Jonathan no había salido ni un segundo después de todo el encuentro. Por otro lado, Evelina seguía sin atreverse a separarse de Adrián. Parecía como si él tampoco quisiera que ella se alejara de su lado. Había una fuerte atracción entre los dos; se sentían conectados. —Me di cuenta de que probablemente no cenaste —susurró Evelina mientras fruncía el ceño. Ella realmente quería asegurarse de que él había comido, solo porque no había comido mucho aparte del desayuno que ella le había preparado antes. —He comido bastante antes de que Jonathan apareciera —le informó él. Ella sonrió ante sus palabras antes de caminar hasta el borde de su cama, donde se sentó. Él ya se había tumbado con un libro en la mano mientras sus ojos leían el texto. —Me alegra oírlo —sonrió. Evelina se acercó un poco m