Darkness Pov:
¿Será eso lo que me falta?
Sin quererlo realmente, vuelvo a perderme en la inmensidad de mis confusos pensamientos. La verdad, lo he estado pensando mucho desde ese día que escuché a mis empleadas hablando de eso llamado “amor”, algo que yo desconozco por completo, pero que he escuchado tantas veces. Al principio me resultó de lo más estúpido pensar siquiera en esa palabra tan cursi, pero ahora que ha pasado casi una semana de ese acontecimiento no he dejado de sentirme vacía y mucho menos he dejado de pensar en esa charla, pensé que podía renegar del amor, pero ¿Cómo renegar de algo que ni siquiera yo sé que es? Nunca me ha gustado basar mi juicio en razones sin base, pues siento que mi palabra se vuelve inestable; por esas razones yo siempre quiero llegar hasta el final de cada una de mis investigaciones, por eso siempre he tenido la razón.
Y eso me hace sentir superior.
Mi seria y aburrida mirada se pierde en la ventana de mi automóvil que me permite ver todo lo que me rodea, queriendo encontrar en mi entorno la respuesta ante mi misteriosa inquietud que cada vez se acrecienta más y más, pero solo hay edificios, personas y más edificios. Personas normales con vidas aburridas dominan está enorme ciudad, caminan de aquí para allá sin ningún problema aparente y yo hundiéndome en un maldito vaso con agua. Es estúpido, es inaudito, es algo que debo resolver, pero ¡Ya!
Es avanzada la tarde y me dirijo otra vez a la empresa se Adam para dejarle el encargo de lo que debe buscar para que así pueda “salvar su vida” pues le prometí piedad si lograba cumplir mis encargos. La verdad, me vale tan poco que él muera o viva, ese hombre vale tan poca cosa que no vale nada ni vivo, ni muerto.
Pero quiero hacerlo sufrir un poco más antes de darle el golpe final.
Como les decía, esta semana me la he pasado sumergida en un sinfín de pensamientos confusos que intentan darles respuesta inmediata a todas mis dudas; mi trabajo me exige bastante concentración ya que ante cualquier descuido mi impero puede caer y no puedo permitir bajo ninguna circunstancia que eso ocurra. Sinceramente, me sigo sintiendo igual que antes o peor. Esta sensación de vacío no me abandona para nada, es como si algo dentro de mí me gritase que necesita ser completado.
Pero no sé qué es…
Lo que ha estado dando vueltas en mi mente en toda esta semana ha sido esa charla que escuché de manera accidental entre mi servidumbre donde nombraron el tema del “amor” un tema del cual yo soy totalmente ajena. Estuve tan interesada en ese tema, no pude siquiera dormir pensando en ello, así que quise investigar un poco más sobre el amor ya que, a ciencia cierta, yo no lo he experimentado y por ende no sé lo que es. Mi investigación me ha llevado a campos psicológicos en los cuales no pude entender bien, pues explicaban cosas algo complejas para mi entendimiento. Conforme mi investigación avanzaba me di cuenta de una cosa.
Se considera al amor como una necesidad del ser humano por relacionarse con personas que le resulten atractivas…
Eso me hizo entender que quizás lo que estoy sintiendo es natural y que solo es mi instinto como mujer que reclama un hombre para así llenar este vacío que se haya en mi interior. El amor es una necesidad humana y como es una necesidad debe ser saciada para llegar a sentir bienestar. Pero lo veo poco lógico, no soy mujer de amoríos y muy poco me interesa cargar con un estorbo inservible sobre mí. Yo jamás sentí la necesidad de estar con un hombre y me considero una persona completamente controlada que no se deja llevar por las necesidades de su cuerpo, pero lo que me está pasando me está afectando más de lo que quisiera. No puedo negar que me gusta que me complazcan, pero considero que lo que me hace falta no es eso. Entre más he investigado, menos entiendo eso del amor y yo quiero entenderlo para poder negar con bases que eso no es lo que necesito.
Quizás debería ampliar mi campo de investigación.
Este repentino interés que tengo sobre ese tema tan trivial me tiene tan molesta, pero no puedo evitar sentir curiosidad y querer, de una vez por todas, librarme de todas estas dudas que torturan mi mente.
—Oye, Charlotte…—llamo la atención de la mujer que se encuentra entretenida a mi lado jugando con su teléfono.
—Dime— dice ella poniendo total atención en mí, ignorando por completo su teléfono que anteriormente tenía su atención.
Yo por mi parte permanezco un momento en silencio, intentando organizar las palabras que voy a decir a continuación. Es ridículo que yo, Darkness La Reina Suprema de La Mafia Blood, esté en este dilema y pensando en temas tan banales e inexistentes como el amor. Me cabreo yo misma en medio de mis confusos pensamientos que me dejan en trance, pues dichos pensamientos no tienen una razón estable de ser.
Suspiro con profundidad y despegó mi mirada de la ventana y me concentro en la mujer que se encuentra a mi lado con una enorme sonrisa dominando su infantil rostro esperando lo que he de decirle. Aprieto mis labios y me pongo a pensar que quizás ella tampoco sepa lo que es el amor, pero con su apariencia tan cursi estoy segura que quizás esos temas empalagosos sean de su agrado.
