ME TRAICIONAS HASTA EL FINAL

2522 Words
― ¿Qué carajos estás? Un pequeño ruido de parte de Izan, cayó las palabras de mi hermano, en lo que yo me quedé completamente tensa, cuando fui abrazada por Izan Este coloco su mano en mi cadera, aquella que abarco gran parte de mi pequeña cintura, mientras mi corazón no dejaba latir al sentir la cercanía Al sentir mi pecho contra sí cuerpo firme, mientras mi respiración, parecía querer a como diera lugar conseguir una ayuda Pues no sabía siquiera, que estaba aguantando mi respiración en estos momentos ― ¿Por qué estás tan, nerviosa esposa? ¿Era acaso una burla de su parte? ¿Por qué hacía esto? ¿Qué divertido tenía esta situación? Por lo menos lo pensé mientras él apretó un poco más mi cintura Y estuve a punto de soltar un jadeo, pero aquel se quedó en medio de mi garganta, cuando escuché un gruñido molesto de parte de mi hermano Algo que hizo que me erizara un poco más, pues al instante, la risita de Izan se escuchó, y el aire que salió de sus labios, erizo cada parte de mí ―Jodida mierda… esto es tentador, jugar con fuego… se podría decir a esta situación en estos momentos, ¿no lo crees? Yo no sabía que era lo que estaba diciendo, cuando estuve a punto de alejarme de él, cuando estuve a punto de preguntarle ¿Qué estaba haciendo? Su voz retumbó en el lugar ―Frost, ¿Qué haces aquí? Su tono de voz cambio al instante, las mujeres dejaron de discutir y su mirada se concentró en el hombre que llamaba a su hermano Como si de su jefe se tratara, puedo imaginar su rostro, la mirada que le daban a Izan, podía imaginar a Alison Frost, llena de disgusto Pues ella solía poner en un pedestal a su hijo, aquel intocable y único hijo, quien merecía ser tratado como un rey Mientras Siena, esa mujer, siendo quien es, debía estar devorando en totalidad a Izan, sin importarle que yo este ahora mismo me tuviera de espalda contra ellos y sujeta, por el hombre en cuestión En lo que me sostenía, como si le perteneciera, y nadie más podría llegar a tenerme, pues él me tenía muy bien sujeta Me tenía un tanto incómoda, más al imaginarme la expresión de Siena y el deseo de taparle los ojos y decirle que ni en sueños Estaba loca, ¿Por qué esa tontería veía a mi cabeza en estos momentos? ―Señor Khalid, Qué sorpresa… no creía que usted vendría a un lugar como este, yo pensaba que usted, no lo sé… ― ¿Qué? ¿Qué significa esas palabras? ¿Se supone que las personas como yo no venimos con nuestras esposas a darles todo lo que deseen? Me tensé un poco, él apretó un tanto sus manos en mi cadera, y mi hermano hablo con un tono un tanto molesto, más, posiblemente al ver mi expresión cargada de sorpresa Y mis mejillas tan rojas como un tomate ― ¿Qué carajos haces Izan? Suelta ya a mi hermana… ―Señor Calen… por Dios, no puedo creerlo, señor Calen, es usted… ―Si soy yo… no me interesas última línea, ya suelta a mi hermana Izan… ― ¿Por qué lo haría es mi esposa? Aquel par iniciaron a discutir, escuche la pequeña risita de parte de Izan, mientras mi hermano parecía querer acercarse para alejarme de las manos de Izan Sentí un leve apretón, en lo que Izan susurro algo en mi odio, que me coloco un tanto más tenso ―Cariño, si nos alejan, ¿no crees que no proyectáremos lo que deseamos desde el inicio del plan? Yo estuve a punto de soltar un pequeño gimoteo de aceptación, aleje un tanto el rostro de su cuello, haciendo que nuestros rostros quedaran muy cerca el uno del otro Sus ojos verdes, su expresión cargada de tanto, mientras mi corazón latía como loco, y no estaba segura de que tan roja estaba Lo único que sentía, era que tenía las mejillas muy, pero muy calientes, al igual que mis orejas, lo cual indicaba que no estaba del todo bien ―Hueles delicioso… ¿Vainilla? Dulce, me gusta… ―Si… vainilla… ―Es delicioso ―Izan Khalid, ya basta… Reí un poco más, ellos sin duda eran divertidos, mi tensión se evaporó de a poco, y este me dio una mirada, como si preguntara en aquel gesto Si yo estaba lista para lo que estaba por venir Lo estaba, no sabía por qué, pero lo sabía, fue por ello por lo que asentí, mientras él me soltó un poco y me permitió girarme Para por fin observar a las personas que tenía frente a mí, a aquellos que ahora me observaba con los ojos muy abiertos Y podía jurar que Siena, tenía una expresión cargada de fastidio, más al ver que coloque mi cabeza en el hombro de Izan y hable en un tono tranquilo y cargado de la dignidad de la primera línea Un tono que demostraba que yo era la hija de los Calen ― ¿Quieres son ellos? ¿Son