POV’S Kenna:
…Él…Está aquí…
Mi cuerpo tiembla y estoy cien por ciento segura que no se trata de temor sino de otro sentimiento completamente nuevo difícil de explicar. Estos últimos días lo he estado evitando tanto como una presa evita a su depredador y encontrármelo aquí es una verdadera sorpresa.
Aslan.
Él parece no haber notado mi presencia todavía, pues toda su atención está puesta sobre las flores mientras sonríe de manera melancólica. Que él no me haya visto aún me da una perfecta oportunidad para huir, pero mi cuerpo no responde de la manera que quiero. Amy me dijo que no estaba en la mansión, por eso salí con tanta confianza, porque pensé que no me encontraría con él.
Sólo me quedó aquí parada como una tonta observándolo fijamente. Su cabello castaño luce más claro debido a la luz del sol y a puesto lo que sea a que sus ojos deben brillar de manera hermosa y no puedo evitar sentir envidia de esas flores que reciben por completo su atención.
Creo que he perdido la cabeza.
Estos últimos días nos hemos ignorado por completo, de mi parte fue muy difícil y de verdad me costaba no verlo y, cuando mis ojos se encontraban con los suyos, podía verlo triste de algún modo, pero cumplió lo que le pedí y no me habló en todo este tiempo, aunque si noté que parecía querer hacerlo. Él cumplió su palabra y eso, aunque fue lo que pedí, me dolió.
Aprieto mis labios y siento mi corazón intranquilo al verlo tan cerca. Ahora mismo estamos a solas en medio de este jardín, pero no creo que sea conveniente que nos vean juntos, pues podríamos levantar sospechas.
Tengo que irme…
Cuando ese pensamiento pasa por mi mente, como si hubiese pensado en voz alta, de pronto su mirada cae en mí y siento como todo mi cuerpo se congela de nuevo. Cómo por arte de magia, siento que todo a nuestro alrededor se detiene y se reduce solo a él y a mí.
Puedo ver que parece sorprendido con mi presencia, pero no creo que esté más sorprendido de lo que yo me encuentro al verlo aquí. Se supone que sólo estoy dando un paseo pacífico y tranquilo por aquí, jamás esperé encontrarme con él bajo ninguna circunstancia.
¿Ahora que hago?
Trago grueso y veo que parece dudar, mientras mi mente sólo es capaz de pensar que este hombre es lo que le sigue a atractivo. No era un secreto, de sobra sabía que él era muy guapo, pero ahora siento que su belleza es casi irreal ¿Acaso es normal eso? No lo creo.
Salgo de mi estado de embobamiento total al verlo caminar lentamente hacia mí, como dándome la posibilidad de alejarme, pero, aunque quiero hacerlo, no lo hago porque mi inútil cuerpo no responde a las órdenes de mi cerebro.
Mi respiración se estanca cuando se halla más cerca de mí, sólo nos separan un par de pasos y yo levanto mi cabeza para poder verlo a los ojos que hoy lucen más azules que nunca. Unos ojos tan claros que tramiten tanto y a la vez guardan tantos secretos.
Él abre sus finos labios y percibo como si ceño se frunce de manera sutil como si estuviese pasando por un momento difícil.
¿Qué le puede pasar?
—Kenna…— suelta mi nombre como un suspiro y eso hace que cada fibra de mi piel se estremezca.
Cierro mis ojos y siento mi respiración irregular brevemente e intento controlarme. Es increíble que solo con la mera mención de mi nombre él cause este efecto en mí.
—Aslan…— su nombre se escapa de mis labios e intento disfrazarlo con un saludo— B-Buenos días…
Con esfuerzo hago a mi cuerpo reaccionar y empiezo a caminar pasando a su lado, esquivando por completo su presencia que permanece en el mismo lugar. Sé que estamos solos aquí, pero, en el lugar donde menos pensamos, pueden estar un par de ojos maliciosos viéndonos, así que lo mejor es fingir que esto es un saludo y ya.
—¿Está siendo fácil para ti?
Mi andar se detiene por completo cuando escucho su voz a mis espaldas, aunque no me detuvo cuando pasé a su lado ahora me detiene con esa pregunta tan extraña que puedo interpretar de diferentes maneras.
Ni siquiera siento alejé lo suficiente.
Aprieto mis labios con fuerza porque, aunque esté a mis espaldas, siento que su presencia todavía me afecta. Esa pregunta que me ha hecho puede tener un doble sentido y puede interpretarse de muchas maneras, pero prefiero responderla de manera sencilla sin encontrar las verdaderas intenciones que guarda esa pregunta.
—Tengo que acostumbrarme— le respondo sin moverme— Es un nuevo hogar lleno de personas que no conozco, así que podría decir que no es fácil, pero, después de un tiempo, espero acostumbrarme…
—No es a eso a lo que refería— lo escucho hablar con su voz profunda y suave frenando mis palabras.
Lo supuse.
Muerdo mi labio y decido girarme para encararlo y, al hacerlo, descubro que está en la misma posición y ahora se encuentra dándome la espalda. Supuse que esa pregunta tenía otro significado, pero guarde una pequeña esperanza de que no fuera así y que podría tener una respuesta más fácil de responder.
—Entonces…¿A qué se refiere, señor Wright?— me atrevo a preguntar tiñendo mi voz de seriedad.
Veo que reacciona ante mis palabras y poco a poco se gira para quedar de nuevo cara a cara. Su expresión parece contraída, como si estuviese pasando por algún malestar desagradable. Creo entenderlo porque yo también siento un malestar alojado en lo más profundo de mi ser, pero no es bueno que ambos estemos así.
—¿Es fácil ignorarme? ¿Fingir que no me conoces?— vuelve a preguntar y siento que mi corazón da un vuelco debido a lo afectada que se oye su voz— Porque para mí está siendo imposible, Kenna.
Sabía que se refería a algo así.
Muerdo mi labio y agacho la mirada para que él no vea en mis ojos la verdad, pues para mí también ha sido bastante difícil. Mi mirada lo busca inconscientemente, mi mente no quiere dejar ir su recuerdo y mi cuerpo reacciona cuando está cerca, bajo todas estas condiciones, entonces ¿Cómo voy a ignorarlo? ¿Cómo puedo fingir indiferencia cerca de él?
No puedo.
—Has cumplido tu promesa…—hago un esfuerzo porque mi voz suene normal— Sigue así y con el paso del tiempo olvida lo que pasó, es lo mejor para nosotros….
De la nada y sin darme cuenta, siento como, de pronto, el hombre ante mí toma mis hombros con suavidad haciendo que yo me sobresalte ante tan sorpresiva acción y alce mi mirada para verlo en los ojos.
—¿Por qué sigues diciendo que borre tu recuerdo de mi mente?— me pregunta dolido con su ceño contraído en dolor— ¿Cómo puedo ignorar a la mujer que ahora es dueña de mis pensamientos?
No, no hagas esto.
Mi rostro también se contrae en dolor al sentir a mi corazón doler con fuerza dentro de mi pecho ¿Qué se supone que diga en esta situación? Si alguien nos ve dirá que es muy mal visto esto, estamos a solas a pesar de que “no nos conocemos lo suficiente” y él está sosteniendo mis hombros y mirándome como un amante herido.
—Ya no puedo— se niega luciendo un poco desesperado— Ya no puedo verte pasar e ignorarte como si nunca te hubiera visto, ya no puedo obligar a mi mirada a no buscarte si estás cerca, no soporto la idea de saber que mi hermano está a tu lado…
—Él es con quién me voy a casar— ahora no puedo fingir una voz tranquila, pues mi voz se rompe a mediados de esta oración y siento como la tristeza me invade— Es obvio que tenga que permitir que esté a mi lado…
—Lo sé— me interrumpe y su voz se tiñe en dolor y me mira con sus ojos claros transmitiendo intensos sentimientos— Sé que él se casará contigo y no sabes cuan tortuoso es eso para mí— frunzo mi ceño sintiéndome en extremo confundida por sus palabras— Imaginarlo cerca…Me hace sentir enfermo.
Entrecierro mis ojos mirándolo con duda y clavo mi dudosa mirada justamente en sus ojos. No parece que esté bromeando y mucho menos parece que esté mintiendo, pero no puedo evitar sentirme dudosa ante sus palabras, pues no tiene ningún motivo para sentirse como dice sentirse al verme al lado de mi “prometido”.
No hay motivos.
Me sacudo suavemente para que me suelte y el lo hace sin el mejor esfuerzo, pero no se mueve de su lugar y todavía mantiene su clara mirada sobre mí, como si quisiera plasmar mi imagen en su mente.
—¿Por qué?— le pregunto con mi voz comprimida, pues siento un nudo en la garganta— ¿Por qué haces todo esto?
Lo veo apretar sus labios y abrir la boca para hablar, pero poco después la cierra como si no supiese responder mi pregunta. La verdad, yo también me hago preguntas que no tienen ni una sola respuesta, así que sería hipócrita de mi parte exigirle una respuesta cuando yo no tengo ni una.
No sé que me pasa con Aslan, no sé porqué no puedo dejar de pensar en él, no sé porqué me siento así cuando estoy cerca de él. No entiendo esta tempestad que se encuentra haciendo estragos dentro de mí y descontrolan mis emociones.
—No tengo una respuesta clara— me responde con abrumadora sinceridad dejándome sin habla— Sólo puedo expresar lo que siento, pero no puedo darle una explicación. Sé que es confuso y que, quizás, no tiene sentido, pero así es como me siento con respecto a ti.
No hay respuesta.
Me río suavemente, pero no es una risa de burla o porque me resulte graciosa su respuesta, es más una risa de confusión que sale al no poder controlar las emociones que parecen hacer una fiesta dentro de mí. Me siento tan confundida y abrumada.
—No hay respuestas, ni razones y tampoco explicaciones— hablo tratando de calmar el temblor en mi voz— Entonces, no tiene motivo de que exista algo…— lo señalo a él y a mí— Entre nosotros. No, en realidad, no existe nada entre nosotros ¿No es así?
Si no existe nada entre nosotros, entonces ¿Por qué me siento así? Y ¿Por qué él se ve tan afectado ahora mismo ante mí? Nada tiene sentido ahora.
—Si no existe nada entre nosotros ¿Por qué nos sentimos así?— me pregunta pareciendo inconforme con mis palabras y, curiosamente, esa pregunta cruzó por mi mente hace un momento— Si la flama alumbra significa que hay fuego…
—El fuego quema y podemos salir hechos cenizas si no nos detenemos aquí— retroceso un paso, queriendo dejar de sentirme así por su causa—Fue sólo una noche y ya, es algo que debemos olvidar por nuestro bien, te lo dije esa noche; no buscaba amor y mucho menos ser la única, sólo quería una noche y eso ya está en el pasado…
—Para mí nunca serás “sólo una noche”, Kenna Phillips…— me interrumpe acortando la poca distancia que yo había puesto entre nosotros y sus palabras se oyen firmes— Todavía sigo buscando una respuesta y la respuesta se hace más clara cada vez que miro tus ojos— mis ojos se agigantan debido a sus palabras cargadas de una extraña sinceridad— Pero tengo miedo enfrentarme a la realidad y darme un golpe con el muro que has construido para dividirnos…
No, esto no está bien…
Mis ojos se cristalizan y siento que en cualquier momento podrían desbordar en sentimientos convertidos en lágrimas ¿Está mal que me sienta emocionada por esto? ¿Es normal que me sienta tan confundida, desesperada y levemente contenta? ¡No! Nada tiene sentido, me estoy volviendo loca.
Tengo que alejarlo, tengo que alejarme, tengo que fortificar mi corazón y con el tiempo olvidarme de todo esto que pasó y así poder tener una vida medianamente normal.
—Yo…Tengo que irme…
Me apresuro decir esas atropelladas palabras, pero, antes de que pueda emprender mi huida y dar siquiera un simple paso, siento como su mano me detiene tomando la mía y de inmediato su calidez hace estremecer todo mi cuerpo. No me deja reaccionar cuánto tira de mi brazo haciendo que me gire y caiga en sus brazos que rápidamente rodean mi cuerpo en un abrazo ferviente.
Esto…
Estoy tan en shock por su repentina acción que me quedo completamente petrificada en sus brazos, mientras siento como entierra su cabeza en mi cabello y aspira mi aroma dejando escapar un suspiro. Sus brazos sienten como una cárcel, solo en mis recuerdos existía está calidez y pensé que jamás iba a volver a experimentar algo similar a esto, él es tan fuerte que me hace sentir protegida, pero también es dulce y me hace sentir un poco mimada. Esto es terrible, sentirme tan a gusto en una prisión ¿Está mal? Y más si es una prisión…
Prohibida.
Me encuentro tan pegada a su pecho que soy capaz de oír su corazón latir con la firmeza de un tambor, pero tan preparados como el galope de un caballo, además, noto el leve temblor en los brazos que me rodean como si él tuviese miedo de algún tipo.
