― ¿Qué carajos estás? Un pequeño ruido de parte de Izan, cayó las palabras de mi hermano, en lo que yo me quedé completamente tensa, cuando fui abrazada por Izan Este coloco su mano en mi cadera, aquella que abarco gran parte de mi pequeña cintura, mientras mi corazón no dejaba latir al sentir la cercanía Al sentir mi pecho contra sí cuerpo firme, mientras mi respiración, parecía querer a como diera lugar conseguir una ayuda Pues no sabía siquiera, que estaba aguantando mi respiración en estos momentos ― ¿Por qué estás tan, nerviosa esposa? ¿Era acaso una burla de su parte? ¿Por qué hacía esto? ¿Qué divertido tenía esta situación? Por lo menos lo pensé mientras él apretó un poco más mi cintura Y estuve a punto de soltar un jadeo, pero aquel se quedó en medio de mi garganta, cuando e