La Obsesión de La Villana

Capítulo 13 (Part.1): El corderito necesita "ayuda"

Darkness Pov:

Las intenciones de esa mujer eran claras y asquerosas, pero no contaba con que yo estaba ahí vigilando a mi presa, menos mal que decidí ir a vigilarlo, si no hubiese sido así, entonces quizás mi corderito estaría ahora mismo en las manos de esa mujer.

De solo imaginarme tan horrible escena hace que mi sangre dentro de mis venas hierva cual la lava de un feroz y embravecido volcán a punto de hacer erupción. Nadie puede disfrutar de lo que me pertenece y mucho menos permitiré que marquen algo que ya he proclamado mío.

No me importa lo que tenga que hacer, él será mío y nadie puede negarlo, ni mucho menos alejarlo de mí. Al ver lo mal que estaba decidí sacarlo de ahí, esa mujer lo drogó con intenciones siniestras, pero yo no iba a permitir que le tocase siquiera un solo cabello.

Estaba tan débil que me fue fácil sacarlo de ahí a pesar de sus quejas y sus constantes negativas, pero llegó un momento en el cual perdió por completo la consciencia y cayó en mis brazos preso de la inconsciencia que lo invadía. Soy una mujer fuerte, pues me entreno justamente para fortalecer mi cuerpo, gracias a ello pude cargarlo, ya que una persona inconsciente pesa mucho más y mi corderito posee un cuerpo musculoso y una altura mayor a la mía, así que se me hubiese complicado cargarlo si no fuese por mi excelente condición física. Por un momento creí que esa clase de drogas que había ingerido eran drogas somníferas, para hacerlo dormir y así poder hacer lo que les plazca con él, pero al ver su estado agitado supe que no era así. Normalmente las drogas somníferas tienen un efecto calmante y letárgico en el cuerpo, pero el cuerpo del corderito se veía más como si hubiese corrido un gran maratón.

Soy conocedora de drogas debido a mi oficio y es por ello que podía deducir que la droga que había ingerido era muy potente, aunque aún no sabía que clase de droga era. No perdí el tiempo y como pude lo cargué hasta mi auto ordenándole a mis hombres que me ayudasen a cargarlo, pues a pesar de ser delgado, pesa bastante debido a todos los músculos que adornan su cuerpo y lo hacen ver todavía más suculento.

Salgo de mi neblina de recuerdos al verlo removerse inquietamente en la cama anunciando que está a punto de despertar.

Me levanto de mi cómodo asiento y camino hasta él con lentitud de un depredador que está preparado para cazar a una presa. El médico que lo revisó es de mi confianza y es conocedor de mi oficio, pues trabaja para mí y fue muy claro en sus palabras.

“—Estamos en presencia de una nueva droga, señora Darkness; he recibido información sobre una droga que ha estado desde hace poco en el mercado, pero que ha sido usada en múltiples personas recientemente— me dijo en tono preocupado luego de revisar al inconsciente corderito acostado en la cama—He notado que muchos me llaman preocupados para que revise a aquellas personas que ingirieron está nueva droga y no hay duda que se trata de la misma droga”

Eso fue lo que me dijo. Eso me extrañó muchísimo ¿Nueva droga? No he tenido conocimiento de que fuese creada una nueva droga en algunas de las mafias y mucho menos he sido testigo de ésta. Tengo que investigar que mafia se atrevió a crear una nueva droga sin hacérmelo saber. Al ser la jefa de la mafia más poderosa, tienen que informarme que es lo que harán y sobre todo deben tener mi autorización. Todos se encuentran bajo mi mando, por si van en mi contra entonces yo los destruiré y tendrán la peor de las muertes. No tengo piedad con los que cuestionan mi absoluta autoridad; cada una de las ratas que se quieran pasar de listas con lo que me pertenece, tendrán un destino peor que el infierno.

De mi cuenta corre que así sea.

Al ser una droga nueva tuve que preguntar cuáles eran sus efectos sobre el cuerpo humano y como se podía arreglar. Normalmente conozco los efectos de todas las drogas, pero está es completa es nueva para mí así que no conozco de sus efectos.

“—Señora mía, la droga fue creada con fines afrodisíacos para subir los niveles de excitación en el cuerpo y ocasionar en la persona un aumento significativo de su libido. La persona primero sentirá calor en exceso para luego caer preso de una soñolencia casi inmediata—me informaba detalladamente pareciendo nervioso al ver cómo mi mirada adquiriría molestia. Quedaba más que claro que hubiese pasado si yo no hubiese estado ahí y me enfurece la sola idea de imaginarme a otra mujer tocando lo que me pertenece; esa maldita perra ha sido muy astuta, pero yo soy la peor de las pesadillas—L-Luego cuando la persona despierte, pues… También se despertará un voraz deseo s****l a tales niveles que, si no se alivia, podría ocasionarle daños al sistema nervioso de dicha persona.”

En pocas palabras, él me dio a entender que mi corderito deberá tener algún estimulo s****l que lo llevase a la liberación para así poder mitigar los efectos de la droga sobre su cuerpo, pues si no libera la presión ocasionada por la droga entonces su cuerpo se verá afectado de manera negativa.

Se supone que esto no sería así.

