La Esposa Exiliada

¿Pecar es correcto?

PVO Siriana.

Siempre creí que ser una princesa era ser obediente, servicial, pura y casta, además de respetable. Algo que mis maestros y sirvientes me inculcaron, pero la curiosidad por saber sobre ese mundo exterior que no conocía, hacia estragos en mí.

¿Cómo sería besar a otro hombre que no es tu marido? Hacer el amor y disfrutar sin tontas restricciones de estar en la cama.Pues ahora, la respuesta estaba frente a mis ojos, y lo mejor, es que sin nadie que nos detuviera.

_Mmm, esos labios rojos saben exquisitos mi pequeña Srta.-Dice y vuelve a besarme de nuevo, pero esta vez con más ganas, como si el mundo se fuera en ello, me muerde y de nuevo mi cuerpo se siente extraño, como si me pidiera más que eso.

Intento apartarlo pero sus manos no me dejan.

_¿Que pasa?¿No quieres?

No es que no quiera, algo dentro de mí quería. Deseaba poder pecar para pagarle con la misma moneda al idiota de Anton, que ahora debía estar con mi hermana en nuestra noche de bodas.¡Es un idiota!

_¿Srta?

Logro apartarme apenas un descuido y tomo de a poco la botella, él se ríe.

_Espera pequeña, no tomes mucho.-Intenta quitármela pero no sé lo permito. Le guiño un ojo y voy a ventana, la abro y sigo tomando. No sé, mi cuerpo estaba ardiendo y creo que al tomar me sentía más liberada y con menos vergüenza.

_Bien, suficiente.-Me quita la botella y voy a mi cuaderno. Dudo si escribir esto por unos segundos, pero de nuevo venía a mi mente, que si mi esposo podía acostarse con medio mundo, ¿Porque yo no?

“¿Quieres tener sexo conmigo?"

Le muestro mi cuaderno ya no tan avergonzada gracias a la bebida. Era apuesto, alto, de hombros anchos y ojos penetrantes y lo mejor; no sabía quién era él. Solo sería por esta noche, la necesitaba.

_Mmm.-Se acerca pensativo, mostrando una sonrisa traviesa que logré notar. No sé porque pero se veía tan guapo, tan no se. Esto nunca lo había sentido, mucho menos con Anton, con el sólo sentía nervios, pero ahora solo sentía asco de recordar como se revolcaba en la cama con mi hermana.

....Estás pensativa Srta, que por cierto, no se su nombre.-Pongo un dedo en su boca, y lo miro a los ojos. No quería que preguntara. Nadie, mucho menos este hombre, debía saber que era la princesa olvidada de este país.

_Sabe, hoy hay fiesta en las calles.Dicen que una princesa de este país se casó, por eso la gente está que celebra.¿Porque tú y yo no podemos?

Pregunta poniendo su mano en mi cintura haciendo que mi cuerpo temblara de nuevo.¡Dios pero que me está pasando!

_Se te nota tensa, solo relájate pequeña y deja que yo haga todo el trabajo. Esto será nuevo pero placentero para tí. Aunque no puedo asegurar que después quieras más.

No estaba segura, menos mal que era muda y no podía expresarme cuando fuera necesario. Además, por su acento y su manera de hablar, parecía extranjero, lo cual era mucho mejor para mí. Si lo hacíamos, no lo volvería a ver.

_¿Srta?.-Deje de lado sus palabras y me lanzé a besarlo con desespero, pasé mis manos por su rostro y después a su cuello. Dios, verlo de cerca y con ese rostro sin imperfecciones me dejó sin palabras, solo hice una mueca y agaché mi mirada.

_¿Que pasó?¿Se te fue la vergüenza?

Volví a levantar mi rostro y negué con mi cabeza. Tome mi cuaderno y escribí.

“Celebremos este día"

Él volvió a sonreír y mordiéndose los labios se acercó de nuevo.-Lo que la dama pida.-Vuelve a tomar mis labios y con suaves toquecitos, me arrastra a la cama, apenas choco, caigo pero él se mantiene parado, mirándome fijamente, como si estuviera analizando cada parte de mi cuerpo.

¿Que pensará? Estoy segura que el maquillaje debe haberme puesto algo bonita, mi cuerpo no estaba tan mal , incluso Carlota me alababa diciendo que era más hermosa que Kelly, con más curvas y delantera prominente y mi cabello liso me daba ese toque de niña. Despues de segundos inciertos, se quita su camisa dejando ver sus abdominales perfectos y después su pantalón, mientras yo era la espectadora.

¡Dios! Se sube a la cama y sacando un extraño pañuelo se acerca a mí.-Soy un buen profesor y me gusta ir directo al grano y más cuando la sangre me hierve al verla a usted.

