Capítulo 2

2158 Words
Actualidad… Brooke Pov: Bufo de aburrimiento, mientras jugueteo en mi celular con cualquier cosa que se me ocurra. Es increíble que me encuentre atrapada aquí, sin nada mejor que hacer. Estoy en mi tiempo libre así que puedo hacer lo que quiera en los próximos 15 minutos, así que vine al único lugar en el que nadie me molesta y en el que puedo ser yo misma. Quizás sea la única persona que se sienta libre en un pequeño cubículo de un lujoso baño en una reconocida empresa. Sí, lo sé, soy rara. A algunos les parecerá un mal lugar, incluso pensaran que estoy algo loca, pero ni una, ni la otra; bueno, puede que no esté tan loca como ellos piensan. Yo puedo elegir donde sentirme cómoda, lo que piensen los demás ya es parte de otra historia que no me interesa leer, algunas de esas historias pueden ser muy amargas. Cada persona escribe su historia a su manera y, aunque mi historia es patética, es mía, me pertenece y yo decido que escribir en ella. Prefiero ser yo misma estando sola que fingir ser alguien que no soy frente a una gran multitud. La soledad que me acompaña es mejor que la hipocresía y la maldad que me hiere. En especial en este lugar del asco. En ese momento se escuchan unas escandalosas risas que me sacan de mi mundo imaginario y me hacen caer de nuevo en mi triste realidad. No, no me gusta mi realidad, prefiero vivir en mi mundo de ensueño dónde todo es más tranquilo y puedo manejar las cosas a mi antojo. A veces la realidad es tan dolorosa, que se necesita una pequeña dosis de fantasía y otra pequeña dosis de locura para poder soportarla. Yo creo que podría caer en una peligrosa sobredosis… —Es tan deprimente que me da pena— reconozco esa voz de inmediato y me tenso en sobremanera y apagó mi teléfono como acto de reflejo. Calmo mi respiración y hago el mayor silencio posible para que no noten mi presencia. Tengo tan mala suerte que no me sorprendería que me encontrarán aquí las personas que menos querría ver en este momento. — ¿Pena? —escucho otra voz que habla con burla, esa voz también la logro reconocer a la perfección. Tenía la esperanza de tener una gota de buena suerte hoy, pero ya veo que no. Perfecto, definitivamente hoy tampoco es mi día. No me sorprendo, nunca es mi día; pero cuando me encuentro con estás personas, pues mi día empeora un ciento por ciento. —Nadie siente pena por el Espectro Jones, Marie—dice una tercera voz mientras todas ríen de manera escandalosa. Espectro Jones. Aprieto mis labios, mientras acomodo mis lentes en el puente de mi nariz. En cierta parte me parece un poco gracioso que estás tres cacatúas vengan a destruir y a burlarse de las personas al baño de la empresa, en un área que ni siquiera es en la que ellas trabajan. Quizás han venido aquí con intensiones ocultas, pero eso es normal en esas descerebradas sin corazón hacer cosas sin sentido para hacer crecer su asqueroso ego; no me sorprende que el ridículo trío de hienas vengan a este lugar a burlarse… De mí. Así es, el famoso “Espectro Jones” soy yo, me he ganado ese apodo ya que, según ellas, mi apariencia es tan poco atractiva y llamativa que solo puede ser comparada con un horrible espectro que aparece únicamente para asustar a las personas. Además, nadie me nota, soy como un fantasma del área de finanzas y mi apariencia es tan indeseable que ni siquiera tengo amigos porque nadie quiere estar cerca de mí. De ahí se les ocurrió ese ridículo apodo con el que me catalogan. Que originales son. La verdad me sorprende que hayan pensado en ese apodo, yo pensé que en esas cabezas solo había silicona, neuronas dañadas de tanta plancha y extensiones y, quizás, podría haber una pequeña nuez que reemplaza la total carencia de un cerebro; pero veo que son capaces de pensar en algo más que en ellas mismas. Estoy muy sorprendida. Mi nombre es Brooke Jones, también conocida en esta empresa como “El Espectro Jones” del área de finanzas de la prestigiosa e internacional empresa de productos