alguien importante para nosotros? ―No, no lo son hermanita, no aun si quieres irte, podemos irnos… Nolan, hablo siendo el consentidor que era, mientras yo levanté mi rostro y observé a mi hermano, aquel que me guiño un ojo y me hizo sonreír No sin antes ver como Dristan estaba enojado, frustrado por ser tratado como basura, por ser tratado inferior a otros Pues lo conocía, a todos ellos, y sabía que mis palabras, al igual que las de mi hermano, les había molestado demasiado, el problema, era que esto No podían decirnos nada, no cuando éramos, quieres éramos, no cuando el mismo Izan Khalid, mi esposo, parecía no importarle para nada mi insulto ―Mi amor, no hay nada interesante, pero espera… creo que estaban hablando de mí hace un tanto… Yo supe a qué se refería, mis ojos se centraron en Izan, mi corazón latía como loco, sabía que Dristan no me reconocía Sabía muy bien que ahora mismo, él no veía a Leída en mí, pero entonces, por qué sus ojos estaban tan fijos en mí Por qué Dristan observaba cada uno de mis gestos, ¿Por qué parecía que él veía algo que yo no lograba descifrar? Mientras hacía aquello me sentí no solo incómoda, también tenía aquel temor que se prolongó más aún, al imaginarme el peor de los escenarios Como el ser, solo descubierta por él ― ¿Quién se atrevería hablar mal de ti Izan? No creo que haya nadie tan estúpido, como para hacer semejante barbaridad, no cuando esta ciudad es de los Calen y Khalid y nosotros no, permitiríamos que alguien llegara a ensuciar tu nombre de esa manera No sabía de donde había salido la fuerza, suficiente para decirlo con un tono lleno de dignidad y fuerza Como si en realidad no conociera a estas personas, como si una de ellas, no fuera mi asesino y las otras dos, sus cómplices Aquellas que compraban cosas y se daban una gran vida, con mi maldito seguro de vida, aquel que mi padre pago ―Señorita Calen, es un entero placer, conocer a la princesa de los Calen… Observe a Dristan, aquel que tenía la mano extendida, y me observaba como y fuese algo que deseara, como si llegara a encontrar aquello que tanto estaba esperando Yo estuve a punto de levantar la mano, de tomar la suya, a pesar del asco, a pesar de todo, ya lo habíamos hablado Izan y yo Yo debía ser deseada por ellos, yo debía ser aquello que ellos quisieran, algo fuese casi imposible obtener Fue por ello, que debía hacerlo bien, que debía olvidar todo lo que tenía ahora mismo, y pasar de lo difícil de que pudiese ser Yo debía tomar su mano Pero entonces Izan, al ver su acción, el tomo mi mano, la dirigió a su boca y le dio un leve beso en la palma de mi mano Mientras el sentimiento de asco y repudio hacia ese hombre se evaporaba en un segundo; y llegaba de nuevo, aquello que no sabía cómo describir cuando este hombre estaba tan cerca Vi, como Izan observaba a Dristan, y como este solo hacía un gesto incómodo, y recogía la mano, un tanto avergonzado Sin duda Izan hacía una actuación digna de alabanza, pues cualquiera creería que estaba celoso y que no permitiría que ningún hombre se acercara a mí ―Señor Khalid, de nuevo, muchas gracias por abrirnos las puertas del lugar, no sabría como agradecerle, yo… ―Eso no fue lo que escuche, esa chica allí parece no estar de acuerdo con ello ― ¿Yo? No… para nada ―Silencio Siena, lo lamento, mi hermana no sabía de lo que hablaba, yo la verdad es que no quiero que piense que tenemos planes escondidos, o tenemos cosas extrañas en mente… Tonto, ¿Qué eso no era decir lo que quieres? ¿Desde cuándo Dristan era tan tonto? ¿Sería caso que Izan lo ponía nervioso? Observé a Izan, lo hice por unos segundos, su expresión, aunque era severa, ahora no me parecía aterradora No sabía si era porque ahora había visto su risa, también en los recuerdos de Némesis, había llegado a ver sus expresiones furiosas Aquella, cargada de asco o llenas de furia, yo había visto todas las facetas que este hombre podía ofrecer, por lo menos por ahora Y en estos momentos, esta mirada que ofrecía, no me parecía aterradora, ¿me considerarían loca si pensara que era incluso sexi? Estaba segura de que decírselo a mi hermano, este podría decirme que así era, que estaba loca, que, de sexi, este hombre no tenía nada A mí sí me lo parecía ―Izan, ya déjalos en paz, ahora ¿Por qué no vamos a seguir con nuestras compras? Quiero vestirme con un tono parecido, tuyo, para la fiesta que viene… Hable en un tono un tanto mimado, pero respetable, como la amada esposa, por su esposo Izan me observo, el mismo lo había dicho, tenía que ser deseada, tenía