No pierdo nada con preguntar.
— ¿Tú sabes que es el amor? —le pregunto sin tapujos y sin vergüenza, mi tono de voz se encuentra relajado, pero debido a su aspereza pareciera que estoy tensa y como siempre poseo una expresión seria en mi rostro, pues considero que mi pregunta es lo suficientemente seria.
No me ando con juegos.
En ese momento escucho una tos frenética proveniente del chófer que parece haberse ahogado con su propia saliva, pero le tomo poca importancia a ello, pues la pregunta que he hecho la considero se suma importancia para mí. Puede que resulte raro que alguien de mi categoría ande indagando en estos temas tan absurdos y no saben lo absurda que me siento por tener el interés de saber qué es eso, pero por ahora solo quiero saber lo que es el amor.
Y yo lo que quiero lo obtengo.
— ¡Claro que lo sé! —dice Charlotte con alegría inundando su rostro.
Lo… ¿Sabe?
No puedo evitar que una expresión de sorpresa se pose en mi rostro. Es imposible que Charlotte sepa algo que yo desconozco en todos sus niveles. Usualmente soy yo la que tiene las respuestas a todo cuando ella se pone a curiosear más de la cuenta, por esa razón se siente tan raro que esta vez ella sea la que sepa la respuesta y no yo.
Eso no me gusta para nada.
Me cruzo de brazos y la miro con atención intentando buscar alguna pista de que está mintiendo, pero veo sinceridad en lugar de falsedad en sus ojos azules. Por mucho tiempo consideré al amor como un sentimiento sin sentido y ahora soy yo la que quiere saber más sobre ese sentimiento que desconozco por completo. No puedo creer que ahora sea yo la que ande indagando en este tema sin sentido.
Vaya ironía.
—A ver, dime lo que sepas del amor— le insisto, queriendo ver su punto de vista de ese fenómeno tan ridículo y poco sabido por mí.
Una sonrisa se extiende por su rostro (aunque nunca se borró realmente) y me mira de una manera bastante extraña con sus ojos azules brillando con intensidad. No sé qué es lo que pasa por la dañada mente de esta mujer perversa, pero quizás ella tenga las respuestas que necesito para comprender el amor y repudiarlo de más de lo que ya lo repudio.
Después de todo el amor es de locos y por eso es que los locos lo entienden ¿No?
—El amor es…—alza su dedo índice colocando una expresión inteligente en su rostro para darme una explicación detallada sobre el amor, espero paciente su explicación queriendo que satisfaga mis ansias por saber— Cuando…Esto… ¿Qué era? —ella hace soniditos extraños mientras piensa lo que va a decir, en cambio yo levanto una de mis cejas observando que la peli-castaña me ha engañado, pues se nota que ella también desconoce el amor.
Suspiro cerrando mis ojos al verme atrapada en otro callejón sin salida. Era de esperarse, no sé porque siquiera pensé que Charlotte tendría las respuestas que necesitaba. Pensé que quizás Charlotte podría explicarme que era el amor, pero parece que ella también se encuentra confundida respecto a ello. No me extraña, si yo no puedo encontrarle una explicación lógica a un fenómeno tan banal como ese, muchos menos la mente de Charlotte lo hará, pues su mente está tan dañada como la mía.
—Entonces tu tampoco sabes lo que es el amor…
— ¡Si lo sé! —insiste ella haciendo un puchero infantil y yo la miro incrédula lo cual parece indignarla más— Incluso, tú también lo has experimentado, Darkness— me señala de manera acusadora.
Pobre. Cada día pierde un tornillo nuevo.
Yo frunzo mi ceño y la miro extrañada por las locuras que dice en tono tan seguro. Nunca en mis 27 años de vida he experimentado ese horror que hace que las personas pierdan el sentido y las vuelvan más pendejas de lo que ya son. Nada más al recordar todo aquello que dijo esa muchacha de nombre Anna (creo) me da a entender que el amor no es para nada algo beneficioso y me causa verdaderas nauseas.
Aunque ella mencionó que se sentía completa.
Completa…
Aprieto mis labios y un sentimiento punzante domina mi pecho de manera extraña. Hace tanto que no me siento así. Normalmente me bastaba con gobernar el mundo y tener todo lo que desee a mis pies, pero ahora no puedo completar eso que me hace falta ¿Cómo completar aquello que no sabes que te falta? Me jode no poder dejar de sentir estas pendejadas que me agotan y me desaniman cada vez más. Quiero recuperar aquello que fui, pero para eso debo averiguar qué es lo que me hace falta para sentirme completa.
—Yo jamás he experimentado tal cosa, Charlotte—gruño enojándome porque siento que ella se está burlando de mí—Deja de decir estupideces…
— ¡Claro que sí! —chilla ella y yo ruedo los ojos debido a su drama sin sentido— has experimentado el amor en los brazos de aquellos italianos buenísimos que a veces visitamos en los burdeles masculinos de Calabria.
¿Cómo?...