¿Le hierve la sangre?¿Se referirá a qué le gusta lo que ve?

_Estire sus manos preciosa dama.-Dice y hago un gesto de que no entendía, él solo se ríe.-Es para que usted sienta mejor lo que vamos a hacer.

¿Será una mejor manera de tener sexo? No sé, estaba insegura, pero al cabo que si algo me pasaba, a nadie le importaría, así que obedecí. Estiré mis manos y él las ató.

_Perfecto Srta.-Dijo antes de quitarse la única prenda que lo cubría y casi me da un shock al verlo. Nunca en mi vida habia visto un m*****o en persona.¿Será normal ese tamaño?

_No sé que esté pensando Srta, si sea algo bueno o malo y quiero descubrirlo ahora mismo.

Gatea en la cama hacía mí mientras me estiro hacia atrás con mis manos atadas. Lo veo perderse en mis pechos que solo los acaricia. Sus labios rozan mi piel mientras con su lengua recorre todo mi cuerpo casi desnudo.¡Oh vaya!

_Creo que sin duda querías disfrutar también el día de hoy.

Si supiera que era por mi que toda la gente disfrutaba el día de hoy en las calles, no me lo creería.

_Tienes una piel blanca y sedosa.-Al menos las cremas y lociones que me pusieron para mi primera noche valió la pena.-Voy a descubrirte poco a poco mi misteriosa Srta.

Solo cerré mis ojos al tacto de sus labios sobre mi piel, fue despacio, lamiendo, besando cada parte de mi cuerpo, no sé en qué momento bajó a mi entrepierna que me hizo tensar.

_Voy a subir de nivel, ¿Te parece?.-No pude responder, estaba atada y recién mi cuerpo se estaba adaptando a estás sensaciones que nunca había sentido, así que no estaba segura de cuál sería el siguiente nivel.

Con sus manos, fue quitando esa ropa negra que me mantenía protegida de sus ojos, y mi vergüenza se hizo evidente. Quería y a la vez no. Pero todo se fue al demonio cuando sentí mi cuerpo estremecerse al sentir sus dedos en mi entrada húmeda ahora expuesta. Solo miré al techo y mi respiración comenzó a acelerarse. No sabía lo que estaba sintiendo pero era algo nuevo y bueno, se sentía extremadamente bien, tanto que no quería que se detuviera.

_Cierra tus ojos pequeña, porque voy a hacer que derrames más.

No lo entendí pero hice caso. Él sabía que yo no tenía experiencia en el sexo, entendía que era virgen. No sé que estaría pasando por su cabeza pero sé que lo disfrutaba y más cuando con sus manos apretaban mis caderas y su lengua tocó mi interior e hizo movimiento que hicieron estremecer mi cuerpo entero. ¡Dios!¡Dios! Quería gritar pero no podía, solo emitía gemidos a cada rato por el placer que me estaba dando este hombre.

_Vaya, te veniste más de lo normal.- Dice y me sonrojo, pero debo admitir, eso fue increíble. Se sube encima de mi cuerpo y se acerca de nuevo a mi boca, la devora a placer, se siente una mezcla de ardor y fuego que me sofocan, que solo se aparta al ver que me faltaba el aire.

...Sabes, tienes el cuerpo de una mujer pero el carácter de una niña lujuriosa.

Eso era obvio, soy inexperta, lujuriosa no sé, pero en estos momentos no podía escribir, las manos me temblaban, o mejor dicho, todo mi cuerpo.

...Veamos que hay aquí.-Dijo bajando su mirada hacia mis pechos. De nuevo cerré mis ojos porque era esto era demasiado para mí. Solo sentí como me despojaba de este brassier y me dejaba desnuda,¡Estaba completamente desnuda! Y con un hombre que no conozco. Jamás en mi vida, habría pensado estar así.

...shhh.-Él solo hizo sonidos extraños mientras su boca pasaba por mis pechos, solo cuando los mordía sentía que mi humedad se intensificaba a mil y yo tenía que morderme el labio para no soltar tantos gemidos.

...Parece que estos pezones quieren más.

Sí que lo quería, ver cómo mordía y después lo lamía era una experiencia nueva y erótica para mí. Supongo que leer ese libro que Carlota me trajo a escondidas, me hizo entender algo.

_Srta muda, me temo que no voy a poder soportar por mucho.

Acto seguido, bajo hacia mis caderas y se queda estático.

Yo solo seguía de costado, intentando recuperar el aire que me había quitado minutos antes.

...

_Te doldrá un poco pero solo será por unos minutos, después disfrutaremos los dos juntos mi Srta muda.

