Con dificultad yo abrí los ojos y vi a Alex, que estaba sentado junto a mi cama y parecía estar dormido. Al darme cuenta de que estaba en la clínica, traté de preguntarle cuánto tiempo llevaba aquí y dónde estaba Tina, pero no pude pronunciar ni una palabra, solo un silbido se me escapó de la boca. Alex rápidamente abrió los ojos, saltó de su silla y corrió hacia la puerta gritando: "¡Doctor, ha recobrado el sentido!".
Después de unos segundos, un hombre con bata blanca y una enfermera entraron corriendo en la habitación. Sí, recuperé el sentido, pero no necesitaba manipulaciones inútiles, necesitaba saber: ¿Dónde está Tina? ¿Qué pasa con ella? Me inyectaron algún tipo de droga y me dejaron en paz. Después de un tiempo, pude pronunciar:
- ¿Tina?
- No puedes hablar todavía. Llevas cuatro semanas en coma. - Dijo Alex.
Él desvió la mirada, lo que no me gustó nada. "¿Por qué no respondió? ¿Qué le pasó a Tina? ¿Murió?" – pensamientos horrorosos se precipitaron en la cabeza enferma.
- ¿Tina? - Repetí, tensándome los ligamentos.
- No te preocupes. Ella está viva. - respondió Alex rápidamente, dándose cuenta de que no me quedaría atrás. - Simplemente no la hemos encontrado todavía.
“Entonces mi niña hizo un buen trabajo con la tarea que le di,” - pensé.
- Búscala, - dije de nuevo.
En ese momento, posiblemente, la droga que me inyectaron llegó al cerebro y empezó a hacer efecto. Me quedé dormido.
"En la orilla del mar, vi una figura blanca. No vi quién era, pero por alguna razón supe que era Tina, así que corrí hacia ella. De repente se volvió y se alejó de mí hacia el lado donde un hombre estaba de pie con una niña en sus brazos, Tina se acercó a él, lo abrazó a él y a la niña, él la besó en la frente con tanta ternura que hasta en mis sueños sentí un pinchazo en el corazón.
- Mira, son mías, - dijo Márquez y se rio en mi cara.”
Me desperté, me dolía el pecho como si me hubieran vertido allí hierro fundido. "¡Esto es un sueño, esto es solo una pesadilla!" - Traté de calmarme. Pero los pensamientos me perseguían. Tina desapareció, Alex no la encontró. ¿Y si Márquez la encontró primero? ¿Y si me mintiera, diciéndome que entendía todo? ¿Y si ella estaba con él ahora? Y la niña, ¿de dónde sacaron a la niña? Sacando todas las fuerzas, me obligué a no pensar que Mi Tina podría estar con Márquez. Así fue más fácil para mí.
Durante otras dos semanas más estuve casi inconsciente por las inyecciones que me pinchaban. En ese tiempo me parecía que veía a Emma, que estaba a mi lado y sostenía mi mano. Cuando dejaron de atiborrarme de medicinas y los dolores en mi cuerpo comenzaron a remitir gradualmente, pedí irme a casa. Pero me dieron de alta solo dos meses después. Durante este tiempo, no vi a Alex, por lo que lo primero que exigí, cuando regresé a casa fue verlo.
- ¿Dónde está Tina? - Le pregunté, cuando él entró en mi habitación.
- No lo sé, - respondió con sinceridad. - Registramos todo en el barrio, encontramos un video de una cámara en una de las gasolineras, ella estaba allí y se subió al auto con una pareja de ancianos. Los encontramos, pero dijeron que dejaron a la chica, que supuestamente tuvo un accidente de moto en el centro de la ciudad. Nunca la volvieron a ver. Ella no usó ninguno de sus documentos, ni los que yo le hice.
- ¿Y Márquez?
- Y qué hay de Márquez, volvió a Londres.
- ¿Solo? - Pregunté, recordando mi sueño.
- Sí, pero ¿qué tiene que ver Márquez con eso? - Alex me preguntó, claramente sin entender mi preocupación.
- ¿Puedes seguir a su gente que queda aquí?
- No, es imposible. Hay miles de ellos. No tengo tanta gente.
- ¿Pero hay algo que puedas hacer?
- Puedo y lo hago, - dijo mi jefe de seguridad, ofendido. - Estoy buscando al que te disparó en el casino y luego en la puerta.
- ¿Qué? - Me sorprendí.
Con las preocupaciones sobre Tina, me olvidé por completo, sobre ese disparo en el casino, el hecho de que también me dispararon cerca de la puerta, no lo recordaba en absoluto.
- ¿Qué descubriste sobre Den?
- Poco. Si no lo mataras, podría saber mucho más. Sólo que se puso en contacto con Márquez él mismo para el traslado de Tina, que Emma encontró en el sótano. Ella asegura, que le dijo que llevara a la chica al hospital, pero Den decidió vendérsela a Márquez.
- ¿Entonces nadie la secuestró? - Pregunté con incredulidad.
- No dije eso, por eso puse a Emma bajo vigilancia, no debería adivinar que no le creo. - respondió Alex.
- ¿Emma?
- Sí, Emma. Incluso le permití que te visitara en el hospital, para no demostrar que estaba bajo sospecha. - explicó Alex.
- Espera, no entiendo nada. Den era un traidor, vendió Tina a Márquez. ¿Y qué pinta Emma en esto?
- Herman, parece que tienes lesionados una pierna, el vaso y el pulmón, pero no tu cabeza. - Alex sonrió. – Den por ser traidor no se merecía una muerte tan fácil como le regalaste. Estoy seguro que él no podía hacerlo todo solo. Si, él sabía cada paso nuestro por adelantado. Pero aún…
Alex tenía razón. Den era un chacal. Una auténtica carroña, que me lamía el culo y me odiaba al mismo tiempo. Como todos los debiluchos. No se habría atrevido a hacer eso él mismo. Alguien estaba detrás de él. Alguien que era bastante fuerte. Quién descubrió hacía mucho tiempo la podredumbre de Den, de lo que no nos dimos cuenta. Quien logró usarlo y convencer al tonto de que el poder y la verdad le pertenecerían. Pero no sabía el idiota Den, que, ni un solo debilucho en el mundo nunca tendrá el poder. Solo los iban a usar para el trabajo sucio, y luego lo dejarían morir.
- Te entendí. Pero, ¿para quién trabajaba? - pregunté.
- Si no lo hubieras enviado al otro mundo, lo habría sabido. Y ahora tengo que ir recopilando todo pieza a pieza. Al principio pensé que trabajaba para Márquez, pero él mismo me habló de él y de Emma. Luego vi un video del casino. Un video muy malo, digamos, no se veía nada, pero Márquez estaba parado del otro lado, no podía disparar, y, además, se notaba en su rostro que no se esperaba ese tiro. Y en la puerta de casa estaba a tu lado.
- Sí, lo recuerdo. Entonces, ¿para quién era yo tan indeseable?
- ¿Recuerdas lo que pasó con nuestros negocios? Alguien realmente quería echarte del caso, enfrentándote a Feroz. Cuanto más lo pienso, más convencido estoy de esto. Eres solo una herramienta, él es su objetivo. Den te envió al territorio de Feroz. Alguien te mostró a Tina, sabiendo que se parecía al antiguo amor de Márquez. Y el encuentro vuestro en la cena benéfica no era casual.
- No, vi a Tina yo mismo. Nadie me la mostró, ella estaba entrenando allí y yo mismo me caí del acantilado, cuando Vlasenco ya se había ido. - respondí, y luego de repente recordé sus palabras sobre el mar y que necesitaba un ancla.
No, no podía creer que Vlasenco estuviera involucrado en todo esto. Es una persona respetada en la sociedad y aparte, llevaba muy bien los negocios con Feroz. Solo una vez estúpidamente entré allí. Estaba seguro de que él no tenía nada que ver con eso. ¿Entonces quién?
- Quizás tengas razón. Pero la única pista que tengo para resolver esta farsa es Emma. Así que asegúrate de que ella no sospeche nada. - me pidió Alex.
- Esta bien. Pero no dejes de buscar a Tina. Entiende, ella es más querida para mí que cualquier otra cosa.
- Si ella es tan importante para ti, no la busques todavía. No necesita volver a involucrarse en esta guerra. Ella ya ha perdido más. No la pongas en peligro otra vez. Cuando averigües quien es tu enemigo, cuando saques todos los asuntos del golpe, cuando empieces una vida distinta, entonces búscala. - Dijo Alex.
Como siempre él tenía razón, sabía que no sería demasiado pronto. ¡Ese enemigo no debería saber, que Tina es muy valiosa para mí! ¡No debía! ¡Y eso significa que hasta que lo elimine, no podré verla! Aunque no era un hecho que yo lo mataría, y no él a mí. Pensar así podría ser una debilidad y no debería permitirme esos pensamientos. Era imposible ganar siempre. Mi padre me mostró esto muy claramente.
- No, sigue buscando, no la molestaré, solo quiero saber dónde está y qué le pasa. ¿Comprendes?
- Entiendo, pero esto será una tarea extra, y no es un momento de estar dispersando las fuerzas.
- Búscala de todos modos, trae a tus amigos de tu ex trabajo. El dinero no será el problema.
- Esta bien, entendí.