Quise mitigar nuestro silencio, sabía que hasta el momento había mucho de qué hablar pero que faltaban las palabras apropiadas para iniciar alguna conversación, de modo que tuve que hacer uso de mi habilidad para crear un ambiente confortable a mí alrededor cuando me lo proponía. —No tienes que explicarme nada —dije con voz moderada, trayéndola a la realidad nuevamente—. Y hay muchas cosas que no entiendo, pero no te culpo por no decirlas. Diana volteó a mirarme, buscando en mis ojos algún rastro de honestidad. —No maté a Tommy —murmuró entre dientes con un tono defensivo sacudiendo la cabeza mínimamente—. Por si eso es lo que te preguntas siempre. —Sé que no asesinaste a tu mejor amigo —le di la razón meneando la cabeza también—. Sólo que no logro entender cóm