que no te vemos mi bebe –y sigue con su idean de que aún soy una niña. Mientras converso con mi madre todo lo que pasó con Eryx queda relegado al último rincón de mis recuerdos… por ahora. Pienso en la absurda idea de irme de aquí por un tiempo para alejarme de él y tratar de que ésta loca obsesión desaparezca, sacarla de mi cuerpo para siempre. La verdad es que esto me tiene bastante incómoda, lo mejor será alejarme de Eryx y Camile. Podría irme unos días, pero igual lo vería en el trabajo. ¡Dios! no puedo seguir así. Mi celular envía un aviso de un mensaje recibido, mientras me aburro hablando con mamá sobre la vida anodina de mis primas. ¡vaya! Que puede interesarme sus perfectas vidas de mujeres recatadas –remarco entre comillas–. Bien podrían estar viviendo en un convento si tan santas son ese par de putas ocultas. Como si no conociera sus historias tras bastidores, si han resultado ser el pasapalo de todos los hombres de la ciudad. Pongo el altavoz mientras abro el mensaje. De: Doctor Sexy. ¿Color favorito?´ Y como arte de magia, se presenta la distracción perfecta contra la obsesión del tipo Eryx. Sonrió, él parece ser un buen tipo. Presiento que es de esos hombres que toman todo con calma, sin tanto drama. Puedo apostar que es del tipo que procura que su pareja pase un buen rato con él, sin el melodrama que trae una relación. Muero por saber si es de los que lo dan todo o a medias, parece ser de la primera clase, y muero por descubrir que es lo que hay bajo su piel. Me encanta la forma en que se refirió a su familia, veo que es un tema importante para él y eso me gusta. Podría hacer buen par con él, sobre todo ahora que necesito de alguien que aleje todos mis pensamientos de Eryx. Para: Doctor Sexy. El azul, en todos sus tonos no me podría decidir por uno. ¿Y el tuyo? ¿No estabas trabajando?´´ –Y Alisa me comento que estaba desempleada, lo más seguro es que trate de buscar trabajo aquí- suspiro, se lo que viene. –No madre –la detengo de inmediato– en la empresa no puede trabajar, al menos no por ahora –no quiero a la puta de mi prima metiendo sus narices en mis asuntos–, eso seríaun gran problema, yo de verdad no es como si tuvieraun puesto en donde… –No sé qué esperas para cambiar de trabajo, tienes un carrera Alison, saca provecho de ella, no te veo toda una vida trabajando como recepcionista- me reprende y pongo los ojos en blanco, siempre el mismo problema. –No voy a pasar toda la vida como recepcionista mamá, tengo poco tiempo en la empresa y debo trabajar duro para conseguir una buena oportunidad y poner mi carrera en marcha. Sé que lo voy a conseguir, solo dame tiempo para demostrarte que puedo hacerlo. A ver cuéntame ¿cómo va papá con los arreglos? –cambio el tema porque sé que si se lo permito, será una conversación interminable y no estoy para tanto drama. De: Doctor Sexy Me gustan todos los colores. Acabo de terminar mi turno. Para ser sincero no tenía idea sobre que escribirte y se me ocurrió esta estupidez de los colores, ¿estas ocupada?´´ Para: Doctor Sexy. Hablando con mi madre por celular, ¿Por qué? Alguna idea en particular… Uyyy, pero esto se pone caliente, como a mí me gusta, para que dilatar lo inevitable. Mama me sigue hablando de papa, y de cómo se niega a pagar por un contratista. Mi padre se cree autosuficiente para todo, nunca le pagaría a alguien para hacer algo que él está seguro puede hacer. Así a la final salga todo mal y mucho más caro de lo que habría costado si se hubiera decidido a llamar a un profesional. De: Doctor Sexy. ¿Qué te parece si nos vemos?Tú, yo, un bar. ¿Te parece?´´ Para: Doctor Sexy. ¿Dónde y cuándo? Si los dioses me ponían a semejante hombre en mi vida yo no era nadie para rechazarlo. Estaba más que dispuesta a dar de comer a mi cuerpo y él estaba sumamente hambriento y un buenorro como ese… era un plato fuerte y delicioso. ¿Se acuerdan de su primer amor? Ese en donde las mariposas revolotean en tu estómago y toda la cosa cursi que viene con ello. Nunca me ha pasado una cosa como tal y con Adam, lo que sentí solo fue curiosidad por lo desconocido. Nunca hubo sentimientos de ese tipo. Nunca he sentido amor por ninguno de los hombres con los que me relacioné. Creo que ese es el motivo por el que me fue tan fácil terminar todo tipo de contacto con ellos. Y no era porque fuera frívola o que estuviera seca por dentro, sino porque nunca existió un nosotros. Ninguno me hizo sentir su otra mitad, eso que muchos llaman su media naranja, ninguno logro llegar a mi corazón. Y maldita sea que aún lo estaba esperando. Deseaba a ese hombre que me hiciera sentir todas esas