Capítulo 4 (Part.1)

1721 Words
POV’S Kenna: ¿Quién es él? Trae puesta una máscara como todos los invitados de la fiesta y no puedo verlo bien, aunque está oscuro, así que tampoco podría verlo bien. Como dije antes, él es muy alto e imponente, su altura da miedo e impone respeto, pero su sonrisa es extrañamente encantadora y no puedo adivinar con qué expresión me miran sus ojos debajo de ese antifaz. Él se encuentra a unos cuantos pasos de mí, justo al otro lado de la puerta de cristal que abrí hace poco, pero, aún a esa distancia, retrocedo un poco mirándolo con cautela. Es un completo desconocido así que no me puedo confiar demasiado. —Vine aquí buscando la tranquilidad que sólo la soledad puede darme, pero me encuentro con una muy grata compañía ¿Debería decir que soy muy afortunado?— continua hablando, mientras camina a pasos lentos hacia la puerta, acortando con ello la distancia entre ambos. No parece estarse burlando de mí. Reúno todas mis fuerzas para mantenerme en mi lugar sin estar retrocediendo a casa paso que este hombre enmascarado da. No sé quién es, no puedo reconocerlo, pero, por su manera de hablar, deduzco que es cualquier hijo de las personas adineradas que asistieron a este evento. —Por favor no me tenga miedo, no he venido a lastimarla— me dice en tono tranquilizador, debió notar que estaba alerta— Si me lo permite ¿Puedo acompañarla? Aprieto mis labios y miró fijamente a través de mi antifaz. No parece un tipo peligroso, sólo parece un poco intimidante debido a su gran altura, pero no creo que pueda hacerme algún daño, aunque debo tener cuidado. —¿Por qué…?— es lo primero que sale de mis labios y titubeo un poco al hablar— ¿Por qué usted querría la compañía de alguien como yo? Él se detiene por completo y caigo en cuenta de que se encuentra mucho más cerca que antes. Disimulo el temblor en mi cuerpo al estar a solas con un hombre desconocido y, aunque siento que no es una mala persona, todavía siento algo de temor. El desconocido parece mirarme fijamente, como si estuviese analizando detenidamente mi pregunta como si estuviese pensando como responder de manera correcta. —Esa es una pregunta inesperada— me responde y puedo ver una sonrisa extendiéndose en su rostro— La pregunta es: ¿Por qué no querría su compañía? Mi ceño se frunce de manera inevitable. Este hombre es extraño, muy extraño. —Nosotros no nos conocemos— expreso a modo de explicación— ¿Por qué querría la compañía de una completa desconocida? Soy, normalmente, una persona tímida que no interactúa muy bien con los extraños, es más, podría considerarme una persona completamente antisocial, pero ahora me atrevo a hablar así con él sin saber la razón, quizás sea porque he bebido un poco esta noche lo que me ha envalentonado un poco. La sonrisa que antes tenía en su rostro se abre, mostrando una perfecta hilera de dientes blancos. Parece estarse divirtiendo con la situación, aunque no parece burlarse de mí. Sigo pensando que este hombre es muy extraño. —Esta situación me resulta muy interesante— suelta una suave risita entre dientes— Es usted encantadora— mi rostro se enrojece ante su “halago” aunque no sé si tomarlo como tal— Ciertamente, usted tiene razón, si se presenta ante usted un hombre enmascarado, lo justo sería sentir desconfianza— en ese momento veo como toma entre sus manos su máscara, para quitársela lentamente de su rostro— ¿Así está mejor? Oh. No puedo evitar abrir mis ojos más de la cuenta al ver el semejante hombre que se encuentra frente a mí. Creo que es el hombre más guapo que he visto ¿Será alguna celebridad? ¿Algún modelo famoso? Está fiesta reúne a muchas personas importantes, así que no me sorprendería que este hombre fuese alguna personalidad famosa. Debido a la tenue oscuridad, no alcanzo a ver cual es el color de sus ojos o su cabello, pero sus rasgos marcados son verdaderamente masculinos y hermosos. Cejas pobladas y ojos de una bonita forma que combinan con su rostro, su nariz se ve recta y perfecta, al igual que su mandíbula cuadrada que termina en una afilada barbilla que lo hace ver más masculino, sus labios se ven finos, pero ese no es ningún problema para su apariencia, ya que eso sólo hace que su rostro luzca equilibrado y perfecto. Tiene una apariencia juvenil, pero sorprendentemente madura. Nunca en mi vida había visto un hombre tan hermoso. —¿Luzco tan aterrador?