Capítulo 26 (Part.2): Confusiones innecesarias

2519 Words
Darkness Pov: Método…¿De tortura? Mi boca se abre ligeramente debido a las impactantes palabras de Lilith sobre el tema del amor; creí que Charlotte me había sorprendido con su definición sobre lo que es el amor para ella, pero eso no es nada comparado con lo que Lilith me ha dicho. Ahora me encuentro más confundida que antes, no estoy entendiendo nada. No sabía que el amor pudiera ser tan confuso. — ¿Cómo que un método de tortura? Explícate mejor…—digo queriendo saber porque ella ha dicho que algo como el amor es un método de tortura. Odio esto, odio no entender algo y que me confundan sobre un tema el cual quiero saber. Quiero que me lo digan claramente. —Claro, señora mía, con mucho gusto le daré las razones en las cuales se basó mi veredicto sobre ese sentimiento considerado como el “motor del mundo” —me dice ella en un tono bastante profesional y seguro de sí mismo para expresar lo que ha descubierto. No sé, pero creo que será interesante escuchar lo que tiene que decir—Hace algún tiempo tuve que salir de mi laboratorio en busca de algunas plantas y sustancias altamente tóxicas y venenosas para poder crear con su mortal base el antídoto de un veneno creado por mí que estaba matando a una mis ratas, esa que me pidió que no muriese tan rápido y que sufriese el peor de los destinos—Ahora lo recuerdo…Ese maldito que se atrevió a decir en mi cara que las mujeres solo servíamos para atender el hogar de día y calentar las camas de los hombres en las noches; me enfurecí tanto que le di una paliza inolvidable, pero tuve que contenerme, ya que no quería que muriese de esa manera, él debía sufrir más. Fue magnífica la manera en la que sufrió hasta su muerte, agonizó de una manera tan lenta y dolorosa que se convirtió en uno de los terrores ocurridos en mi mandato. Todavía lo recuerdo y me produce gran satisfacción, aunque muchos lo recuerden en mi mafia como un acto de horror, pero fue verdaderamente magnífico. Al recordar el rostro de horror de aquellas personas que presenciaron aquello me produce un hormigueo en todo el cuerpo, fue algo verdaderamente espléndido. —Ese día pude presenciar el fenómeno del “amor” con mis propios ojos, aunque en ese momento para mí no estaba tan claro…— empieza su relato y yo pongo especial atención a lo que tiene que decir— Mientras caminaba al jardín para recolectar lo que necesitaba, sin querer alcance a escuchar la conversación de dos mujeres provenientes del aseo doméstico a su servicio, lo que llamo mi atención fue cuando una de ellas expresó alegremente: “El amor es lo mejor que me ha pasado, estoy tan enamorada.” Al ser un tema que no me llamaba la atención decidí ignorarlo, aunque admito que la palabra “amor” también llamó mi atención en aquel momento, pues era algo en lo que jamás había pensado. Interesante. Algo similar me ocurrió a mí hace poco más de una semana; fue cuando oí la conversación entre esas dos mujeres que empecé a interesarme por el tema del amor, pero la verdad es que me siento algo confundida respecto al tema. Nunca experimenté el amor y nadie nunca se tomó la molestia de explicarme que era a lo que se refería amar, por ese motivo nunca supe que era el amor y es por ello que ahora me encuentro tan confundida al respecto. Es todo tan complejo. —Esa mujer que decía estar “enamorada” era vistosamente hermosa, radiante y muy sonriente, su ser desplegaba una gran aura de luz, se veía espléndida—admite ella bajando momentáneamente la mirada y fijándola en algún punto del lugar—En su rostro siempre había una sonrisa que la hacía ver espléndida y lo sé porque yo la observé en algunas ocasiones. Bajó mi criterio parecía bastante feliz y normal; pero, de la nada, ese brillo empezó a menguar lentamente…—frunzo mi ceño de manera leve y me acomodo en mi asiento, permitiéndole a Lilith seguir con su anécdota— Al principio nadie lo notó, pero la oscuridad empezó a llevarse su sonrisa, mientras su cuerpo, antes formado, empezará a adelgazar y a debilitarse. Pobre, parecía sufrir mucho, siempre con sus ojos carentes de brillo, hinchados y enrojecidos, bañados del más profundo dolor—Lilith suspira, mientras niega repetidas veces con su cabeza—Al verla tan demacrada empecé a interesarme en su vida y quise saber que era lo que la estaba destruyendo de esa manera tan sublime, pues no tenía cicatrices, ni marcas antiestéticas que dañaban el esplendor de los cadáveres vivientes; era como si algo la estuviese matando de dentro hacia fuera y ese algo—su voz adquiere un toque de fascinación ya que ella siempre ha sentido admiración por esas tipo de cosas de tortura, dolor y sufrimiento. En ese sentido ella y Charlotte son muy parecidas, a ambas le fascina la tortura y les encanta jugar con la vida de las personas para apagar su brillo de manera magistral; solo que Charlotte es más sanguinaria y violenta, a ella le gusta ver más sangre y sesos regados por doquier; mientras la “Doc” como conocen a Lilith, es más tétrica y retorcida, a ella le gusta más ver el proceso más lentamente, mientras en silencio la vida de la persona se acaba debido a ella. Le gusta mucho hacer experimentos extremos con sus víctimas y les alarga su vida para que experimenten la peor de las agonías, ella tiene una mente verdaderamente aterradora; reconozco que está mujer posee ideas bastante espeluznantes, pero es precisamente eso lo que la hace tan especial. —De una mujer, aparentemente, normal y feliz se convirtió en poco tiempo en un cadáver sin vida que lloraba en cada rincón de la mansión, sufriendo como quien siente que la vida se le acaba… Sin poderlo evitar una sonrisa amarga se posa en mis labios. Hubo un tiempo, hace ya muchos años, que yo sentí eso. Nadie en esta vida conoce mejor el sufrimiento que aquellos que son débiles y se encuentran en el lodo pisoteados por la malicia de los fuertes que pueden hacer de su vida un verdadero infierno. Mi crimen en aquel entonces fue simplemente ser débil, en ese momento tan lejano solo desde morir, pero ni la muerte misma se apiadó de mí. Esa debilidad la odio, pero no puedo negar que fue la que me impulsó a hacerme fuerte, por sobre todo mi dolor y mi destrucción seré la fuerte. Nadie nunca me va a derrotar. —Luego de un tiempo escuché por casualidad como ella entre lágrimas le contaba a su amiga que: “El amor es una mierda. Duele mucho, siento que me mata lentamente y no sé que hacer para evitar que me destruya por dentro” — ella se acomoda los lentes, mientras habla y yo frunzo mi ceño debido a sus palabras tan extrañas ¿El amor le hizo eso? — La otra intentaba consolarla sin éxito, además añadió: “Lo tengo clavado como puñal en mi corazón, no puedo sacarlo de él; me ha destruido por completo, me mata y envenena, pero aún así lo amo” Después de mucho balbuceo se cuestionó cómo podía amarlo si le dolía tanto el corazón. Así que, al ver y analizar los resultados obtenidos, llegué a la conclusión de que el amor es un método de tortura bastante efectivo. Termina su relato y yo me cruzo de brazos analizando la anécdota que ella me ha contado. Es extraño, jamás había escuchado de un método de tortura semejante. Eso quiere decir que el amor destruye, quita la vida y aún así las personas son las masoquistas que lo siguen buscando a pesar de que lastima. Es como aquellos que olvidan su dolor y siguen intentándolo a pesar de que les duela. ¿Es eso? —Piénselo detenidamente, mi señora…—dice ella y vuelvo a ponerle mi atención saliendo de los pensamientos que tiene dando vueltas mi cabeza—Esa mujer fue víctima del amor, ya que lucía bastante radiante antes de involucrarse en los intrincados hilos del amor, luego ese fenómeno empezó a actuar en su contra como cualquier droga peligrosa que la lastimaba y le quitaba la vida, pero aún así ella seguía aferrándose a él. El amor le quitó el brillo, las ganas de vivir y sobre todo le quitó la vida misma, pues parecía muerta en vida, dependiendo únicamente del amor para “vivir” de manera mínima...En conclusión: el amor es aterrador. —Así que era eso…—murmuro echando mi cuerpo hacia atrás recostándome de mi asiento— El amor te quita el brillo, te arranca la vida y te destruye a pedazos, es decir, que el amor te vuelve débil ¿No es así? Ella asiente segura de sí misma y yo solo vuelvo a entrar en confusión y en conflicto. A ver, Charlotte me dijo que el amor es sexo que es muy placentero y ardiente, pero Lilith me dice que es un método de tortura bastante aterrador, pues yo no quiero volverme débil y menos por una estupidez como el amor ¿Qué es el amor realmente? Ambas tienen ideas contrarias, pero parece que ambas conservan su toque de razón. Estoy confundida. Otra vez. Suspiro con cansancio y luego gruño con molestia, creí que ya sabía lo que era el amor, pero parece que aún me queda mucho por aprender. De nada me sirve que estás mujeres me expliquen a su manera lo que es el amor si yo no puedo entenderlo. Ahora sé que mi enfermedad no proviene del amor ya que el amor se oye mucho más grave y a mí solo me pasan cosas mínimas cuando veo a mi corderito. Cosas como que mi corazón se acelera de manera inmediata, mi estómago se siente raro cuando pienso en él y mi mente parece estar obsesionada con su imagen ya que no puedo dejar de pensar en él ni por un momento. ¿Qué será lo que tendré…? En ese momento el silencio es interrumpido por el sonido de mi teléfono que se encuentra encima de mi escritorio, estiró mi mano para alcanzarlo y al hacerlo contesto sin ver de quién se trata. —Habla—ordenó a quien sea que esté al otro lado de la línea ya que no me encuentro de humor para atender a nadie. Ahora mismo estoy de muy mal humor. —M-Majestad…—se escucha la temblorosa voz de un hombre al otro lado de la línea y yo frunzo el ceño al no recordar quién es, sé que es uno de mis hombres, pero es que hay tantas personas a mi mando que no puedo saber quién es — Es Bryan encargado del escuadrón Bravo II que se encuentra cumpliendo sus órdenes, señora mía. Ah, ya lo recuerdo. La verdad, solo fue un método de prevención y control que quise poner a prueba, no pensé que ya tendría reportes. —Informe de la situación— exijo de manera tajante y le hago una seña a Lilith para que ella vuelva a lo suyo y lo hace de inmediato luego de hacer una sutil reverencia. —Todo ha ido normal, señora; nada fuera de lo usual, el objetivo no ha salido de su hogar y tampoco ha habido ningún movimiento sospechoso—me informa más tranquilo. Sus palabras me tranquilizan a mí también ya que pensé que había pasado algo; está es otra de las cosas que me inquietan de ese chico, me siento intranquila sin saber que es la que está haciendo y sin saber si está en peligro, quiero saber sobre todo lo que hace por eso envié al escuadrón Bravo II a vigilar su hogar ya que obtuve su dirección y además estoy muy ocupada como para hacerlo personalmente, así que me resultó mejor enviar a mis hombres; ese escuadrón es especializado en espionaje, así que no me preocupo de que los descubran ya que ellos son profesionales—Es solo que… Eso me hace entrar en alerta de inmediato, pues está vacilando demasiado para decirme una sola cosa. —Habla— le ordenó irritada debido a su duda. Me había tranquilizado, pero ahora vuelvo a estar de mal humor y, quizás, más que antes. —P-Pues, acaba de recibir la visita de la joven señorita de la familia Fiore… ¿¡Cómo mierda dice!? Aprieto el teléfono entre mis manos, pero debo controlarme, pues podría romperlo con mi fuerza así como pasó con los anteriores objetos que tenía entre mis manos y fueron víctimas de mi enojo. Mis ojos son bañados en la más pura ira que puede existir y notó como Lilith me mira de reojo al verme tan alterada. Otra vez siento está presión en el pecho que no me deja respirar bien, además siento una mezcla extraña entre dolor e ira que no puedo controlar. Esto es tan desagradable. ¡Todo es su culpa! Le advertí claramente a ese hombre que no quería que se acercará a esa perra doble cara de esa mugrienta familia de adulares ridículos; él no los conoce tan bien como yo, él no sabe a lo que se enfrenta. El corderito es tan inocente que ni siquiera sabe reconocer la maldad de las personas aún teniéndola en frente. Esa familia no es lo que aparenta ser y eso yo lo sé muy bien porque son animales rastreros a mis pies que obedecen mis órdenes. Esto pinta mal. Ahora no me importa si el amor es sexo o por el contrario es una tortura, solo sé que el hombre que yo quiero para mí le ha expresado su “amor” a esa perra y se dice estar enamorado de ella. No sé precisamente lo que significan esas palabras, pero lo que si sé es que me cabrean a niveles inimaginables. Maldita sea. —Entiendo— expreso entre dientes tratando de contenerme. Ahora ¿Qué debería hacer? —¿Cómo debemos proceder, señora? —Por mi mente en este preciso momento pasan miles de ideas de que es lo que podría hacer, pero ninguna en concentro se llega a conformarme. Lo que quiero no lo puedo tener de momento, pero tampoco puedo dejarlo en paz sin saber nada. Quizás solo debería…—Esperamos sus órdenes… Hago una mueca y masajeo mis sienes. Esto ya me está cansado mucho, estoy harta de todo esto y no pienso permitir que esto continúe así. Esa maldita piensa que con su carita de princesa barata puede dominar al mundo, pues he de demostrarle que se equivoca; aquí en esta mierda de mundo la que mando soy yo y solo yo tengo derecho a decidir sobre el hombre que yo quiero. Solo yo —Escúchame bien, Bryan; esto es lo que van a hacer… ¿Esa perra quiere jugar? Entonces…Que comience el juego…
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