emociones. Pero la cosa es que con el doctor sexy me sentía extrañamente cómoda. No es como si lo amara, eso sería ir demasiado rápido ya que lo acababa de conocer, solo queme hacía sentir en confianza, quizás es porque sea médico y suelo confiar en los doctores, pero con él va a otro limite. Me vestí rápidamente, ya que acordamos que pasaría por mí en media hora. Escogí un vestido sugerente, pero no vulgar. Me encanta vestir sexy pero dentro de lo decoroso, no busco verme como una puta ¡ni pensarlo! Solo me gusta sentirme poderosa y dueña de la situación. Cuando estuve lista salí a la sala para esperar a que Alejandro subiera por mí. Él quería conocer mi apartamento, así que lo invité a que subiera. Había olvidado que Eryx se encontraba aquí conmigo y lo conseguí sentado en el comedor, sentado frente a su laptop. Cuando me miró algo eléctrico recorrió todo mi cuerpo. Su mirada era intensa, salvaje y ardiente. Provoco que todos mis vellos se levantaran e hizo que perdiera mi capacidad de hablar. Me repaso de arriba abajo, y mientras lo hacía, su lengua jugueteaba con sus labios y estuve a punto de desmayarme. –¿Piensas salir? –No es tu problema Eryx. –le respondo con malestar, no quiero que siga ejerciendo su poder sobre mí. -Alyn por favor… solo te hice una sencilla pregunta y espero que la respondas. –su voz es autoritaria y dominante. Mis bragas se empapan porque me encantan los hombres con poder, que me dominen y ejerzan cierta autoridad sobre mí y que él lo haga, derrumba todas mis barreras. –Por favor tú, Eryx… es mejor que dejemos esto hasta aquí, tú eres el novio de Lilly y yo no estoy dispuesto a engañarla, no de esa manera Eryx –él se levanta de la silla rápidamente y se abalanza sobre mí. –No séqué me pasa contigo Alyn. Solo sé que me atraes y me vuelves loco –se acerca y me hace retroceder hasta que estoy contra la pared. Todas mis alarmas comienzan a sonar, pero no puedo hacer nada para detenerlas. Me embruja y me somete a su antojo, me pierdo cada vez que estoy cerca de él. –Hay un magnetismo que me atrae a ti y no soy capaz de evitarlo, quiero tenerte Alyn, saborearte como deseo hacerlo desde la primera vez que te vi, conocer todos tus secretos… cada sabor de tu cuerpo. –y con solo tres palabras me deshago entre sus brazos, soy presa fácil de sus deseos, una marioneta fácil de manejar. Comienza a besar mi cuello y se lo permito, porque no tengo voluntad para impedirlo. Me hace temblar como ningún hombre lo ha hecho y despierta cada deseo contenido dentro de mí ser. Puedo sentir como su mano recorre la parte externa de mi muslo hasta que alcanza los dobles de mi vestido. La lujuria me somete a su antojo, a todo lo que él desee hacer conmigo. Sin preverlo, coloca sus labios en la comisura de su boca y comienza a dejar pequeños besos que me antojan de más. –Ves el magnetismo que surge entre nosotros… ¿puedes acaso evitarlo? Porque yo no puedo Alyn… y entonces me besa, con uno de esos besos que lo posee todo, tu cuerpo, tu alma… tu corazón. Gimo, porque lo que estoy sintiendo es desconocido para mí. Toma todo lo que tengo sin pedir permiso. Su lengua lo abarca todo, cada espacio de mi boca, cada ansia de mi ser. Lo escucho gemir al mismo tiempo y eso me vuelve loca. Lo tomo por el pelo y respondo a su beso con fuerza, hundiendo mi lengua hasta donde le sea posible llegar. Él me toma y me eleva entre sus brazos y yo enredo mis piernas en su cintura, loca, pérdida y anhelante de todo lo que me pueda dar. Sus manos hábiles recorren cada espacio de mi cuerpo y se detienen en mis nalgas para apretarlas con frenesí. Ya no puedo detenerme ni quiero hacerlo. Puedo sentir su bulto presionando mi coño y me muevo en busca de fricción, quiero sentirlo allí, donde solo el placer pueden llevarme hasta la cima del cielo. Pero toques en la puerta nos sacan del embrujo en el que nos encontramos y la vergüenza y la culpa, se imponen destruyéndolo todo, acabando con la magia y recordándome que lo que acaba de pasar ha sido un gran error. Le pido que me deje bajar. Lo hace y no me atrevo a mirarlo a la cara. ­–Por favor abre la puerta, voy a mi cuarto a cambiarme y a retocarme. –susurro aun sin dirigirle la mirada. Estoy muy avergonzada conmigo misma. Abro el cajón para sacar unas bragas limpias y luego me dirijo al baño para retocarme el maquillaje. Me veo al espejo y la culpa me golpea doblemente, porque la mujer que veo en el espejo es una desconocida para mí. Una que ha traicionado a su amiga con su propio novio. Una que ha probado la manzana del pecado y que ahora muere por más.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD