Sir Hugh Ruckley vive con su hermana menor Leona, en un Castillo en la costa de Sussex. Ella, había soñado toda la vida con un amor plácido y dichoso. No sospechaba que cuando ese amor llegase, se encontraría en el medio de una vorágine situación de violencia y muerte. Las cuevas de su Castillo, se estaban utilizando como escondite para el contrabando que su hermano y el astuto Lew Quayle hacían durante muchos años, haciendo con que su hermano se endeudara cada vez más. Quayle, era un asesino despiadado que reveló interés por ella y estaba usando la situación de su hermano para aprovecharse de ella. La llegada de Lord Chard al Castillo, ordenado por el Rey Jorge IV, supuso otra amenaza para Leona, pues él viene como invitado al Castillo de Ruckley, enviado para romper la red de contrabando en la que sabía que su hermano estaba peligrosamente involucrado. Dividida entre la lealtad a su hermano y su deseo de escapar del persistente Quayle, se vio atraída contra su voluntad, por Lord Chard, pero ya era demasiado tarde, pues sospechaba que tendría de huir con los demás y nunca más volver a verlo, pues tendría que casarse con un hombre al que detestara, para poder salvar a su hermano…