CAPÍTULO III-2

1425 Words

Como si hubiera adivinado una vez más sus pensamientos. Lord Chard dijo sonriendo: —Temo mucho que mi secretario hizo beber a su hermano en exceso anoche... ¿o sería a la inversa? —¡Qué forma tan tonta de pasar una velada!— contestó ella y no pudo evitar una leve sonrisa. —Estoy de acuerdo con usted. ¡Hay tantas cosas mejores que hacer...! Podían haber discutido de política, de filosofía o de arte..., o tener el privilegio de ver, como yo, hermosos tesoros coleccionados por quien ama lo bello. Por un momento, Laura no comprendió a qué se refería, pero luego se echó a reír. —¿Se refiere a lo que tengo en mi dormitorio? —Me inclino ante su buen gusto. —No son cosas de mucho valor— murmuró ella, un poco inquieta—, mi padre vendió la mayor parte de las cosas por las que pudo obtener un

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