—Sé lo que me dijiste, he roto mi promesa— lo escucho hablar ahora con voz suave como un suspiro, mientras yo me mantengo hecha piedra entre sus brazos— ¿Cómo hacerte invisible si te tengo tan presente? Soy débil, no quiero alejarme de ti…—me estrecha todavía más contra su pecho, envolviéndome por completo— ¿En serio quieres alejarte tanto de mí? ¿Tan malo he sido?
No.
Siento que las lágrimas están a punto de escapar de mis ojos, pero hago un esfuerzo por mantenerme firme y fingir que esto no me está afectando. Esta es una oportunidad invaluable para ponerle punto final a esta historia.
Con todo mi esfuerzo, obligo a mi cuerpo a moverse y a colocar ambas manos sobre su pecho para alejarlo de mí, mientras me remuevo para que me suelte. Si alguien nos llega a ver así, estoy segura que malinterpretaría un par de cosas, por eso no puedo dejar que nadie nos vea así.
—S-Suéltame…—quiero exigirle, pero mi voz flaquea y se oye más como un leve sollozo— S-Si alguien nos ve…
—Por favor, devuélveme la vida— mis esfuerzos son débiles y por desgracia no soy capaz de apartarlo de mí ¿O es que en realidad mi cuerpo no quiere alejarlo?— No quiero soltarte y verte tan lejana como las estrellas que se hallan atrapadas en tus ojos— mi corazón se acelera al oírlo hablar y la primera lágrima abandona mi ojo derecho— Pero, no quiero forzarte a cumplir mis caprichos, por eso quiero oírte…
Él al fin me suelta, pero toma mis hombros y me mira fijamente a la cara. Debe estar viendo mis ojos enrojecidos y llorosos, debo estar mostrando una imagen fatal.
—Esta será la última vez…—habla y yo lo miro confundida ¿La última vez de qué?— Desapareceré si así me lo pides, nunca volverás a verme, ni sabrás nada de mí, pero quiero que respondas mirándome directamente a los ojos— su ceño se frunce con seriedad y mira mis ojos con gran fijeza— ¿De verdad quieres que todo lo que vivimos sea olvidado y que finja que nunca pasó?
Esta es mi oportunidad.
Aparto mi mirada de la suya porque mirar esos ojos tan claros me quitan el poco valor que he reunido para fingir indiferencia. Él luce nervioso, parece una persona que está apostando su vida entera a la suerte, pero yo también soy así. Tendré mucha suerte si él me cree.
—Es lo mejor— expreso con firmeza sin mirarlo a los ojos— Lo mejor es que los recuerdos sean borrados y todo quede como un mero desliz…
—Kenna…
Su voz suave como una melodía hace que mi mente se ponga en blanco como si se tratase de un hechizo poderoso. Siento como suavemente toma mi mentón y me hace mirarlo directamente a los ojos, con los míos llenos de lágrimas que estoy luchando por retener.
—¿Eso es lo que quieres?— vuelve a preguntar y esta vez no puedo apartar mi mirada de esos ojos que arrancan mis secretos— Déjame oír tu voz, quiero saber lo que de verdad quieres… ¿Quieres que desaparezca de tu vida?
Ya la fortaleza ha sido derribada.
Todo el valor que había reunido, la firmeza fingida que quería aparentar y el muro que había construido para contener mis sentimientos fueron completamente destruidos en un abrir y cerrar de ojos. Ya no puedo contener las lágrimas que se convierten en un llanto suave.
Sé que es lo que debería decir, sé cuales son las palabras que deberían salir de mis labios, pero, antes de que pueda siquiera pensarlo, las palabras se escapan de mis labios.
—No…—sollozo y puedo ver como su rostro lleno de angustia se suaviza— N-No quiero que desaparezcas, n-no quiero borrar las únicas líneas de mi historia en las que de verdad fui feliz…
Él vuelve a abrazarme, mientras acaricia mi espalda a modo de consuelo y yo lloro libremente en su pecho. Lo siento enterrar su cabeza en mi cabello nuevamente y también soy consciente de que deja algunos besos sobre el mismo como si quisiera consolarme. Sé que esto me traerá muchos problemas más adelante, pero no pude evitar soltar la verdad, sentía que mentir de esa manera y fingir cosas que no siento me estaban envenenando. Es inevitable, pues sé que…
Ya estoy atrapada en lo prohibido.