ABUELO Y RANDALL

1204 Words
EIDAN Me encontraba en el comedor desayunando cuando llego Kiron, venía con una sonrisa, talvez era porque había visto a la chica de cabello n***o. - Flora, podrías ir a limpiar y llevar una nueva bandeja de comida a la habitación de huéspedes que está en el segundo piso enfrente de la habitación de mi hermana - Dijo tomando asiento a dos sillas de mí. Por su puesto que no me hablaría, me hubiera reído de él al notar qué se comportaba como un niño chiquito, pero sería mejor no hacerlo, a veces olvidaba que él era un año menor que yo. Así que negué con la cabeza, silenciosamente, para continuar desayunando tranquilamente. - No quiero mi Alpha - La pequeña vocecilla de Flora negándose al pedido de Kiron me hizo detener el tenedor que iba a medio camino de mi boca, lleno de fruta. Qué impresión daría la chica de cabello n***o, qué la ninfa se negaba al pedido de un Alpha. - ¿Por qué? - Preguntó, desconcertado, y se lo agradecí internamente porque era algo que yo también quería saber. - No culpe a mi ninfa, Alpha Kiron, y aunque todavía no veo a la Matte de ambos - La voz de Nuna resonó por todo el comedor haciendo qué los dos volteáramos a verla - Me contaron qué era un poco... Desconfiada. - Qué chica no sería desconfiada si se encontrará con unos extraños, reteniéndola contra su voluntad - Contesté mirando a Nuna - Y creo que la palabra que quisiste decir en verdad no fue lo de desconfiada, sino más bien... Agresiva, y aun así estaría en todo su derecho, somos unos extraños, pero aun así no podemos dejarla morir de hambre y menos sabiendo que será la luna de esta manada. - Tienes razón - Me respondió, pero su mirada recorrió mi rostro con perspicacia - Por eso mismo tú le llevarás la bandera de comida. No sé por qué tuve la sensación de que sabía que diría eso antes de que abriera su boca con solo observar la mirada qué me había lanzado. - Yo se la llevo - Dijo rápidamente, Kiron, parándose de la silla en la que se encontraba sentado. - No - Contestó, Nuna, mirándolo fijamente y eso era lo que admiraba de ella, que aunque nosotros ya no fuéramos unos niños a los cuales educar, aún nos regañaba como a unos, sin importarle qué ya fuéramos unos Alphas - Tú ya la conociste y por lo que me dijeron los lobos qué están afuera de su puerta Eidan aun ni siquiera se pasa por ahí, por eso mismo él se hará cargo de llevarle una nueva bandeja llena de comida. Ella regresó la mirada hacia mí, esperando a que le explicara el porqué de mi ausencia de ir a ver a mi Matte. - Decidí qué Kiron se quedara con ella - Murmuré bajando la mirada y observando mi desayuno como si fuera lo más interesante qué había visto en mi vida. - ¿Qué me quedará con ella? - Preguntó él con la voz baja y ronca. Como si tratara de no explotar - ¡Qué es ella!, ¿una mercancía? - Obviamente, no pudo aguantar más. - No, claro que no pienso que ella sea una mercancía o algo que sea tratado como una propiedad, solo que... - Solo que crees que no me escogerá a mí - Me interrumpió - Crees que te escogerá a ti y por eso mismo renuncias antes de tiempo... Qué gran mierda eres si piensas que dejaré que renuncies sin darme pelea - Se giró hacia la puerta del comedor para salir, no obstante, se detuvo en la puerta y me echo una mirada - Flora, dale la bandeja a Eidan... Él se la llevará a Ginge. Sin decir, otra palabra más se fue, y era lo que temía, Kiron... Es como un hermano, ¿cómo podía competir contra él por una tontería que hizo la diosa luna?, No me dejo explicarle el porqué, y sé que tampoco iría detrás de él. Mi orgullo tanto como el de Kiron era demasiado grande para ir corriendo a su lado y explicarle. - Supongo que ahora tendrá que ir a dejarle el desayuno a su Matte - La voz de Nuna hizo qué la volteara a ver, mientras apretaba mi mandíbula para no decirle unas cuantas cosas - No me mire así mi Alpha. - Dime entonces como mirarte - inquirí con ira - Desde niños siempre has sido dura con Kiron... Pero ahora me lo haces a mí, te metes en una decisión que ya tome y ahora... Ahora tengo que competir contra él - Señale la puerta con un dedo - ¿Cómo quieres que te mire entonces? Nuna se quedó callada, y esperé a que respondiera, sabía que aún le dolía la muerte de su nieta, pero Kiron no tenía la culpa de eso. Él no decidió qué sus padres se enamorarán y Maya, la madre de Gaia, había muestro mucho antes de que mi Tío se encontrará con su Matte. - Nuna solo quiere que los dos sean felices - Respondió Pitthua por ella, entrando a paso lento con su bastón al comedor - Tú tomaste tu decisión, pero no pensaste en la chica que está encerrada en una habitación... - Agregó - Por algo la diosa luna les puso a los dos la misma Matte, talvez la chica es la que tiene que escoger a uno de ustedes dos. Quiete mi mirada de las dos para ver a Flora traer de la cocina la nueva bandeja qué le había pedido Kiron. - ¿Y como termino para mis abuelos? - Cuestione aún observado la bandeja - ¿Los dos viven?... Porque no los he visto caminado por la mansión o puede que este ciego. - Kiron y tú no son tu abuelo o Randall - Podía sentir la mirada de Nuna sobre mí y en verdad quise decirle que de eso se había encargado ella, de que no fuéramos como nuestro abuelo y como Randall, más bien que fuéramos como nuestros padres, pero no quise decirlo porque no sabía si en verdad lo éramos, si en verdad éramos como nuestros padres. Una muestras muy clara fue ayer en nuestro ascenso a Alphas, el cómo ninguno de los dos quiso dar marcha atrás con la chica en medio de nosotros. Me sentía muy avergonzado cuando baje hacia el comedor. Ellos mismo lo habían gritado, la luna había abandonado a la manada, tenían miedo de que volviera a pasar lo de mi abuelo con Randall. ¿Quién en la manada no sabía de su historia? Con un suspiro y tratando de alejar mis pensamientos, tome la bandeja y decidí salir del comedor sin decirles ni una sola palabra a las dos ancianas qué dejaba atrás. Camine hacia las escaleras y las subí pensando en que vería sus azulados ojos por segunda vez. Me detuve en cuanto llegue a su puerta y con un poco de nervios tome la perilla de la puerta, pero antes de abrirla le pedí a los lobos qué se retirarán, cuando ya no había ninguno a mi alrededor la abrí.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD