Darkness Pov:
Suspiro de satisfacción y me dejo caer de nuevo a la cama que me rodea con su suavidad. Me siento tan bien, estoy de un excelente humor está mañana, es más, tenía mucho tiempo que no me sentía así de relajada. Es como si un enorme peso se quitase de encima de mí y quedará solo la satisfacción en mi cuerpo.
De verdad ha sido relajante mi dosis de “corderito”
Acaricio mis labios, mientras son dominados por una sonrisa. Debo tener cuidado, lo sé, esa la dosis de esa droga que he probado es altamente adictiva y soy consciente de eso; puedo caer en la adicción que me supone su tentador sabor. Hubiese querido despertar con él y obtener un poco de sus atenciones, pero ha huido descaradamente de mi cama sin darme tiempo a atarlo a ella y no dejarlo escapar hasta que me haya sacado lo suficiente.
A penas terminamos nos ganó el agotamiento así que nos quedamos dormidos. Sinceramente, nunca había dormido tan bien en mi vida, estuve bastante tranquila durmiendo al lado del corderito; siempre debo estar alerta y despierta ante cualquiera situación, incluso dentro de mi hogar no puedo estar tranquila, nunca se sabe dónde está el enemigo, por eso siempre hay que estar alerta. Pero al despertar me encontré a mí misma sola en esta enorme cama, sin el cuerpo que anoche me brindo tanto placer y calor.
Mi corderito ha huido de mi cama.
Quizás se ya se ha arrepentido de todo lo que hicimos anoche. Quise darle a entender que después que el efecto de la droga y la lujuria del momento pasasen, él vería las cosas de manera diferente, pero la verdad es que no puede resistirme a él tampoco, así que no pude luchar contra él. Desde que lo conocí se había metido en mi mente y lo he sentido bajo mi piel, quizás por el simple hecho de que ha sido el único hombre que me ha rechazado, pero ahora que ha sido mío lo siento incrustado en mi piel, recorriendo mis venas con la fiereza con la que anoche dominó mi cuerpo y me hizo esclava de su placer junto con el mío.
Hago una mueca y cubro mis ojos con mi brazo. Fue mío, fue mío anoche, se entregó a mis besos, a mis caricias, a mis brazos. No dudo ni por un segundo que fue mío, la primera mujer que tuvo entre sus brazos fui yo, entonces…
¿Por qué mierda no está aquí conmigo?
Gruño molesta ante ese pensamiento, pues al haberlo hecho conmigo anoche lo sentí más mío que nunca, pero por alguna razón lo siento ajeno y eso no me gusta para nada. Es mío ¿Cómo puede ser de otra persona? Estaba en mis brazos, entregado a mí, pero no estaba entregado del todo a mí y eso solo incrementa mi furia. Ese corderito inofensivo caerá en mis garras y lo doblegaré ante mí por la osadía de abandonar mi cama sin mi permiso…
Un sonido rompe el silencio del lugar y de inmediato sé que es mi celular, así que estiro mi brazo y lo alcanzo, contestando la llamada sin saber de quien se trata.
— ¡¿Darkness?! —tengo que alejar el aparato de mi oído al oír la voz chillona de Charlotte gritarme, mascullo una maldición entre mis dientes—¡Menos mal! Me tenías preocupada…
—No hay razones para preocuparse, Charlotte—bufo y ruedo mis ojos, esta chica de verdad me pone de un humor debido a sus estupideces…—Sabes perfectamente que puedo defenderme muy bien sola.
Odio que piensen que soy débil o que necesito de alguien que me proteja. Las personas que dependen de otros para vivir solo tienen un destino…
La destrucción.
—Lo sé, es solo que no había sabido nada de ti y sabes que me inquieto cuando estás lejos de mí — dice ella apenada con cierto toque de temblor en sus palabras que se van apagando hasta llegar al final, suspiro de manera profunda dejando que el aire salga de lo más profundo de mi ser—No suspires, son me gusta estar lejos de ti y lo sabes muy bien, me da ansiedad.
Charlotte puede ser considerada “La Bestia” de la mafia Blood, pero la verdad es que yo la veo como una niña asustadiza que no ha podido enfrentar aún al demonio que habita dentro de ella y no creo que pueda enfrentarlo por ahora, porque se está aferrando a mí, quizás demasiado.
Sigue siendo esa niña.
—A ver ¿Tienes alguna novedad para mí? —cambio de tema, pues sé que a ella no le gusta hablar de ello y respeto eso, pues ella también ha respetado todas mis decisiones.
Ella no puede depender de mí y menos sabiendo el peligro que representa mi mundo ¿Qué hará luego si en algún momento aparece ese alguien? Ese alguien que se imponga ante mí como el más fuerte de todos. Si alguien logra derrotarme solo significará que no soy lo suficientemente fuerte y que aún conservo debilidad dentro de mí. No soy débil, no soy débil, no soy débil; pero a veces me preocupo que aparezca alguna debilidad, por eso me encargo de ser cada día más fuerte.
Seré la más fuerte.
—Por ahora nada importante, el encargo está en proceso, pues no pude sacarle nada a los informantes—dice ella con frustración y yo aprieto mis labios. Maldición, esperaba que esos pendejos hablasen, pero parecen que tienen más huevos de los que pensé, se creen lo suficientemente hombrecitos esos pendejos — ¡Pero no te preocupes! Los haré hablar de eso no hay duda—dice más entusiasmada y no dudo ni un poco en sus palabras, pues ella se vuelve bastante convincente una vez se pone seria, créanme cuando les digo que Charlotte puede hacer hablar a un mudo si se lo propone.
Esa mujer es despiadada
Le daré la absoluta libertad de hacer lo que sea con esos idiotas ignorantes, de todas formas sus vidas son insignificantes para mí.
Creo que tengo otros encargos que hacerle a Charlotte; además tengo que encargarme también de otra cucharada que se encuentra suelta disfrutando de su inmundicia, pero también quiero buscar al prófugo que me ha dejado sola en esta cama.
Voy a atrapar ese corderito.
—Por cierto…—vuelve a hablar con algo de duda y eso hace que me ponga alerta y salga de todos mis pensamientos—Me han informado que, bajo órdenes suyas…Lilith esta a punto de llegar a tierra americana.
Oh, vaya…Lo había olvidado…