POV’S Kenna:
Esto es una broma ¿Verdad?
Cubro mis ojos con mi brazo sintiéndome adormilada y cansada, pues no he podido dormir en toda la noche. Estuve dando vueltas y vueltas y, por más que lo intenté, no pude volver a dormir por más que lo intenté. Quizás sólo sea el hecho de que es mi primera noche en una casa completamente extraña y es por ello que no pude dormir cómodamente o, tal vez…
Sea otra cosa.
Suspiro con cansancio y descubro mis ojos para clavar mi mirada en el techo de la habitación, mientras mi mente vuela lejos de mi cuerpo. Pasaron muchas cosas en sólo un día, ayer fue un día terrible y muy duro.
Tuve que mudarme obligada por mis padres que pensaron que era una buena idea venderme, me encontré de nuevo con un hombre que pensé que jamás volvería encontrarme y me enteré que dicho hombre es hermano de mi prometido, la malvada mujer que me compró para su hijo parece tener muchas ganas de arruinarme la vida y mi esperanza de ser rechazada por mi prometido…Se esfumó.
Todo se fue por un caño.
Sinceramente no sé que pasa por la cabeza de Aston Wright. Lo único que sé, es que sus palabras me inquietaron mucho y me llenaron de espanto.
“Yo…Haré que te enamores de mí, Kenna…”
¿Enamorarme? ¿Por qué él querría enamorarme?
Me incorporo en la cama en la cual me encontraba hace poco acostada y paso ambas manos por mi rostro sintiéndome alterada, como si no tuviese un rumbo fijo. Es temprano en la mañana y hoy empezará mi infierno, pues es hoy que la señora Wright dice que empezará mi “entrenamiento” para convertirme en la perfecta esposa de Aston Wright.
Nada más de pensar en la sola idea de volver a enfrentar a esa señora me daba ganas de esconderme en algún lugar y no ser descubierta nunca. Todo es tan injusto.
Cubro mis ojos con ambas manos sintiendo el picor clásico de las lágrimas y el típico nudo insoportable en mi garganta. Soy tan miserable, ahora mismo siento que me ahogo en un vaso con agua sin ninguna salida ¿En qué punto mi vida tomó este rumbo terrible? Mi destino ahora es tan sombrío que me da miedo y, lo peor de todo, es que sólo encuentro consuelo en la imagen de un hombre…
En el cual no puedo pensar.
Respiro profundo varias veces tratando de ahuyentar las lágrimas que parecen querer escapar por mis ojos e intento ponerle orden a mis pensamientos ¿Por qué me pasa esto? Tengo en claro que es un hombre imposible, un hombre que jamás debí pedirle que tomara mi primera vez, pero aún, así no puedo dejar de pensar en Aslan Wright.
Quizás porque ha sido el único en decirme palabras dulces y hermosas.
Sin poder evitarlo una pequeña sonrisa se extiende por mis labios al pensar en él. Quizás él tenga algún hechizo que lo hace irresistible, pero creo que es solo su encanto, amabilidad y dulzura lo que lo hace destacar del resto. Aún recuerdo cada palabra que me dijo aquella noche que nos conocimos, recuerdo que siempre pensaba en mí y me preguntaba mis opiniones. Le dió voz a la voz que yo misma silencié.
“Será difícil. Pero, si eso es lo que quieres, entonces lo haré. Siempre haré lo que tú me pidas. Lamento todo lo que has tenido que sufrir por culpa del egoísmo de mi familia…”
Las palabras que me dijo ayer cuando se coló en esta habitación para hablar conmigo todavía permanecen en mi mente. Para mí la mejor opción para ambos es fingir que no nos conocemos, aunque ya sé que él no me ha olvidado y…Y yo tampoco.
Le pedí e intenté fingir ser fría diciendo que fingiera que no me conocía, pero levantamos sospechas, pues Aston me preguntó si ya nos conocíamos desde antes y es que es fácil sospechar al ver nuestro comportamiento. Me asusté cuando Aston preguntó, pues nadie debe saber que yo le entregué a Aslan mi virginidad.
Nadie.
Aslan sabe mi secreto, ambos compartimos un secreto y ese secreto es bastante peligroso. Piensan que soy una “mercancía” de primera, pues una de las principales condiciones era que la “mercancía” debía ser pura y limpia, en otras palabras: virgen.
