═══════ ≪ •Mía• ≫ ═══════
—¿Por qué esa cara tan larga? —papá deja un beso en mi cabeza y observa mi plato aún lleno de la cena —. Hija, puedes contarme lo que sea, siempre estaré para ti, dime qué es lo que te tiene tan pensativa.
—Yo... Estaba pensando en la universidad y esas cosas de adulta que se supone que ya debo hacer y ammm, no quiero estudiar administración o negocios, contabilidad y nada de esas cosas. Yo no quiero trabajar en la empresa.
Me atrevo a mirarlo a los ojos y veo que su frente está arrugada.
—¿Y quién te está obligando a hacerlo? —pregunta sin entender.
—Papá pues, ¿No es lo que mamá y tu esperan de mí? Que yo siga sus pasos, en el futuro maneje la empresa y todas esas cosas...
—Mamá y yo sabemos cuán difícil es nuestra profesión y manejar una empresa tan grande, nunca hemos esperado que muestres interés en ello, primero porque no queremos imponerte a ser como nosotros, tú puedes ser lo que quieras y segundo, es porque —él hace una pausa y toma mi mano —, mi amor, tú nunca fuiste buena para las matemáticas y lloras mucho a veces, no tienes la personalidad que se necesita para llegar a ser gerente, yo te veo más como una artista, un alma libre, una mujer que no se concentre solo en números, cuentas, contratos, empleados. A mí me apasiona mucho esto, pero sé reconocer quienes tienen madera para esto y quiénes no. Eres muy buena para otras cosas, pero en este momento no y tal vez nunca porque no estás dispuesta a estudiar esto ni a ejercerlo y eso está bien amor, haz lo que tú quieras.
La verdad es que no sé si tras sus palabras me siento ofendida o relajada, primero porque en su lengua he entendido que me ha dicho tonta para las matemáticas y no lo puedo negar, siempre me costaron, pero sé que si me lo propongo puedo entenderlas, pero ahí entra su otra parte, yo no estoy dispuesta a estudiar eso ni a demostrar que sí puedo con las matemáticas. Estoy bien como estoy y amo que me comprenda.
—¿Entonces puedo hacer lo que yo quiera?
—Hija, siempre y cuando no termines en la cárcel o en un hospital mental, has todo lo que quieras, eso sí, no quiero que te relajes en la vida y creas que yo te daré todo, quiero que tú estudies algo y ganas dinero con ello, busca algo que te haga vivir feliz y te dé para mantener tu vida, te amo, pero no te quiero hacer el daño de darte todo y que tengas treinta años y saber que nunca has ganado ni un centavo. Siempre y cuando me demuestres que, si yo llego a faltar en algún momento, tu sabrás defenderte y no dependerás de mí, ya con eso yo estaré más que feliz.
Los ojos se me llenan de lágrimas al pensar en que en algún momento de mi vida mi papá ya no hará parte de mi vida, sé que es un ciclo, que las personas mueren, pero no quiero que eso pase. Ojalá tuviera el secreto para hacer a mi familia inmortal.
—Te haré sentir orgullo con lo que elija —le digo y lo abrazo con fuerza cuando abre sus manos hacia mí.
—Yo estoy orgulloso solo con saber que eres mía —rio contra su pecho y veo a Logan salir al patio trasero en donde todos nos encontramos.
¡Me ve como una hermana!
Dios, quiero llorar mucho.
Esa es la palabra prohibida que le podrías decir a alguien que se muere por ti y él me la ha dicho. Juro que nunca había sentido tan apretado mi corazón como en ese momento. No me esperaba escuchar esas palabras de él. Fue un golpe bastante fuerte a mi ego y corazón.
Él me encuentra con sus ojos y levanta el dedo pulgar hacia mí, tal vez se esté dando cuenta de que he hablado con papá.
—¿Y Logan si tiene lo que se necesita para ser gerente? —pregunto a mi padre.
—Ese chico va por muy buen camino, a ratos se relaja, pero solo es falta de un poco más de concentración y madurez. Cuando entienda eso, no habrá quien lo detenga. Aunque él no lo crea, es más parecido a su padre de lo que cree, dice que no sigue los pasos de Christopher, pero es tan parecido a él que me sorprende que no se dé cuenta de la capacidad de comunicación que tiene lo ha sacado de su padre.
—Es que él es muy tonto para entender las cosas, es normal en él.
Ruedo mis ojos recordando como prácticamente le escupí que me gustaba, solo me faltó decirle literalmente: Me gustas, Logan. Pero no, él simplemente no entendió las palabras de la chica que ve como "hermana"
¡Ahh!
¿Por qué nuestros padres tienen que ser mejores amigos? Estoy odiando tanto eso.
—Recuerda, menos ir a la cárcel o a un hospital mental; tampoco me gustaría saber que estás como bailarina exótica o cosas que involucren a hombres y poca ropa, pero si tú quieres solo podré darte mi apoyo, no feliz, pero mi apoyo.
—Tranquilo papá, eso tampoco me gusta.
Él suspira profundo y eso me hace reír.
—Gracias.
Da otro beso en mi frente y se aleja, se sienta en la mesa de "adultos" en la que están mamá, Christopher, Kiara y ahora papá y todos comienzan a hablar, no sé porque siempre hablan tanto, es como si no se hubieran visto en años aun cuando se vieron hace menos de veinticuatro horas, no sé cómo lo hacen.
—¿Le dijiste? —Logan llega a mi lado, es mucho más alto que yo y veo que en su camisa sigue la marca de mi rímel cuando lloré un poco mientras lo abrazaba. Huele delicioso y se sintió increíble abrazarlo. No era la primera vez que lo hacía, pero cada vez que eso sucede —es un poco raro—, la experiencia es única y encantadora.
—Se lo dije.
—¿Y?
—Y dijo que nunca me había visto como una posible empresaria —eso es lo que dio a entender—, y que me veía más como una artista y un alma libre.
—Te lo dije, tu papá tiene un buen ojo para eso.
—Pues sí, ha dicho que te falta madurez y concentración, pero que vas por buen camino.
—¿En serio dijo eso? —pregunta con los ojos brillando de emoción, asiento y él sonríe. Debo alejar mi mirada rápido de esa sonrisa antes de quedar como tonta ante ella.
—Ujum, así que pórtate bien, que como yo no seré la gerente de la empresa, espero que quede en buenas manos algún día y me gustaría verte allí.
—¡Genial! Esas si son buenas noticias, iré a una fiesta y...
Se queda callado cuando ve la forma en la que lo estoy mirando.
—Puedo ser responsable y maduro aun cuando vaya de fiesta —se encoje de hombros y deja a un lado el plato que él ya tiene vacío, yo sigo con el mío lleno y la verdad es que tengo el estómago un poco cerrado. Nada me entra. —¿Quieres ir?
—¿A una fiesta?
—Sip.
Y como realmente me gusta pasar tiempo con él porque me gusta muchísimo Logan, acepto.
Él queda feliz con mi respuesta y va a decirles a nuestros padres que saldremos, Laura prefiere quedarse jugando con los mellizos, por lo que Logan decide usar la moto en vez del auto.
Jamás me he subido a una.
—¿Y no es más fácil que lleves el auto? —rasco mi cuello bastante preocupada de tener que ir en moto.
—Llegaremos más rápido, además habrá mil autos, no habrá espacio para aparcar otro más, la moto es más sencilla.
—¿Y luego como regreso a casa? Yo no tomo alcohol y tu no podrás conducir una moto estando borracho.
—Yo no tomo tanto, no te preocupes por eso, sabiendo que voy contigo no haré algo que te perjudique.
—¿Sacrificaras una noche de chicas y alcohol solo por cuidarme?
Lo veo rodar los ojos.
—El sacrificio lo tendrás que hacer tú, pues bailaremos toda la noche.
Pues vaya sacrificio tan grande, yo estaré más que encantada de bailar con él.
—Pero conduce lento, eh.
Me guiña uno de sus ojos antes de acercarse y ponerme el casco de protección, no aparto mis ojos de él mientras siento como hace todo con cuidado.
¿Finge o realmente no sabe que lo quiero como más que un amigo?
Su mejor amigo me confesó que él sabía de los sentimientos que yo tenía hacia él, pero Logan parece tan inocente en esto, que me hace dudar de si lo sabe realmente o no. ¿Y si no lo sabe?
Y si es real que él no tiene ni idea de quién es el que me gusta, porque puede que el otro chico me haya dicho mentiras, pero ¿Por qué lo haría?
—Lista, te enseñaré a subir.
Me da las indicaciones de dónde subir el pie y como apoyarme en su hombro para impulsarme, escucho con atención todo lo que dice porque no quiero hacer el ridículo.
Cuando es mi momento de subir a la moto, hago paso a paso todo lo que me dijo y sonrió emocionada cuando me siento tras él, sé que no es difícil subir a una moto, pero cuando eres torpe y con dos pies izquierdos como yo, es mejor tener los paso a paso seguros.
—Ahora agárrate fuerte de mí.
Si me lo pide, lo hago.
Ni más faltaba no hacerle caso, por dios.
Paso mis manos por debajo de sus brazos y entrelazo mis dedos justo sobre su abdomen, lleva una chaqueta de cuero cerrada, pero aun así estoy tocando sus fuertes abdominales. Vaya cuerpo el que tiene.
¿Porqué como una hermana? j***r, me ha jodido para siempre.
—¿Lista?
—Eso creo.
La moto ruge cuando es encendida y yo me aprieto mucho más contra él, mi pecho está pegado a su espalda y tal vez lo esté apretando con fuerza en el abdomen, pero me niego a morir joven y sin haber probado esos labios.
Los primeros metros que recorre la moto, lo hace bastante suave y aunque tengo el corazón en la garganta, no me parece tan grave, aun así, no me confío y mantengo mi fuerte agarre, él comienza a aumentar la velocidad de la moto y yo siento el corazón demasiado acelerado.
Grito un poco fuerte cuando toma una curva y la moto se ladea tanto que veo muy cerca el suelo, pero vuelve a levantarla como si nada.
—¡Me vas a matar! —grito.
—¡Relájate y disfruta, conmigo jamás te pasará nada!
Y entonces yo realmente confío en sus palabras y comienzo a disfrutar de la manera en la que él viento golpea mi cara, en la manera en la que mi corazón se acelera, pero esta vez de adrenalina y un sentimiento de libertad me recorre por completo.
Río con fuerza y Logan también lo hace, me siento libre y me gusta la sensación que tengo en este momento. Estoy disfrutando mucho porque él está conmigo y es algo que estoy amando.
Mi momento de dicha se acaba pronto porque llegamos bastante rápido a la casa en la que ya se escucha música a todo volumen, como dijo Logan, hay muchísimos autos fuera de casa y habría sido imposible parquear el auto cerca.
Él se baja con una destreza increíble de la moto y me ayuda a retirar el casco, muero de ternura cuando lo siento peinar mi cabello con sus dedos, pero luego llega el sin sabor cuando recuerdo el término "hermana" con el que se refirió a mí.
—¿Te gustó? —asiento con la cabeza y recibo su ayuda para bajar de la moto.
Las piernas me tiemblan, pero poco después logro controlarme y en este tiempo él aprovechó para atar los cascos a la moto.
—Ven, mis amigos están ya adentro.
Toma mi muñeca como lo haría cualquier persona, no toma mi mano o entrelaza nuestros dedos, no, yo soy muy poco para recibir ese trato, él simplemente me toma como si fuera un pedazo de carne y tengo el ceño fruncido mientras miro su agarre en mi mano.
—Chicos, Mía vino conmigo —escucho que dice — y para los que no la conocen, ella es Mía y no quiero que la hagan sentir incómoda.
Levanta la mirada de su agarre y paso a mirar a sus amigos, la mayoría los conozco, pero a otros no y entre los que "no conocía" puedo reconocer a unos ojos mieles, cabello medianamente largo y cuerpo fuerte. Él me mira repasándome con la mirada mientras yo trago saliva con fuerza.
¡Es el chico con el que perdí la virginidad!
Creí que jamás lo volvería a ver. Oh dios, claramente él me reconoce aun cuando tengo un estilo diferente, sus ojos recorren mi cuerpo y me sonríe.
—Es bueno verte de nuevo, Mía —dice con voz lenta y grave que me hace estremecer.
Es un chico bastante guapo y sé que habría podido disfrutar más de nuestra primera vez si no hubiera sido tan apresurada.
No respondo a sus palabras, pero Logan si lo hace.
—¿Cómo se conocen?
Ninguno de los dos responde pues una chica llega corriendo y se lanza sobre Logan, me hago a un lado incómoda por la situación cuando él comienza a hablar con ella y se alejan de nosotros.
Vaya que no me iba a dejar sola.
Que tonto fui al creer eso, de verdad a veces me paso de ilusa.
—¿Cómo has estado? —pregunta quien no recuerdo su nombre.
—Bien...
—Lucas, gemías muy bonito mi nombre y ya no lo recuerdas —hago una mueca incómoda mientras él ríe.
—Bueno, tampoco había cosa muy grande para recordar —comento haciendo que su risa se detenga.
Rueda los ojos y mira mi cabello.
—Me gustabas más con el cabello largo, así te podía coger más fácil para ponerte en...
Un puño llega volando con rapidez por nuestro lado y se estrella contra la barbilla de Lucas.
—¿Así que tú eres el imbécil, eh? —Logan lo toma del cuello de la camisa y lo levanta —. En la vida quiero escucharte hablar tan asquerosamente de ella, ¿Okey? La traje para que pasara un buen momento, no para que imbéciles como tú la acosen.
Lucas mira con demasiada ira a Logan y por un tiempo hay una estúpida pelea visual entre ambos, hasta que Lucas me mira y rueda sus ojos.
—No es para tanto, hay mejores.
Otro golpe a mi ego y siento que mi baja autoestima termina llegar al suelo, los oídos me zumban y me siento bastante humillada cuando escucho risas a nuestro alrededor y me miran señalándome.
Dios, Jesús o lo que sea que haya allá arriba, por favor venga por mí. Ya no quiero estar en este lugar.
Un golpe en seco y gritos me hacen mirar hacia los chicos, Logan golpea repetidamente el rostro de Lucas y lo estrella contra la pared.
—¡Te dije que ni una sola palabra más sobre ella!
La boca de Lucas chorrea sangre y los nudillos de Logan ya están manchados con este líquido.
—¡Logan detente, por favor! —grito metiéndome en la pelea cual defensora de matones, me estoy cagando del miedo, pero la parte irracional de mí decide que es una muy buena idea detenerlos sin saber que algún golpe de esos puede llegarme a mí y no es sino hasta que siento que mi pómulo derecho escuece del dolor, que me doy cuenta de que uno de esos golpes ha llegado a mi rostro y es tan pero tan fuerte que caigo al suelo y pierdo el sentido y se me van las luces por un momento.
—¡Mía!