Y vaya, no mintió cuando prometió eso. A los segundos de acomodarse, un fuerte golpe como el de un toro salvaje irrumpió dentro de mí. Yo solo me sostuve fuerte de su cuello, pero ese solo instante se detuvo. Levanté mi rostro para ver porque se había detenido, pero él solo soltó una sonrisa que me hizo asustar, pero solo por unos segundos, ya que enseguida, volvió a moverse incesante, a penetrarme sin descanso y cada vez con mas fuerza. Debo aceptar que el dolor fue agudo y punzante, tanto que me dejó sin aire al inicio, pero después, él se encargó de hacerme sentir plena, hermosa, el dolor ya no estaba y su mirada era lo mejor, no dejaba de hacerlo mientras estaba dentro de mí, pero era tanto el placer, que mi cuerpo pedía más y más, tanto que él entendió y así pasamos por varias horas, solo cuando mi mente se nubló intenté detenerlo, pero fue imposible para una muda como yo.

Solo cerré mis ojos y eso fue todo. Había tenido mi primera y maravillosa vez con un hombre que no era mi esposo, fue una experiencia que volvería a repetir sin duda, ya que me gustó y bastante. Al menos eso pensé en ese momento.

¡Eh!.Me levanto de la cama asustada. No puede ser que me haya desmayado en pleno acto, pero es que la sensación de excitación fue tanta que me deje llevar por todo. Este hombre si que fue un semental en toda la extensión de la palabra.

Me quito la sábana que me cubría, noto que ya no tengo el pañuelo y caigo en cuenta que ya era de día.¡Santo cielos! Anton ya debe haber regresado y si no me encuentra va a causar un revuelo. Imagínense, la princesa recién casada, desaparecida en su primer día de esposa.

_Veo que ya despertaste.

Eso era obvio al verme.¡Cierto! Me cubro, ¡Aún estoy desnuda! Él se ríe al ver mi reacción pero es que una cosa era estar desnuda en la oscuridad que estarlo a plena luz del sol.

_¿Tienes hambre? Pedí algo de comida para compartir.

¡Pero claro que la tenía!

Busqué con la mirada desesperada mi pequeño cuaderno, pero al intentar levantarme, ¡Dios! No pude. Mi interior aún dolía y mis piernas parecían las de Bambi.

_¿Te duele?.-Afirmé con la cabeza y no se de dónde, saco una pastilla.

_Tómala ahora, ayudará a disminuir el dolor y esta otra para evitar problemas. No quiero tener que cargar con bebés, es algo que odiaría, además que lo que pasó ayer fue una aventura, algo que..

Se acerca a la cama y me mira, tiene el pantalón puesto pero el dorso desnudo. En verdad es muy apuesto.

...me encantaría volver a repetir lo de anoche, si eso también usted lo desea.

¡¿Le gustó?! Me pregunto sorprendida.

A los segundos, el sonido de la puerta nos interrumpe, menos mal porque no podía creer lo que estaba pasando.

_Mi querida Srta, me temo que debo irme, asuntos de trabajo que debo atender.

De seguro la fiesta aún no termina y en el bar requieren sus servicios de mozo.

Intento comunicarme con él por medio de mis manos pero era obvio que no me entendía.

_Vaya, debe ser difícil para tí.-Dice y me pasa mi cuaderno, enseguida escribo lo que pienso.

“ A mi también me gustó".-No puedo creer que lo haya aceptado.

_Me alegra saber eso. Entonces...

Escribe en un papel algo y me lo entrega.

_Este es mi número de celular, ¿Me darías el tuyo?

Dudé por un segundo. Si le daba, eso significaría que de nuevo tendría sexo con este hombre, y eso no está bien, soy una princesa apesar de todo.

_¿Srta?

Asentí y enseguida le entregué mi número de celular también.¡Diablos! Digo una cosa y hago otra.

_Perfecto mi misteriosa Srta, coma despacio y nos veremos después. Si deseas puedes tomar una ducha antes, estás empapada de sudor y otros líquidos.-Dijo guiñándome un ojo, como si fuera lo más normal del mundo.

Apenas salió, yo caí a la cama. No imaginé que pueda hacer todo lo que hice ayer. Yo que soy tan pudorosa y tímida, pero es que este hombre sabe hacer muy bien su tarea, o será que por ser mi primera experiencia s****l, ¿Fue lo máximo para mí?

Muevo mi cabeza y desaparezco esos pensamientos por un momento. Como la comida que dejó y después de una buena ducha, que juro fue extraña, porque tenía que quitarme el líquido que este hombre había dejado en mis piernas. Oh Dios santo, de solo recordar a Anton, me sentía una zorra por hacer lo mismo que él.