de belleza “Beauté”. Es curioso que yo trabaje en una empresa dedicada al cuidado y a la belleza femenina si ni siquiera cuido de mi propio aspecto, pero así son las cosas de la vida; además, al estar en el área de finanzas no tengo contacto directo con los clientes, así que no debo preocuparme por mi apariencia o porque los posibles compradores del producto vean mi horrible aspecto. Me alegro mucho de estar encerrada en esta aislada área de la empresa, no me gusta enfrentar las miradas de las personas. Nunca lo he hecho. Desde que empezó el cambio de mi cuerpo en la adolescencia, empecé a usar ropa holgada que no mostrase mi cuerpo, ya que cuando lo hacia todos me veían extraño y eso me incomodaba muchísimo, porque nunca me gusto llamar la atención. Mis pasiones son más tranquilas, me gusta más leer o pintar que interactuar con las personas. Todas sus miradas llenas de repulsión, odio o burla me hicieron insegura de mi cuerpo, por eso prefiero ocultarlo, para que nadie vea nada y así nadie pueda criticarlo. Es mejor así. Sufrí de bullying en la escuela por mi sobrepeso y en la secundaria también, porque solía usar frenillos en mis dientes para arreglar mi dentadura que estaba algo chueca y aún tenía un poco de sobrepeso, pero eso se arregló cuando entré a la universidad porque nadie me veía, nadie se percataba de mi presencia, entonces sentí que estaba en el paraíso. Solo hablaba con las personas cuando era estrictamente obligatorio y, la mayoría de personas que estudiaron conmigo, ni siquiera me recuerdan. Eso es muy bueno. Nunca tuve amigos porque siempre sentía que me iban a traicionar, los años me enseñaron que las personas solo se buscan entre sí cuando necesitan algo y yo no quería ser así; además, soy bastante antisocial o la sociedad es anti-yo. No estoy interesa en encajar en una sociedad que quiere hacer moldes y medidas similares para cada persona y al que sea, medianamente, diferente lo excluyen y lo señalan por ser raro. Yo digo que ese tipo de rareza no es malo, es único y admiro a las personas que tienen el valor para ser ellas mismas. No es un pecado ser diferente, el pecado está en fingir ser alguien que no eres. No te obligues a encajar en un mundo que no se amolda a ti. ¿De que sirve ser quien no eres si eso no te hará feliz? Si vives una vida que no te pertenece o fingiendo ser alguien que no eres ¿Eso se llama vida? Me dicen rara por no querer encajar en su mundo, por preferir mil veces ser yo misma que ser igual a toda la sociedad. Sin importar que el mundo me dé la espalda y me patee, yo seguiré siendo yo. No me importa ser rechazada, siempre lo he sido por no encajar y no aceptar un mundo que solo me hace daño ¿Quién quiere un mundo que te lastima? Que te juzga y te apuñala cada que le da la gana. Prefiero que el mundo me ignore antes que me obligue a cambiar. Mi aura débil y mi falta de estilo personal me ayudo a pasar sin problemas la universidad, pero digamos que a la hora de buscar trabajo mi apariencia no le gustaba a la mayor parte de las personas a las cuales acudía en busca de trabajo. Entiendo que las personas observen primero tu apariencia para tener una idea de que tipo persona eres, pero a veces siento que no importa tus habilidades, si no tu apariencia. Fue difícil encontrar trabajo, pero digamos que una buena persona observo primero mi bien elaborado currículum antes de mirarme a mí y luego de eso me dio la oportunidad en el departamento de finanzas, desde entonces he estado aquí, aguantando burlas y menosprecios, pero eso ya debería ser común en mi vida; me gusta mi trabajo y eso también me ha ayudado a sobrellevarlo todo y, en nombre de esa amable persona, estoy aquí luchando contra esto, porque esa persona tuvo fe en mí y yo tengo que retribuir su bondad. Solo debo aguantar. —Oigan les tengo una pregunta muy divertida—habla en voz traviesa la jefa de las inútiles que les encanta amargarme la existencia. Samantha Parker. Una pelirroja extravagante que le encanta mostrar mucha piel; muchos de los empleados de Beauté (mayormente el personal masculino) se mueren por tener, aunque sea una mirada de ella. Además, posee una voz verdaderamente seductora con la que tiene a sus pies a cientos de hombres. Y como no… Su larga cabellera pelirroja y ojos celestes hacen de esa bruja un verdadero encanto, muchos suspiran por ella y tiene a todos los hombres comiendo de la palma de su mano. Todas ellas se encuentran en el área de relaciones públicas y debo decir que ellas son expertas en relaciones, pero esa pelirroja es la jefa porque hace un excelentísimo trabajo en lo que hace. Relacionarse con las personas es su especialidad, pero creo que a veces exagera un poco. Le encanta tener todo tipo de relaciones. — ¿Cuál sería esa pregunta, Sam? —pregunta con insistencia la otra integrante del trío de descerebradas. Oh, excelente, todas las hienas están reunidas haciendo su show de comedia. Brandy Ora. Una belleza de cabello castaño y extravagantes curvas, su piel broceada es un verdadero deleite para la mirada de todo el mundo, pues combina a la perfección con su cabello y el hermoso color verde grisáceo de sus ojos, pues los resalta aún más. Su cabello es verdaderamente envidiable pues es largo y bastante saludable; ella es físicamente hermosa, pero lo que tiene de belleza lo carece de cerebro, ella trabaja en la misma área que la bruja mayor y es una de sus fieles sirvientes. A veces me parece patética la manera en la que la sigue fiel y ciegamente, ni siquiera parece tener decisión propia y ve el mundo a través de los ojos de la pelirroja. A puesto que si ella les dijese que se lanzarán del último piso de este edificio, lo harían sin pensarlo dos veces. Primero no tienen el suficiente cerebro para negarse y segundo las pocas neuronas que le funcionan solo sirven para dedicarse a amargar la vida de otras personas A veces me dan lastima. — ¡Dinos, Sam! —ruega ansiosa y en tono meloso la última integrante del trío de idiotas. Marie Müller. Ella es una hermosura europea de preciosos cabellos rubios y ojos tan azules como el cielo; es irritante la manera en la que presume sus supuestas raíces europeas y lo más irritante es que tiene una voz muy melosa para mí gusto y gracias a eso se ganó el apodo de delicada muñequita europea, pero por suerte yo tengo el don de que me vale menos que una mierda lo que ellas hagan o digan. No importa si es europea, asiática o marciana; bruja siempre será bruja aunque oculte su escoba. Debo admitir que, como sus otras colegas brujas, Marie también es poseedora de una gran belleza y es considerada una de las mujeres más hermosas de Beauté. Pues claro, esa delicada apariencia de enormes ojos azules adornados con espesas pestañas y pequeña boca de labios carnosos y de un ligero rosa tornándose rojos en el centro la hacen una belleza irreal y de ensueño, llegando incluso a ser modelo en algunos anuncios de nuestros productos, pero se mantiene al margen de las situaciones, pues no desea quitarle el trono de bruja reina a Samantha Parker. Cuando este trío se reúne no es un buen augurio y menos para mí. Salgo de mis pensamientos y mantengo mi respiración calmada para que este trío de cacatúas no descubran mi presencia ahí, pues seria muy fastidioso tener que lidiar con ellas. No tengo ganas de escuchar sus estupideces, pues ellas solo conocen de veneno y maldad. ¿Qué estarán tramando ahora? Sea lo que sea no me incumbe, ni me interesa meterme en sus asuntos. Lo bueno de tener un aura tan débil, es que paso desapercibida con mucha facilidad y no soy del suficiente interés de las demás personas… —Ustedes creen…—hace una pausa y me impaciento aún más, pues ya quiero que ellas se vayan para salir; ya casi termina mi hora de descanso y debo volver a mi trabajo, además, ya quiero salir de aquí; desde que ellas llegaron me siento sofocada…— ¿Qué el Espectro Jones sea virgen? ¿¡QUE QUÉ…!?
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