— pregunta con una hermosa sonrisa en su hermoso rostro y yo sólo soy capaz de negar con mi cabeza— Me alegro, pensé que mi apariencia le causaba temor— expresa en medio de un profundo suspiro— La verdad es que eventos sociales me son agobiantes e innecesarios, por eso siempre busco un rincón para estar solo ¿Usted que piensa? Sorprendentemente pienso igual que él. Aprieto mis labios y me siento apenada de verlo a la cara, pues su belleza es verdaderamente abrumadora. No pienso que este hombre sea malo, es más, parece ser un excelente conversador, pero me pone algo nerviosa. Es la primera vez que estoy completamente a solas con un hombre desconocido. Me giro sobre mis talones para darle la espalda a este hombre tan atractivo y elevo mi cara al cielo para respirar profundo y solar un sonoro suspiro. —A veces la soledad es la mejor compañía — dejo salir esas palabras sin siquiera pensarlo y, cuando me doy cuenta, pierdo el control sobre mi lengua— ¿Le ha pasado que se siente fuera de lugar? —Un sinfín de veces— responde siguiendo mi extraña conversación— Quizás no seamos nosotros que estamos fuera de lugar, quizás es el lugar que está fuera de nosotros— escucho sus pasos a mis espaldas y veo de reojo como se posiciona a mi lado a una distancia prudente— ¿Quién está más loco? ¿Nosotros o el mundo? Eso no lo sabremos, a veces la vida no tiene las respuestas que queremos. Eso es verdad. Un ejemplo de ello soy yo, a punto de ser casada con un hombre al que jamás en mi vida he visto, un hombre para el cual me hagan vendido como si yo fuese alguna propiedad. No quiero seguir esta ruta en mi vida ¿Cómo puede ser? ¿Por qué me pasa esto a mí? Hay un sinfín de preguntas y ninguna de ellas tiene respuesta. —Eso…Es así — acepto ante su forma de ver la vida, pues así también la veo yo— Las preguntas son infinitas, pero las respuestas son pocas…Es algo injusto. —La vida es injusta…Así es… De pronto me veo envuelta en una conversación fluida entre este desconocido y yo. Las palabras parecen fluir con facilidad, tanto, que incluso me sorprende a mí. Es un excelente conversador. Cada tanto lo observo de reojo a través de la máscara que no me he quitado por carencia de valor. Sus pensamientos son justos y la forma de entender mis escazas palabras es admirable. Es un hombre amable, bastante educado y, a pesar de estar en un ambiente solitario, no intenta nada inapropiado lo cual hace que me sienta más tranquila. En medio de la oscuridad nocturna me he encontrado un compañero para hablar y desahogarme. Se siente bastante liberador. —Puedo preguntar ¿Qué piensa usted sobre el matrimonio?— me atrevo a preguntar sin siquiera pensarlo y creo que es por todo lo que he bebido hoy. Él se detiene ante mi sorpresiva pregunta y veo una sonrisa ladeada extenderse en sus finos labios. —Vaya, señorita, esa es una pregunta inesperada— confiesa alzando sus ojos para ver el oscuro cielo que se halla sobre nuestras cabezas — Algunos lo ven como un signo de alarma y peligro sin lugar a dudas— en ese momento sus ojos caen en mí y es en ese momento que noto que sus ojos son claros ¿Azules quizás?— Pero muchos otros lo ven como un sueño… Un sueño. Muerdo mi labio inferior al oírlo hablar con tal suavidad. Supongo que hubo un tiempo en el que soñé con casarme, para mí era hermosa la manera en la que el novio miraba a la novia cuando ésta se acercaba al altar, era algo único y yo quise experimentar para saber cómo se sentía ser mirada así, con tanto amor y anhelo, pero creo que mi boda no será así para nada. —Conozco a personas que ven el matrimonio sólo como un intercambio de bienes— su voz se llena de resentimiento y eso llama mi atención—Dan una novia y obtienen dinero o viceversa. Eso no es matrimonio, es más un negocio ¿No le parece una locura? Sí. Yo soy una novia vendida, mis padres me vendieron para convertirme en la esposa de alguien que pertenece a una familia que nos odia. Mi destino será peor que la muerte, viviré atrapada en un infierno cuando ponga mis pies en esa mansión. Quisiera un momento, sólo un momento de ser libre, de no pensar en nadie más que en mí, pero es para mí un lujo pedir un momento de libertad. —Así es— concuerdo con él después de un breve silencio— Todos deberían tener la opción de elegir a quien amar, no ser obligados a ello. —¿Sabe algo?— en ese momento me doy cuenta que me mira con una sonrisa abierta, mientras sus ojos emanan dulzura— Tiene ideas hermosas, señorita. Un sonrojo se extiende por mis mejillas debido a esas palabras. No todos los días te encuentras al hombre más guapo que has visto en tu vida diciéndote estas cosas. Por su manera de hablar y por como se ve puedo decir que no es una mala persona, aunque eso es algo que no puedo asegurar ya que apenas nos estamos conociendo hoy. —Pero noto que usted habla con tristeza y melancolía— habla de pronto haciendo que mi cuerpo se tense— ¿Puedo saber el porqué? Hay muchas razones para estar triste...
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