Merlín llegó a la casa de invitados con Isabella en brazos. La tenía que poner a ella también en cuarentena, no sabiendo aun si era portadora del virus. No podía arriesgarse a dejársela a Jelena en la mansión para que la cuidara, y que Ethan se contagiase. Y aunque él muy bien podría quedarse solo con la nena en la casa de invitados, debía admitir que no sabía muy bien cómo cuidar a una recién nacida. Había comprado leche, pañales, pijamas de recién nacida, y todo lo que necesitara la nena, pero no sabía muy bien qué hacer. Además, sabía la importancia de la leche materna para un recién nacido, e Isabella ya tenía dos horas de nacida y aún no había ingerido liquido alguno. Merlín había intentado darle algo de agua en un biberón, pero la niña no se lo recibió. Sabía que era cuestión