SADIE Me metí en la cama, no sabía dónde estaba Maxwell, no había vuelto a la habitación y yo tampoco lo había buscado, no sabía si estaba en su despacho, en alguna parte del apartamento o si se habría ido. No importaba, no era su prometida, ni siquiera su novia, como me había recordado tan amablemente asique podía hacer lo que quisiera. Pero joder, mentiría si no dijera que ese comentario había dolido. ¿Qué esperaba? ¿Que el hecho de que Maxwell me invitara a esa fiesta, me provocara un orgasmo en ese ascensor y luego me follara hasta dejarme sin sentido significaba que esto ya no era una farsa? ¿Que realmente estaba pasando algo entre nosotros? De acuerdo, sí, eso es más o menos lo que había pensado. Y bueno, me había equivocado en grande, la cuestión es que las cosas ya habían pas