Darkness Pov:
En ese momento se oye un ruido como si algo se rompiese en varios pedazos y me doy cuenta que es una pluma que estaba en mi mano y que debido a la fuerza que he ejercido se rompió sin resistirse mucho debido a mi gran fuerza.
Suelto el objeto que cae hecho pedazos en la mesa y sin querer me distraigo observando la venda que cubre la herida en mi mano. Anoche también me pasó algo similar, pero con un objeto que perforó mi piel y me ocasionó una herida bastante prominente, aún así no sentí dolor alguno en ese momento, ni siquiera noté la sangre hasta que un leve escozor me invadió tiempo después y noté que había dejado las mejillas del corderito manchadas de esa sustancia carmesí.
Cuando llegue a presenciar la desagradable escena de mi corderito junto a esa maldita Fiore llevaba en mis manos una copa de vidrio grueso que contenía la bebida que estaban repartiendo en la celebración. Mi rabia fue tal que no medí mi fuerza y terminé rompiendo en mil pedazos aquella copa, lo cual alertó a los dos jóvenes sobre mi presencia.
Ya no puedo ni reconocerme.
Suspiro con pesadez. Normalmente puedo controlarme mejor que esto, pero todos mis sentidos se descontrolan cuando se trata de Alan Carter ¿Será una enfermedad? Quizás sea una enfermedad la que me tiene así de inestable, pero ¿Qué enfermedad? No he escuchado en ningún lado sobre una enfermedad con síntomas tan extraños como los míos.
¿Cómo resuelvo esto?
Me echo para atrás recostando mi cabeza del cómodo y acolchado respaldar de mi silla, mientras cierro los ojos. Según la información que recibí, Alan Carter tiene 20 años, ósea es más joven que yo, aunque ya lo suponía; tiene una hermana llamada Anne Carter que es mayor y una niña que es la sobrina de mi corderito el nombre de la niña es Melissa Carter ya que nunca fue reconocida por su padre. Al parecer no tienen más familiares, o al menos eso dijo el reporte inicial, pero no me es información suficiente, quiero saber más, en especial quiero saber a qué grado a llegado su relación con los Fiore.
Por como actuó en la fiesta es más que seguro que desconoce ciertas cosas sobre esa familia.
Quizás si investigo más sobre el corderito podré llegar a una conclusión sobre lo que me sucede. Quiero ya curar está enfermedad que me está enloqueciendo.
Corderito.
Hago una mueca y dirijo mi mano derecha hacia mi pecho, justo encima de mi corazón el cual palpita acelerado cuando la imagen de mi corderito llega a mi mente, empiezo a sentir estreñimiento en el estómago y me empiezo a sentir inquieta por el hecho de no tenerlo conmigo, quiero tenerlo conmigo ahora. Interesante, estos son nuevos síntomas sobre mi extraña enfermedad y tal parece que todo gira entorno a la misma persona. Abro los ojos y aún en mi mente sigue la imagen de aquellos ojos encantadores que pueden cambiar dependiendo del estado de ánimo de esa persona.
Alan Carter.
—Lilith…—la llamo con suavidad, pero manteniendo mi tono de voz firme.
Ella se encuentra conmigo en mi despacho revisando los diversos libros de las estanterías y acompañando mi soledad. Hoy es día de trabajo y envié a Charlotte a los campos de entrenamiento, para que supervise en mi nombre el entrenamiento de los novatos y para que se deshaga de aquellos que no me sirvan; Lilith prefirió quedarse conmigo en el estudio para estudiar ciertos libros que llegaron a mis manos, como toda una científica se interesa por todo lo que sea investigación, pero al ser llamada por mí, deja lo que estaba haciendo y acude a mi llamado de inmediato, colocándose delante de mí
—A su fiel servicio, mi reina—dice ella haciendo una reverencia cómo lo hace siempre.
Lilith es conocedora de la ciencia y, aunque sea conocida como “la científica loca” y no esté de todo cuerda, sé que es una persona bastante inteligente que podría ayudarme a conocer un poco sobre la enfermedad que asola mi cuerpo. Estoy segura que es una enfermedad ¿Qué más podría ser? Mi cuerpo se comporta extraño cuando pienso en ese hombre y esos comportamientos me producen cierta incomodidad. Espero que está enfermedad tenga cura ya que me son muy incómodas todas estas sensaciones y mis constantes pensamientos sobre cierta persona que hace que mi corazón se acelere de manera misteriosa. Nunca me he sentido así por un hombre y no sabría decir si esto que siento me agrada o por el contrario me desagrada por completo.
Todo es tan confuso.
Me quedo en silencio un breve momento analizando mis propias ideas para así poder hacerle una pregunta coherente a Lilith. Todo esto empezó por la estupidez del vacío que sentía, pero ese vacío fue llenado con la constate imagen del corderito en mi mente y con la gran necesidad de tenerlo a mi merced, pero debo recordar sobre mi antiguo interés de saber sobre el amor, pues de allí ha venido todo esto.
Ha sido todo un problema.
Ya le pregunté a Charlotte sobre lo que era el amor y ella me dio una vaga respuesta, quizás deba preguntarle a alguien que si conozca sobre diversos temas, puede que Lilith me de un enfoque más teórico y entendible, para así dar con mi enfermedad. Quizás mi enfermedad provenga del “amor” o de la locura que ha provenido de ello.
Debo encontrar un antídoto.
—Quiero hacerte una pregunta y quiero que me respondas sinceramente — le advierto mirándola fijamente, ella mantiene su rostro sin emociones y solo asiente en mi dirección. Ella siempre es devota a mí y a pesar de no mostrar sus emociones, sé muy bien que jamás me traicionaría. Ya sé lo que es el amor, pero no me vendría mal otro punto de vista — ¿Sabes acaso lo que es el amor?
Ella mantiene la expresión fría en su rostro y acomoda en el puente de su nariz sus lentes que se habían desacomodado. Quizás ella tampoco sea conocedora del amor, yo misma me encuentro en una total travesía tratando de averiguar que es, pero desgraciadamente empiezo a dudar sobre la teoría que me había dado Charlotte.
Siento que algo no cuadra bien.
—Amor…— repite ella con parsimonia y yo espero con paciencia su respuesta, como lo hice con Charlotte— Sentimiento de gran e intenso afecto que le obliga a tener cierta inclinación hacia alguien. Puede también considerarse cómo la atracción s****l y emocional hacia cierta persona con la que se desea emprender una relación afectiva estable; además…
—Ya, ya, detente o me harás explotar la cabeza— detengo de manera abrupta su parloteo sin sentido y coloco mis manos en mi cabeza. Sabía que al preguntarle a Lilith me iba a salir con cosas inentendibles; ya sé que el amor es considerado la atracción s****l y el sexo mismo, lo que quiero saber es otra cosa—Lilith, lo que quiero saber es…— abro mis ojos y la miró de nuevo y ella parece avergonzada por haberme molestado, pero decido pasarlo por alto, de todas maneras es mi culpa por no ser más específica, pero no planeo decir eso en voz alta— ¿Cuál es tu opinión sobre el amor? Para ti ¿Qué es el amor?
No puedo ser más clara que esto.
Ella parece comprender de inmediato y se irgue para darme su veredicto.
—Si es lo que mi reina desea, entonces se lo diré con mucho gusto —me acomodo para mirarla mejor, porque tengo el presentimiento de que será algo interesante—Para mí el amor es…—La verdad, me sorprende que Lilith sea conocedora del amor, ella siempre se encuentra entre libros y en su laboratorio investigando y creando extrañas sustancias, así que no sé en qué tiempo descubrió que es el amor…—El amor es…Un método de tortura, mi señora.
Método…¿De tortura?