Capítulo 6

1814 Words
Brooke Pov: …Siempre…Aparece él. Suspiro con profunda pesadez y cubro mis ojos con mis manos, pues mis ojos se sienten pesados e irritados en las mañanas y más después de tener estos sueños tan raros. No entiendo porqué debo tener esos sueños tan extraños con ese hombre, ni siquiera puedo recordarlo bien, siempre que aparece en mi mente solo puedo ver sombras que ocultan su identidad y no sé porqué sigo pensando en él. Eso fue solo una noche y ya. Una noche donde perdí la razón por completo (aunque, en realidad, perdí más que la razón) y eso me llevó a yacer en una cama desconocida con un hombre misterioso que me sostuvo entre sus brazos haciéndome sentir mujer, fue la primera y única vez en que un hombre me hizo sentir una mujer deseada y después de eso ningún hombre me volvió a desear y yo tampoco busqué ser deseada por un hombre. Eso pasó hace 5 años atrás cuando aún estaba en la universidad. Quizás estoy recordando todo esto debido a que esas brujas estuvieron hablando de mí en el baño de la empresa. Ese hombre…Tomó mi primera vez. No puedo culparlo y tampoco culparme a mí, fue una decisión de los dos, ambos éramos adultos y eso era lo que queríamos en el momento, pero después de que el fuego pasó y mi mente volvió en sí, me sentí muy avergonzada. Tener sexo por primera vez fue una experiencia confusa y, aunque mis recuerdos sean borrosos, puedo saber que las sensaciones que recorrían mi cuerpo con frenesí me hacían sentir extraña tanto en mi mente como en mi cuerpo. No sé que era lo que le sucedía a mi mente en ese momento, no podía pensar con claridad y mi cuerpo no podía dejar de retorcerse debajo de ese cuerpo ajeno que me poseía con fervor. Aquella noche… Recuerdo que hubo una reunión de mi sección en dónde todos fuimos invitados a un bar a disfrutar y a divertirnos. Yo no quise ir, me negué de inmediato, pero me convencieron con argumentos que yo no podía enfrentar, me parecía extraña su insistencia y su desespero porque yo fuera allí. Me animé a ir también por el hecho de que yo nunca había tenido vida social, siempre había estado sola y, en ese momento, quería disfrutar de aquello que llamaban juventud. Me arrepentí enseguida pisé ese lugar. Había un grupo de chicos y chicas con los cuales nunca traté y mi sección me había dejado sola con ellos. Eso me alertó, pues la mayoría eran chicos y yo no era una persona muy social que digamos ¡En el lugar no había ni un rostro conocido! Uno de los chicos me miraba de forma desagradable y asumí que era por mi apariencia, ya estaba acostumbrada a que me mirasen así, por eso preferí ignorarlos y de inmediato abandonar el lugar; pero ese mismo chico me detuvo y me dijo: “Así que tú eres la famosa latina que se esconde detrás de esas ropas tan horribles” ¿Famosa yo? Latina con mucho orgullo, pero jamás pensé que era famosa de ninguna manera. Recuerdo que en ese momento solo agache la cabeza esperando que se cansase de molestarme y me dejase ir; pero lo inesperado pasó cuando me tomó bruscamente de la quijada y alzó mi rostro para fijarme en sus ojos que se clavaban en los míos con cierto aire horrible y luego se deslizaban por mi cuerpo de una manera extraña. Fue entonces que continúo: “¿Sabes? Tantas capas de ropa te dan un toque de misterio y eso me da mucha curiosidad ¿Qué escondes debajo de tanta ropa?” En ningún momento dije nada y solo me mantuve con semblante tranquilo, ya que era lo mejor que podía hacer. No podía pelearme con él, era mucho más grande y fortachón, pero había algo en su mirada que de verdad me hacía querer darle un puñetazo limpio y mandarlo directo al hospital, pero sabía que mi debilucho cuerpo no iba a lograr una maniobra tan fantasiosa. No entendía muy bien lo que decía, pero sabía que no era nada bueno; fue entonces que me susurro al oído aquellas palabras aterradoras que aún resuenan en mi mente: “Debe ser fácil para ti abrir las piernas ¿Verdad? ¿Por qué no las abres para mí? Quiero descubrir que hay debajo de esa horrible ropa” —Maldito bastardo — murmuró molesta recordando aquel momento; sé que han pasado años, pero aún lo sigo maldiciendo por decirme tales horrores. Ojalá se le caiga el pene a una edad muy temprana, por ser tan hijo de… Refrenó el odio de mis pensamientos al ser consciente de una cosa. Su madre no tiene culpa de haber traído al mundo a tal escoria. Bueno, cambiemos un poco… ¡Por ser tan hijo de su hermosa madre! Aún en ese momento era virgen, así que sus palabras me asustaron y me alarmaron mucho. Cómo pude hui de aquel lugar sabiendo perfectamente que había sido una cruel trampa que me habían tendido y yo como una tonta había caído redondita. No sabía porqué la vida era así conmigo, siempre me tocaba la peor parte ¿Qué tenía que fuera parte latina? ¿Por qué tenían que expresarse así? ¿Era yo el problema? Soy una persona, siento de la misma manera que siente cualquiera, nunca han dejado de maltratarme y de intentar pisotearme, pero aún sigo de pie ¿Eso es lo que le molesta? ¿¡Porque tienen que ser así!? Todas las personas que he conocido solo me han tratado mal y me han hecho sentir del asco, eso fue lo que incrementó mi inseguridad. Ahora que lo recuerdo el único que me dijo cosas bonitas fue… Él. Trago grueso, sintiendo mariposas en mi estómago al recordarlo. Quizás era por la calentura del sexo que me decía aquellas cosas tan dulces y bonitas. No puedo recordar su rostro, pero si recuerdo su mirada cargada de fuego y ternura, esa mirada me persigue desde ese momento, pues yo lo deje abandonado en aquella habitación de hotel. Me daba mucha vergüenza. Presa del rencor, del dolor y de mi ingenuidad decidí ahogar mis problemas en el alcohol en un bar cercano; ahí fue donde lo conocí y entre copa y copa, palabra y palabra, terminamos los dos atrapados en un torbellino de placer. Cuando desperté en aquella habitación extraña con mi desnudez cubierta con las suaves sábanas que delataban con una pequeña marca carmín lo que acababa de pasar, me sentí intranquila, asustada y avergonzada ¿Cómo pude haber hecho aquello con un desconocido? Había perdido mi virginidad con un completo extraño que jamás había visto en mi vida ¡Que locura la mía! Ese momento alcanzaba a escuchar las gotas de la regadera golpear el suelo dándome a entender que el hombre con el que había estado aún se encontraba en la habitación y se estaba duchando. De Era mi oportunidad de escapar. Cómo pude y con un gran dolor en mis partes bajas, recogí mi ropa y me vestí tan rápido como me lo permitía mi adolorido cuerpo para salir de ahí corriendo o, al menos, intenté correr saliendo de aquel lugar como alma perseguida por el diablo. Todo ese día me la pasé con una resaca terrible y con un gran dolor en todo mi cuerpo que me recordaba que todas las locuras que había hecho ¿Eso era un hombre o un tren? Porque de verdad sentía que en lugar de haber tenido sexo con un hombre, me había atropellado un tren a toda máquina. ¡Me dolía hasta lo que no sabía que tenía! Todos los pelillos de mi cuerpo se erizan ante ese recuerdo. Hasta ese momento no sabía que un hombre podía convertirse en fuego, un fuego abrazador que me consumió por completo y se grabó en lo más profundo de mí. Lo sé, puedo sentirlo, el hombre con el que tuve sexo quiso dejar su huella en mí, como si quisiera ser inolvidable en mi mente. Eso es raro. ¿Por qué un desconocido que ni siquiera recuerdo sigue apareciendo en mis sueños diciendo que volverá a mí? Dice que volverá para hacerme suya otra vez y eso, aunque sé que es solo producto de mi mente, me deja una sensación muy extraña en mi cuerpo. Eso no puedo ser verdad, eso solo pasa en esos sueños extraños que inundan mi mente en las noches. Creo que es mejor no obsesionarme con eso. Lo cierto es que nunca supe quien era ese hombre, lo único que recuerdo de su persona son muy pocas cosas y esas cosas tan nulas se encuentran dispersas en mi mente. Por muy extraño que parezca, solo recuerdo que su nombre empezaba por la “E”. No puedo recordar ya más. Yo le pregunté su nombre muchas veces y solo lograba escuchar esa letra salir de sus labios, pero más de eso no logro recordar. ¿Quién es el misterioso “E”? Quizás nunca los sepa. Me estiro sobre mi cama, haciendo que varios de mis huesos traqueen, dándome una sensación bastante agradable y bostezo de manera sonora. Bueno, eso pasó hace mucho tiempo y nunca supe más de ese hombre, ya a estás alturas no creo que ese hombre aparezca de nuevo ¿Verdad? Solo fue una sola noche de descontrol, al menos así lo considero yo. Una noche y ya. Decido que es mejor levantarme de la cama y empezar a prepararme para ir a trabajar, aún es temprano, pero prefiero levantarme a seguir ahogándome en esos extraños pensamientos; no tiene caso recordar lo que ya pasó y mucho menos me romperé la cabeza en pensar quien es el misterioso hombre que tomó mi primera vez. Eso ya fue hace 5 años y no creo que pase algo tan extraordinario en mi monótona vida. Llevo 5 años viviendo igual ¿Qué podría ser diferente? Nada. Hoy es viernes, se supone que es un día feliz para todos los que somos esclavos laborales de grandes empresas, pero para mí es un día pésimo porque siento que es el día más lento y largo de todos. Lo bueno es que tendré dos días de descanso, quizás me encierre en mi pequeño estudio a terminar algunas pinturas que empecé y por carencia de tiempo no pude terminar o quizás vaya de visita a la casa de mis padres para pasar el día con ellos. Bueno, eso lo decidiré después, debo ir a trabajar y retomar mi vida normal, mi vida no es la gran cosa, pero me gusta lo poco que tengo y debo luchar contra todo lo que quiera derribarme. Prefiero que las cosas sigan así… Aunque me muera de aburrimiento, prefiero la tranquilidad de mis días.
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