Todo mi cuerpo se estremece cuando mi mente empieza a inundarse en imágenes de aquella noche en la que aprendí lo que se siente estar en los brazos de un hombre. Sinceramente me dolió mucho, pero, quizás fue por la amabilidad de Aslan que hizo que todo fuera más llevadero y mucho menos doloroso. Él se preocupó por mí y me susurró al oído palabras hermosas, mientras abrazaba mi cuerpo como si no quisiera soltarme nunca más. Fue ardor y dulzura, por primera vez en mi vida me sentí deseada y amada.
Por primera vez.
Suspiro con profundidad, mientras siento la sangre en mis venas calentarse. Fue un momento único, tan aterrador como hermoso y siempre estará en mi mente el hombre que tomó por primera vez mi cuerpo y me hizo sentir mujer. Quise hacerlo así, quise que mi primera vez fuese con un hombre que yo elegí y no con uno que me impusieron, así que me entregué a un extraño y ahora ese “extraño” resulta ser el hermano del hombre del cual estaba huyendo.
Aston Wright.
Muerdo con fuerza mi labio y siento un golpeteo en mi corazón. Todos estos días he estado imaginando a ese hombre de muchas maneras, lo he imaginado horrible, desagradable, atroz y repugnante, además, a Kenia le gustaba molestarme diciendo que era terriblemente feo, similar a un monstruo.
Pero no es así.
Él es un hombre muy atractivo, es caballeroso y llega a ser hasta amable, pero noté algo en su personalidad. Parece que le gusta tener el control sobre todas las cosas, también lo noté autoritario y demandante, es decir, que le gusta que las cosas giren a su alrededor a una velocidad indicada por él.
Dijo que toma lo que le gusta y lo hace suyo, además, dijo que no soporta el rechazo y es por ello que me aseguró que me enamoraría de él, mientras me entregaba una flor que yo estaba dispuesta a rechazar.
Esa flor.
Giro mi rostro de manera inconsciente y descubro la flor casi marchita que reposa sobre la mesita de noche al lado de mi cama. Esa flor tiene un significado, pero temo averiguarlo porque podría comprometerme un poco más. Es claro que aún no conozco lo suficiente a Aston Wright, pero lo poco que logré ver anoche es que es un hombre que ejerce su voluntad y se enoja cuando alfo no sale como lo planeó.
La verdad hay algo que temo ahora mismo y ese algo aún se encuentra lejano, pero sé que algún día llegará.
Nuestra primera noche…
Me sobresalto al oír como tocan suavemente la puerta de la habitación ¿Quién podrá ser? Sólo espero que no sea Aston o la señora Wright, les lo que menos quiero tan temprano son problemas.
Me levanto de la cama y camino hacia la puerta a paso ligero y, cuando llego a la puerta, abro antes de que me invadan los nervios y descubro al otro lado a la pequeña mujer de servicio que me atendió ayer.
Es Amy.
—Buenos días, señorita Phillips— me saluda de manera respetuosa inclinándose levemente—Espero haya tenido una buena noche…
Para nada…
Hago una mueca y me fuerzo a sonreír ante ella sólo por amabilidad.
—Fue agradable— miento y espero que no se me noten mucho mis ojeras.
—Me alegra oírla— su semblante permanece serio, pero su voz es suave— Vine a informarle que el desayuno está listo, además, la señora la espera en el jardín después de su desayuno…
Ya se me quitó el apetito.
Sí, tenía conocimiento de que hoy tenía que reunirme con la señora Wright para empezar mi supuesto entrenamiento, pero, la verdad, no tengo ánimos de nada, ni siquiera quiero desayunar. No creo que tenga muchas opciones ahora, además, anoche no cené y no creo que sea buena idea matarme de hambre antes de llegar al día de mi boda.
Suspiro suavemente y decido salir de mi habitación. Tengo que enfrentar esto, ahora esta es mi nueva vida y no hay nada que cambie eso.
—Está bien, Amy— sonrío hacia la mujer d e cabello castaño y espero que no note mi tristeza— Te sigo.
Ahora seré el juguete…De la señora Wright.
…
Wow.
Me quedo asombrada al ver el majestuoso y hermoso jardín que ahora mismo se encuentra ante mí. Es el mismo lugar por el cual Aston y yo paseamos anoche, pero es muy diferente la visión nocturna a la de ahora.
Es tan bonito.
Amy me guío de nuevo hacia el comedor donde desayuné sola en esa mesa tan grande, pero no me sentí mal. Si hubiese estado acompañada hubiese sido incómodo y no habría podido comer ni un solo bocado, pero ahora que estuve sola pude comer un poco y la comida estaba deliciosa, así que pude comer en paz.
