Dos en vez de uno

1543 Words
Marcus Scott Pasados los días, transferí a Elizabeth a una clínica donde tendría mejores cuidados. Estuve pendiente de ella en cada momento, tanto que llevaba semanas sin volver al trabajo, y no planeo vovel mientras siga aquí. El doctor nos había dicho que Elizabeth despertaría del coma en cuanto la inflamación de su cerebro bajará, por el momento, todo en su sistema está bien, hasta el bebé... No puedo creer que vaya a ser padre. Es decir, ya sospecho el como paso y cuando, pero Confío en que no lo haré tan bien. — ¡Gracias a Dios!— gire y vi entrar a Steven con su hija Barbara, su esposa y su cuñada— Pensé que estaba en hospital central... Me pare de frente a Steve y su séquito evitandoles el paso. El me vio sin comprender nada de lo que pasaba. — ¿Elizabeth lleva dos semanas hospitalizada porque tuvo un accidente y tú vienes a ver cómo está hoy?— cuestione con toda la altanería que llevaba en el cuerpo. — Estaba en un viaje de negocios... — ¿Y fue más importante cerrar un trato que ver a tu hija?— le reproche. Steven me vio con sorpresa, esperaba que lo justificara, no que lo atacará. — Largo, ya no eres bienvenido en mi casa, y todos nuestros negocios se cancelan— la cara que pudo el hombre me causo gracia. — Mi esposo es un hombre exitoso, no necesita nada relacionado con tu empresa... Vámonos querido— Sonia tomo a Steven por el brazo y lo jaló hasta sacarlo de la habitación, obviamente su hija y hermana la siguieron. Espero no ser tan mal padre como él... Salí de la habitación y vi que Olivia y Andrew venían llegando. Gracias a Dios que Olivia no topo con su padre, de lo contrario se iba a armar una discusión muy fuerte. Según Andrew me había contado, Olivia estaba molesta con su padre por el trato y la relación que había mantenido con Elizabeth durante todos estos años, además, se había peleado con su hermana Barbara y su madre la había echado de la casa. Una situación complicada. — Ese miserable, su hija tuvo un accidente y viene a verla dos semanas después— comentó Andrew después de que le contara lo que había pasado. — Lo sé, un completo descaro de su parte... Olivia nos miraba sin decir nada, estaba disgustada por la visita de su padre. — Iré por un café— Andrew salio de la habitación dejándonos solos. — Steven nunca a sentido amor por Elizabeth o por mí, o bueno, tal vez nos quiera pero no de la misma forma que a Barbara... — ¿Por que lo dices? Ella sonrió con tristeza: — Años de demostración y experiencia... Además, Elizabeth es hija de una de sus amantes y yo, bueno, yo nunca logré ser tan pretenciosa y mimada como Barbara— confesó. — Pero son sus hijas, debería quererlas a todas por igual... — Se supone... Más no es así. Y con las ideas que le mete Sonia en la cabeza, menos va a querernos. Es difícil enterarse que tu propia madre tiene preferencias por una sola de sus hijas— Olivia se secó una lágrima de los ojos— Espero no malcries tanto mi sobrino Marcus. Sonreí. No estoy seguro de poder cumplir con eso. Por más de que estuviera indeciso con el tema, me gustaba fantasías con el. De vez en cuanto me permitía imaginar a un niño castaño como Elizabeth y con sus ojos; él, su madre y yo comemos un helado en la playa. O tal vez una niña rubia idéntica a mi, a la que llevaría a clases de ballet. — ¿Haz pensado que pasaría si Elizabeth despertara y no quisiera tener al bebé?— cuestionó Olivia un poco seria y pensativa. — ¿Por que lo dices? — Marcus, tuvo un accidente sin saber que estaba embarazada... ¿Que pasara cuando despierte y el doctor le de la noticia? Eso era algo en lo que no había pensado. Elizabeth no estaba enterada de su embarazo, y estando dormida se enteraría cuando esté ya estuviera muy avanzado, o peor... — Siendote honesto no lo sé, pero debo apoyarla en lo que decida... Andrew entro en la habitación interrumpiendonos, y junto a él venía Robert un poco alegre. — Steven acaba de llamarme para decirme que iba a cancelar todas nuestras negociaciones y contratos... — ¿Y por qué te causa tanta felicidad?— pregunte curioso. — Es un hombre insoportable, no sabe de negocios y aparte, sus empresas están por irse a la quiebra, así que sin nuestra ayuda, esta jodido— comentó con lujo y detalle mientras tomaba asiento junto a Olivia. La confesión de mi padre me generó una gigantesca confusión: Si tan mal le cae Steven, ¿Por que me castigo al casarme con Elizabeth? Creo, que esto tiene un trasfondo más interesante que el de mi castigo. ... Una semana después... La duda que mi padre había sembrado en mi no me había dejado pensar con claridad los últimos días. Estoy exhausto, no he dormido bien en semanas, necesito ducharme, afeitarme e ir al gimnasio, esto de estar fuera de forma no es lo mío. Sin embargo, tengo miedo de irme y que Elizabeth despierte, quiero ser el primero en verla. El doctor nos señalo que la inflamación en el cerebro de Elizabeth a estado disminuyendo los últimos días, pero no de la forma en la que ellos esperan. Por el momento, solo nos queda esperar. Esta semana le harían su primer control prenatal, lo que involucra hacerle una ecografía para saber cómo está el bebé. El doctor había traído a una colega suya especialista en ginecología y partos, o eso fue lo que entendí. Los enfermeros ayudaron a transportar los equipos necesarios para hacerle el eco a Elizabeth, así no tendrían que trasportar la entre pisos. — Buenas tardes señor Scott— habló la doctora al entrar a la habitación— Soy la doctora Robin Akerman, seré quién lleve el control natal de su esposa. — Un gusto— respondí sin ánimos. Me hubiera encantado que Elizabeth estuviera presente para esto. Se que sus comentarios me sacarían de quicio y me harían reír a la vez. La doctora se colocó un par de guantes y seguidamente puso gel sobre el vientre de Elizabeth. Yo me ubique del lado contrario donde estaba la doctora, así no le estorbaria en nada. Tome una de las manos de Elizabeth para acariciarla, la extrañaba muchísimo. Extrañaba sus besos, la forma en la que me mira, incluso el cuando me llama idiota por ser tan arrogante y la forma en que sonríe cuando la beso o le doy afecto. ¿Como pude haber sido tan estupido para querer dejarla ir? — ¿Listo para ver al bebé?— pregunto la doctora con entusiasmo. — Si— respondí al borde del llanto. No ha sido fácil pasar por todo esto. La doctora encendió un monitor que mostraba la pantalla en n***o, tomo una especie de escáner y comenzó a frotarlo contra el vientre de Elizabeth. Enseguida, el monitor mostró una imagen borrosa donde apenas se veía un granito de maíz. — Esto de aquí es tu bebé— menciono la doctora señalando el granito de maíz. Estaba maravillado con lo que mostraba el monitor, quién diría que algo tan pequeño sería un bebé. — ¿Quieres escuchar sus latidos? — Si, no veo el por qué no. La doctora tecleo algunos comandos en el monitor y seguido, se mostró la imagen del grano de maíz junto a unas ondas y el fuerte sonido de un tambor haciendo un redoble. Las lágrimas pudieron conmigo. Es el sonido más tierno que nunca había escuchado. Como quisiera que Elizabeth también pudiera escuchar esto. — ¡Wow!— exclamo la doctora. — ¿Pasa algo?— cuestione secandome las lágrimas. La doctora tecleo algo en el monitor y comenzo a mover el escáner que tenía sobre el vientre de Elizabeth. En cierto lugar de su vientre no se veía un solo granito de maíz... Se veían dos. — ¡En hora buena! Tendrán mellizos— exclamó la doctora entusiasmada. Sentí como la presión me baja y volvía a subir. Dos bebes... Tendremos dos bebés. ¡Esto si que es darle al premio gordo! Ahora, más que maravillado me encuentro frustrado, ya estaba angustiado por pensar en ser padre de un solo bebé, pero resulta que ahora debo preocuparme el doble. La doctora imprimió una foto de lo que anteriormente me había mostrado el monitor. — Nos vemos en un mes para seguir con el control. Le daré al doctor Axel las indicaciones para el embarazo de su esposa— me dio la fotografía del eco y se fue sin decir más. En cuanto la doctora cerró la puerta, me senté junto a Elizabeth. — Se que no me escuchas, pero hoy más que nunca, quisiera tenerte junto a mí— deje un beso en su frente. Limpie una lagrima rebelde de mi ojo y salí de la habitación para llamar a mi padre y a Olivia, ellos también deben saber las buenas nuevas. ...
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD