Ethan no tuvo que lavar los platos, ya que Merlín con solo chasquear los dedos dejó la cocina como una taza de cristal. Ethan quería ver qué otros trucos podía hacer el mago, pero no lo presionó para que le mostrara todo su poder mágico. —¿Hablaste con tus padres? —le preguntó el galeno a su joven novio mientras subían las escaleras que los llevaban al segundo piso, en donde estaban todas las habitaciones. —Por medio de chats, porque no han querido hacer videollamadas —respondió el muchacho, en un suspiro de preocupación —, rezo a Dios porque lo que tengan sea un resfriado típico del invierno, y no ese virus zombi. —Al hospital ya está llegando gente, en su mayoría ancianos, con síntomas de un fuerte resfriado que les afecta los pulmones —dijo Merlín, tomando de la mano al joven mien