que conseguir que este hombre me quiera para él ¿Qué ayudarlo ahora que estaba en problema, no me ayudaría un poco? Quería hundirlos más, quería que sufrieran Pero no aún, no hasta que ellos creyeran que lo tenían todo, y luego sin más, yo se lo arrebataría de un solo golpe, haciéndolos sufrir como a nada en el mundo ―Tienes razón mi amor… deberíamos irnos… Mi corazón latió como un tonto, al escuchar las palabras “mi amor” pero entonces me repetí a mí misma que esto no era en serio Que él y yo nos íbamos a divorciar, y que yo no soy Némesis, que no tengo sentimientos por este, que esto en bien terminara mi venganza Tomaríamos caminos separados, por lo que ahora mismo, no debía sentirme atraída por alguien como mi futuro exesposo Pero entonces algo vino a mi mente, algo que no podía quedarse solo en el aire, algo que debía liberar a como diera lugar, pues quería saber lo que opinaba esta basura ―Por cierto, señor Frost, escuche hace poco que su esposa murió… Izan apretó mi cadera, mi hermano se acercó un poco más, como si temieran por la respuesta, como si supieran lo que esa basura estaba a punto de contestar Y sabían que me dolería demasiado ―Así es… murió hace poco, fue algo que puedo decir mi señora, que fue una ayuda divina, ese accidente, fue un tanto lamentable, pero sin duda algo que agradezco, pues ella nos hizo un enorme favor, muriendo… Quería llorar, quería maldecirlo, quería hacer tanto, pero una sonrisa surgió de mis labios, mientras pude sentir la mirada de Nolan, sobre mí Mientras la mano de Izan se aferraba aún más a mí, y hasta sentía que él, era el que me sostenía ahora mismo, pues piernas ya no tenían fuerzas ―Vaya… ¿La prefiere muerta? ¿Eso es lo que quiere decir de su difunta esposa? Dristan asintió, todo mientras unas ganas de vomitar terrible me poseyeron al escuchar esas barbaridades ―Ella era una mujer que no tenía donde ir en caso de un divorcio, yo quería volver a casarme, y ella estaba muy aferrada a mí, yo estaba enamorado de mi novia, cuando la conozca estoy seguro de que la amara —Si seguramente lo haré ―El caso es que ella sabía que iba en serio con Nixie, pero ella nunca retrocedió, estaba desesperada por seguir rebajándose, solo por qué me quería de regreso, no puedo creer que haya enloquecido tanto, como para llegar a terminar en ese auto y morir de esa amanera con su hijo, ahora muchos me culpan por ello ¿puede créelo? Quería vomitar, me tragué la bilis en mi garganta, y el deseo de gritarle miles de cosas terribles ―No sabía que ella había hecho algo como aquello… ―Si… no quería cobrar el seguro de vida, por temor a que me traiga mala suerte, pero mi hermana dijo que ella lo tomaría y lo gastaría, así que decidí que se lo regalaría, ella quiere dinero de mala suerte, no es mi problema, por mi parte, no necesito dinero manchado de sangre que arruine mi futuro con Nixie… ―Eso suena un tanto cruel, incluso hasta para mi Frost Izan hablo un tanto molesto, mientras yo sentía que estaba agradecida, pero eso no lograba que mi corazón siquiera lograra tranquilizar este sentimiento tan lamentable que me recorría Este dolor, que creía que no llegaría jamás de su parte, qué equivocada estaba, esto dolía, dolía demasiado ―Solo digo la verdad, habría sido más fácil si ella y yo, no hubiésemos divorciado, que pérdida de tiempo es rezar por el alma de Leída Moon, la verdad me hace sentir terriblemente hastiado y fastidiado, siquiera recordarla o pensar en ella, por esa razón, no estoy siquiera triste que haya muerto, solo estoy… ¿Cómo diría? Aliviado… Temblaba, lo hacía mientras Izan me tenía fuertemente, y Nolan se acercó un poco más a mí, para tomarme de mi mano Aquella que no sabía siquiera que estaba apretada con fuerza y mis uñas lastimaban mi palma, en lo que mi hermano, libero mi puño y la tomo con delicadeza, mientras me observaba con preocupación ―Nesi… es hora de irnos… Yo observé a Nolan, asentí automáticamente, me di media vuelta, me liberé del agarre de Izan y caminé de prisa hacia la salida del lugar No me despedí, no me importo, escuché a la distancia, como Izan decía algo más, en lo que sentía como si hermano me seguía de cerca No me importo, corrí, lo hice con rapidez, corría hacia el baño del centro comercial, me encerré en una de las cabinas Y vomité, lo hice hasta vaciar todo lo que tenía mi estómago, lo hacía mientras lloraba, lo hacía hasta que no podía más y mis costillas dolían demasiado Dristan, me traicionas hasta el final
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