Pero las circunstancias me han obligado y no les negare que me siento plácidamente complacida al ser esa persona la cual “aliviará” los malestares de mi pobre e indefenso corderito. Quería que él accediese gustoso a compartir mi cama, pero ahora sus defensas están tan bajas que dudo que pueda negarse o luchar en estas condiciones en las cuales se encuentra. Seré la cruel villana que se aproveche de la situación de una débil persona para conveniencia propia.

Mi respiración se agita levemente al imaginar todo lo que podría hacer con este delicioso hombre y mis ojos son bañados por el deseo que inunda mi cuerpo; vibró por dentro debido a la anticipación que se apodera de mi cuerpo. Juré que este hermoso hombre de rasgos delicados y masculinos acabaría en mi cama y ahora que lo tengo a mi merced me siento ansiosa por ver lo que ocurrirá a continuación.

Creo que ha llegado la hora del festín.

Después de unos cuantos pasos, llego hasta la cama quedándome de pie junto a ésta esperando a que este hermoso hombre despierte por completo de su letargo. Su respiración es agitada y su rostro se encuentra teñido en carmesí debido a los efectos de la droga que aun recorre su cuerpo y lo calienta hasta niveles en los cuales él no podrá soportarlo. Debo decir que es aun más hermoso bajo esta clara luz, su piel de porcelana es envidiable, apuesto que es muy suave; sus largas pestañas también son dignas de envidiar, pues son espesas y oscuras; su cabello color avellana se encuentra desordenado dándole un toque de salvajismo a sus inocentes facciones. De verdad es una completa tentación este corderito.

Delicioso.

Mis ojos trazan un sendero desde su atractivo rostro, siguiendo su cuello marcado que se encuentra expuesto, hasta llegar al inicio de su escultural pecho. Se le fue retirada la corbata y el chaleco y fueron abiertos los primeros botones de su camisa para que así pudiese respirar con mayor libertad y debo decir que así se ve demasiado tentador para mí verlo así de ardiente, como si me estuviese invitando a pecar junto a él, aunque en realidad él es completamente ignorante de su propio atractivo y es tan inocente que ignora los peligros que le ocasionan su atractivo, pero no tiene porqué preocuparse, siempre y cuando esté conmigo yo lo protegeré a cambio de que se quede a mi lado. Mis ojos siguen admirándolo a mi antojo, esta imagen es digna de prevalecer en mi mente como la imagen del hombre más caliente que han presenciado mis ojos.

— ¿D-Donde e-estoy? — murmura en medio de jadeos abriendo sus ojos con evidente dificultad y cerrándolo a momentos tratando de luchar contra su soñolencia. Se sienta en la cama de manera lenta sosteniendo su cabeza entre sus manos.

Trago grueso y muerdo mi labio para contener un poco mi hambre voraz que dentro de mí se acrecienta al verlo así de ardiente. Llevo mucho tiempo sin estar con en los brazos de un hombre y a eso le atribuyo el voraz deseo que me come por dentro, pero debo controlarme, pues no quiero asustar a este frágil corderito.

No lo quiero romper.

Veo como sus ojos recorren toda la estancia hasta fijarse en mí y al hacerlo me mira confundido y notablemente nervioso, pero ese notorio rubor que adorna sus mejillas lo hace ver tan irresistible que hago un monumental esfuerzo para no lazarme encima suyo.

Si me sigue mirando así…

— ¿Q-Q-Que hace u-usted aquí? — intenta hablar, pero su nerviosismo y su jadeante respiración le impiden hablar con claridad, sus inquietos ojos miran para todos lados y se llenan de miedo al notar que nos encontramos nosotros dos solos en una habitación de hotel; la verdad, se ve muy tierno cuando está así de asustado, sin saber que es lo que le va a pasar— ¿Qué hago y-yo a-aquí con u-usted?

Sin poderlo evitar una sonrisa se posa lentamente en mis labios al mirarlo así de alterado. Se nota que esta excitado, pero parece no entender lo que le pasa a su propio cuerpo y eso es muy tierno.

Es todo un manjar mi corderito.

—Un hombre y una mujer en una habitación de hotel en plena noche y con una enorme cama a su disposición ¿Qué crees que podrían hacer? —le cuestiono divertida y con la sonrisa aún adornando mi rostro, esa sonrisa crece al ver su rostro totalmente apenado aún sin entender muy bien que es lo que esta pasando a su alrededor y mucho menos a su cuerpo. Es en ese momento que una alocada y poco probable idea cruza por mi mente como un pensamiento fugaz— Dime, acaso…¿Eres virgen?

Su rostro se enrojece aún más y aparta con rapidez la mirada de mí luciendo adorablemente avergonzado. Sin siquiera decir una palabra me ha dado la respuesta, pues quién calla otorga y eso me hace sentir bastante sorprendida, demasiado sorprendida diría yo. Sé que luce inocente y todo lo demás, pero jamás pensé que con ese rostro y ese cuerpo fuese virgen. Es demasiado hermoso como para haber evadido la seducción de alguna mujer en todos estos años, él no puede ser virgen.

Virgen, virgen, virgen…No puedo ser tan afortunada en esta vida.

—E-Eso no es…— me cruzo de brazos y alzo una de mis cejas ante sus hablar titubeante y él al ver mi expresión cambia de postura a una más dócil— Señorita, no sé lo que hago aquí…—veo que hace un verdadero esfuerzo para hablar correctamente sin titubear, pero sus jadeos no cesan y debo decir que es un completo espectáculo verlo así de afectado— Pero debo regresar a mi hogar…

Esta noche no podrá regresar a su hogar…