Un nuevo comienzo.

1339 Words
Camino, lento, suave, con calma. Nadie está a mi lado. Todo se ve oscuro, lúgubre, triste. Escuchó goteras a mi alrededor, unas gotas pesan más que otras. Me siento aturdida, pérdida y confundía, muy confundida. ¿Donde estoy? ¿Que se supone que es este lugar. Un grito desgarrador inmunda el lugar, seguido por una horrible apertura que empieza a crearse bajo mis pies. El suelo tiembla, las goteras se hacen constantes hasta volverse lluvia. Corro asustada, ¿Que mierda está pasando? Pido ayuda a gritos pero nadie aparece. Siento la mente tan cansada, quiero dormir, pero no siento mi cuerpo. Estoy asustada, quiero que está pesadilla acabe. Un dolor punzante me esta taladrando la cabeza, escucho voces a mi alrededor pero no logro entender lo que dicen. Dejo de sentir las piernas, los brazos, mi corazon. Los gritos dejan de escucharse, ya no hay más lluvia, ni pequeñas goteras, solo el molesto sentimiento de que el suelo es inestable. Una grieta inmensa se abre en el piso. Huyó de ella y por más de que corro no logro safarme hasta que caigo. Caigo, y caigo, y sigo cayendo en picada al vacío... El agua cala mi piel hasta los huesos. Se siente como mil agujas en todos los nervios. Quiero respirar y no puedo, el agua no me lo permite. ¡Por favor, que esto acabe ya! ... Elizabeth Scott Los párpados me pesan. Me siento fatigada y sin fuerza. Cada que respiro me duele el pecho. Parpadeo con desánimo. ¿Donde estoy? Intento ver a mi alrededor, pero me resulta imposible, tengo el cuello inmovilizado. Miro con detenimiento el lugar, y empiezo a asimilar ciertas cosas. Creo que estoy en un hospital... ¿Como llegué hasta aquí? De solo pensar me duele la cabeza. ¿Que fue lo que me pasó? La puerta se abre dejándome ver a una enfermera bajita que carga una carpeta en las manos entrando en la habitación. Parece algo distraída, hasta que sus ojos se topan con los míos. La vi fijamente, había mucha sorpresa en su mirada. Sin decir palabra alguna, salió de la habitación, y momentos más tarde, regresa acompañada por un doctor. — Buenas tardes señorita Scott— saluda el doctor analizando mi estado— Pensamos que despertaría dentro de dos semanas. No entiendo nada de lo que está diciendo. — ¿Que hago aquí?— mi voz sonó más ronca de lo que debería. — Estás acá porque tuviste un accidente... — ¿Un accidente?— cuestione dudosa. — Si, un accidente... — Pero no logro recordar nada. ... Marcus Scott 3 meses antes... Llegue al hospital en busca de Elizabeth. Entre directamente por el área de emergencias, en la sala de espera vi a Andrew abrazando a Olivia, corrí hasta ellos. — ¿Donde está?— pregunté en cuanto estuve con ellos. — La ingresaron en terapia intensiva hace dos horas... — ¿Dos horas?— pregunte alarmado. Hace dos horas Elizabeth estaba conmigo para discutirlo si seguir casados o no. Hace dos horas dije que quería disolver nuestro matrimonio para estar separado de ella. Hace dos horas salió de la sala de juntas y me dijo que era un imbesil desde el ascensor, fue la última vez que la ví... Esto es mi culpa. — ¿Qué han dicho los doctores?— cuestionó Robert quién acababa de llegar con nosotros. — Nos dijeron que está grave, aún no logran estabilizarla... Una chica la trajo hasta acá después de que quien la atropellada se diera a la fuga— respondió Andrew, quien estaba aún más preocupado que Olivia. — ¿Olivia donde está tu padre?— volvió a preguntar Robert. — No lo sé, pero espero no verlo aquí— respondió mi cuñada con todo el desagrado del mundo. Un doctor se aproximó hasta nosotros y cuando estuvo lo suficientemente cerca nos preguntó: — ¿Familiares de la señora Scott?... — Somos nosotros— hablé poniéndome frente al doctor— Soy su esposo. — Su esposa está estable. El accidente le causo tres fracturas en las costillas, una de ellas casi perfora su pulmón izquierdo; además sufrió una grave conmoción craneal por lo que tuvimos que inducirle el coma para poder estabilizarla de una forma segura— explicó el doctor. Creo que todos suspiramos aliviados al escuchar eso. Que bueno que ya está mejor. — Cuanto alivio nos da saber eso— comentó mi papá al doctor. — Lo mejor es que el accidente no afectó al bebé — comentó el doctor dejándonos petrificados a todos. — ¿Disculpe, cual bebé?— pregunto Olivia con curiosidad y cierta esperanza. — El de la señora Scott, está en cinta... Pensé que lo sabian— creo que voy a desmayarme— Pero ya veo que no. En fin, tiene tres semanas de gestación, por eso el feto no se vio tan afectado como la madre. Me tambalear un poco al intentar sentarme por lo que Andrew y Robert tuvieron que ayudarme. Estaba en trance total. Se supone que esto no debe pasar, Elizabeth estuvo tomando píldoras, y cuando no lo hacía yo usaba condones. Mi padre y Olivia eran los más encantados con la noticia, a diferencia de Andrew y yo, que ambos estábamos sentados pensando. — Felicidades— comento Andrew mucho tiempo después de que el doctor se había ido. Lo vi como si acabara de ofenderme, ¿Que haría yo con un bebé?, ni siquiera sé nada sobre cómo cuidarlos, mucho menos de cómo tenerlo. O sea, tengo 31 años y no sé cómo carajos cambiar un puto pañal. — Estoy muy contento, esto debo contárselo al resto de la familia... — ¡No!— exclamó Andrew dejándonos confundidos a todos— Nadie puede saberlo aún... — ¿Por que?— refutó mi padre, en su vida alguien que no fuera yo o mi madre le había llevado la contraria. — Por Dios, es muy obvio, lo de Elizabeth no sólo fue un accidente... — ¿Andy que cosas dices?— espetó Olivia que por lo visto tampoco entendía a su novio. — Quiero decir que alguien la hizo chacra el auto... — Eso es una tontería muchacho, ¿Quien querría hacerle daño a Elizabeth?— cuestionó mi padre alarmado. — Ya lo veremos— comentó Andrew poniéndose de pie para dirigirse a hablar con la chica que había traído a Elizabeth al hospital. Estuvieron varios segundos hablando hasta que por fin, Andrew se dio la vuelta y regreso con nosotros acompañado por la chica. — Amigos, ella es Alicia, trajo a Elizabeth hasta el hospital. ¿Alicia, serías tan amable de repetirles lo que acabas de contarme a mi? — Bueno, estaba a pocas calles de donde chocaron a la chica. Buscaba mi auto para entregar unos cupcakes que hago y me quedan buenísimos, espero los prueben algún día porque son la bomba... — Alicia— llamo Andrew. Ahora entiendo porque tardaron tanto hablando. — Lo siento. Como les decía, después de entrenar los cupcakes volvía al auto para devolverme a casa con mi perro Zeus. Entonces, recuerdo ver que un auto n***o puso sus luces de cruce... Todo paso tan rápido, recuerdo entrar en el auto y escuchar que alguien grito ¡Cuidado! Y luego el impacto de ambos coches chocando. Lo siguiente que vi fue el auto de la chica estrellándose contra el árbol... Corrí hasta ella y junto a otro chico la sacamos del auto y llegamos hasta acá. — ¿Y no se les ocurrió llamar a una ambulancia, o a la policía?— cuestionó mi padre igual de sorprendido que nosotros. — De haberlo hecho ella hubiese muerto— respondió la tal Alicia con cierta nostalgia. — Gracias— dije desde mi lugar— De no ser por ti mi esposa no estaría viva. Le sonreí y vi sus mejillas teñirse de rosa, me alegra saber que no pierdo mi encanto natural. En cuanto la chica se fue todos nos quedamos pensativo, ¿Será cierto que no fue un accidente? ...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD