Definitivamente estaba llorando, sentí con eso que mi corazón recibía un pinchazo con algún alfiler ardiendo. Parecía un pequeño gato que lastimeramente maúlla con una debilidad que hacía de su clamor algo poco audible. Casi me siento mal por haber asesinado a Walter, pero debido al sufrimiento que como cosa obvia le estaba afectando a mi protegida. Sin embargo aún no había arrepentimiento alguno por haber ejecutado al ex mejor amigo de Diana, era algo necesario, era enfermo dejarlo por allí con vida después de lo que había hecho.
—Esto ha sido fuerte para muchos —fue lo que dije al principio, colocando una de mis manos en su hombro—. Y no hablo de mí, sino de las personas que le tomaron cariño a Tommy —levantó lentamente la cara, limpiándose las lágrimas por debajo de las ga