¡No! Esto que hice fue disfrutar de mi Luna de miel, de mi hermosa noche de bodas además de mi despertar s****l, algo que fue increíble, sí que lo fue.

Tomo mi celular y recién me doy cuenta que tengo 5 llamadas de Anton y 3 de Kelly, vaya, que casualidad.

Vamos Siriana, eres la princesa de este país, solo tuviste una “aventura" como Carlota lo llama, según ella, es algo que no implica amor y que solo es casual, pues bien.

Bajo al primer piso del hotel, debía irme lo más pronto de aquí. Esto es raro. Recién me doy cuenta que hay muchos hombres vigilando todo el hotel. ¿Acaso habrá algún importante huésped? No lo sabía, no debía importarme tampoco.

Doy unos pasos, pensé que el dolor ya se había ido pero no, era como si sintiera que su m*****o estuviera dentro mío aún.¡Tonta! Estos pensamientos eran demasiado.

Llego a la mansión de los Resveri, un obsequio de mi padre hacía él, por ser ahora mi esposo. Entro y es él quien me recibe.

_¡Siri por Dios!¿Donde estabas? Me preocupaste mucho. Pensé que algo te había pasado cariño.

¿Cariño?

“ Estoy bien Anton, solo salí a dar una vuelta a los alrededores, para conocer mejor este lugar”

Él suspiró apenas le dije eso con mis manos.

_¿Te pasa algo?.-Preguntó al notar que caminaba con dificultad. No creo que se le pasé por la cabeza que venía de disfrutar mi noche bodas con un desconocido.

“ Caminé demasiado así que me duelen las piernas ".-Con eso bastará.

_Bien, bien, pero a la próxima, sal con un guardaespaldas, no puedes salir a caminar sola. Eres la princesa de este país y toda la prensa está puesta en tí, así que compórtate con cuidado. Eres mi esposa, la futura duquesa y la hermana de la futura reina de este país, no lo olvides Siri. Ahora, me voy a descansar.

Me da la espalda pero lo detengo con un golpe, él voltea a verme.

“Y tú, ¿Dónde estuviste cariño?”

Veamos que me dices ahora Anton.

_Regresé a la casa de mis padres anoche Siri. Mi madre se puso mal, se le subió la presión, ya sabes, disfrutó mucho de nuestra unión.

Buena excusa, pero veamos que respondes ahora.

“Anton, quiero ser tuya, ahora ya soy tu esposa"

Él abrió su boca sorprendido por mi atrevimiento, ya que yo no era de hablar de esas cosas tan abiertamente.

_Ahora no Siri, estoy cansado, no he dormido en casi toda la noche por la preocupación de ver a mi madre.

Sonreí.-“Entiendo"

_Pero ya habrá tiempo Siri, tenemos todo el tiempo del mundo.

Dijo y se encerró en la habitación donde ayer yo debía ser suya, dónde debíamos tener nuestra primera vez pero en vez de eso, se fue con mi hermana y encima me miente.

Después de varios minutos pensando en lo intenso de ayer, entro a la habitación donde ahora, Anton dormía a placer.

Me acerqué a su camisa y como lo supuse, tenía el olor del perfume de Kelly, lo conocía muy bien, pues yo se lo regalé, además que en su cuello, tenía marcas de labial rojo, el favorito de ella. Era más que obvio.

Me alejé de él y salí de la habitación. Quería llorar de nuevo, gritar para desahogar este dolor, no era tan fácil olvidar al que por años fue tu prometido y de un día a otro, descubres que nunca te amó.

Escucho que llega un mensaje a mi celular.

“ Hola mi preciosa Srta, ¿Podemos vernos mañana? Quiero invitarte a almorzar, ¿Que dices?"

Era del mozo del bar. Santo cielo, no sabía que responder, que debía hacer. Escucho el sonido de otro celular, conozco ese sonido,es el de Anton. Entro de nuevo y lo tomo, parece que está tan cansado que ni cuenta se ha dado.

“ Anton mañana iré a verte, asegúrate que mi hermana tome su pastilla para que se duerma después del almuerzo ”

Otra vez lo mismo, ahora entendía el porque de mis repentinos cansancios, ¡Pero que tonta que fuí! Tomé mi celular y le escribí al mozo.

“ Mañana iré sin falta"

Se que esto estaba mal, no debía ver a otro hombre porque estaba casada, pero la rabia me embargaba al ver que él seguía engañándome en mis narices.

Anton Resveri, si crees que soy la tonta e idiota princesita, pues te equivocas y voy a demostrártelo, ya lo verás.