Después de poder desayunar en paz, Amy me dijo que la señora Wright me estaba esperando así que ella rápidamente me guío hacia el jardín, pues la señora Wright me estaba esperando en el centro del mismo ya que a ella le gustaba admirar sus flores en las mañanas. Todavía no conozco bien esta casa, así que tienen que guiarme para que yo no me pierda.
Cuando me dijeron que tenía que acudir al jardín para reunirme con la señora Wright, no pude evitar recordar la noche anterior con Aston, pero ahora veo que la diferencia entre el jardín de noche a su visión diurna.
Ahora mismo Amy y yo vamos caminando por la misma vereda que recorrimos anoche Aston y yo y, las flores que anoche estaban dormidas, ahora se encuentran despierta brillando con esplendor. Ambos lados de la vereda se encuentra rodeadas de arbustos de peonías que se dividen en sus colores, hay peonías blancas, rojas y rosas…
Peonías rosas.
Al verlas tan hermosas y fragantes me siento mal por la que (por capricho) Aston tomó anoche cuando aún estaba dormida y me obligó a aceptarla cuando le dije que no. Hoy es un día hermoso, el sol se encuentra reinando el cielo con todo su esplendor e ilumina todo lo que toca, el clima es perfecto para un paseo, pero yo siento que voy directo al infierno.
La verdad, aún no he visto a nadie de la familia Wright y no quisiera toparme con Aston ahora. Entiendo que debo acostumbrarme a su presencia ya que no habrá nada que evite nuestra unión, pero, aún así, no puedo evitar sentirme incómoda con él.
Camino unos pasos detrás de Amy en completo silencio. Soy terrible socializando, desgraciadamente, no tengo el encanto y la elocuencia de mi hermana así que no puedo hablar fácilmente con las personas. Siento que es muy difícil interactuar con las personas, pues son difíciles y complicadas como ejemplo tengo a mi familia, así que estoy un poco traumada.
Sí, no tengo una buena familia.
Suspiro con cansancio y decido mejor mirar las flores que adornan el jardín. Ahora mismo vamos por un área donde solo hay peonías rojas, son absolutamente hermosas e impresionantes.
—¿Le gustan las peonías, señorita?— me pregunta de pronto Amy rompiendo el silencio que se había posado sobre nosotras.
¿Me habló?
Estoy tan impresionada que tardo unos segundos en responder. Jamás pensé que ella empezaría un tema de conversación.
—Sí, son muy hermosas— respondo cuando reacciono y seguimos caminando sin detener el ritmo.
Cuando vivía en la mansión Phillips, las empleadas tenían rotundamente prohibido dirigirse a nosotros como iguales, para mis padres las clases sociales son muy importantes y las empleadas eran, de cierto modo, inferiores a nosotros. Es por ello que a mi hermana y a mí nos inculcaron eso, mi hermano lo siguió al pie de la letra, pero yo…Era la rareza dentro de mi familia.
—Dicen que las flores tienen sus propias palabras— habla de pronto con su clásica voz suave y yo miro su espalda desde mi posición— Es una locura, pero dicen que ellas hablan su propio lenguaje y que con ellas somos capaces de trasmitir mensajes.
Oh.
Abro los ojos sintiéndome intrigada por sus palabras. La verdad, había escuchado algo sobre el lenguaje de las flores, pero jamás mee interesé en eso.
—Ya veo— expreso de manera distraída, queriendo seguir la conversación, pero sin saber cómo hacerlo— ¿Dónde descubrió eso?
Ella guarda silencio brevemente, pero no se detiene por nada en este mundo. Sé que al final de este camino me espera el infierno, así que quisiera pasar por lo menos unos minutos agradables antes de eso.
—Mi padre trabaja de jardinero y mi madre trabaja en una floristería…— me responde con su voz teñida en cariño después de un breve silencio— A menudo entre nosotros ese era el tema de conversación.
Sonrío sin poder evitarlo a pesar de que sé que ella no me está viendo. Se oye el cariño teñir sus palabras al recordar a sus padres y eso me hace saber que los quiere mucho. La verdad, a pesar de todas las riquezas y lujos a los que estuve sometida toda mi vida, envidio severamente a las personas con vidas simples, pues ellas sí pueden sentir y demostrar amor sin ninguna etiqueta o requisito.
Las personas simples son más felices...