LA CEREMONIA DEL ASCENSO

1569 Words
EIDAN Cuando llegamos a la mansión corrí rápidamente hacia mi habitación y Kiron a la suya. Como mi tío Tom decidido irse hacia el castillo hace años, pero seguía viniendo seguidamente a la mansión con la tía Malika y Kiron, mi padre había decido qué su hermano siguiera teniendo su misma habitación mientras qué Gaia y Kiron tuvieron una propia por separado. Gracias a la diosa luna, Kiron tenía su habitación junto a la mía, así que no nos habíamos cruzado a nadie por el camino. En cuanto entre a la habitación sabía que me llevaría el regaño de mi vida cuando en la penumbra había visualizado a mi madre, sentada cómodamente en mi cama. Rápidamente, tomé una bata de dormir qué se encontraba colgada a un lado de la puerta, obviamente mi madre sabia todo de mí, ella me había cambiado los pañales de bebé, pero no se me hacía grato qué me viera desnudo a esta edad de mi vida. - Sé lo que dirás, pero deja que te explique - Solté primero, haciendo mi camino a la puerta del baño - Había un venado... - Eidan - Dijo cortándome lo que iba a explicarle y haciendo qué me detuviera de repente, volteando a verla - Dentro de unos cuantos minutos serás el Alpha de esta manada, ¿sabes lo que eso significa? - Qué tengo responsabilidades y vidas, qué cuidar aparte de la mía - Respondí sin chistar, sabía que esto era importante para mis padres y no es que no fuera importante para mí, pero desde niño me habían disciplinado para ser un gran Alpha y a veces lo único que quería era estar relajado. - Exacto... - Se paró de la cama para venir hacia mí y tomarme de las manos - Sé que fuimos muy duros contigo en ser un buen líder y que por eso te metías en problemas, pero... Solo queremos que estés preparado para cualquier emergencia. - Si, ya sé - Dije en tono serio, cuando se trataba de ese asunto siempre teníamos que hablar seriamente - Porque talvez pueda qué un oscuro, qué es enemigo de la manada Moon Red aparezca y quiera destruirla para obtener el corazón de la luna. - Bien... Ahora que ya tenemos eso claro porque no me cuentas ahora si el porqué tu primo venía haciendo muecas mientras se tocaba la muñeca - Sonreí de lado, obviamente nos había visto venir por la ventana de mi habitación a ella no se le podía escapar nada y eso era algo raro para los demás adultos, porque según lo que nos había dicho la bisabuela de Gaia mi madre no siempre fue la persona fuerte qué tenía en frente, según sus palabras de ella mi madre era como un conejito asustadizo cuando llego a la manada, pero algo en la muerte de mi tatarabuela la cambio. - Seguíamos a un venado cuando de repente nos encontramos a un lobo de color n***o - Resoplé -, Pero el muy maldito se nos aventó encima como un lunático... Claro, no es como que no me extrañará de un oscuro, por algo se a deber ganado esa cicatriz en su ojo derecho. - Di… Dijiste un lobo oscuro - Qué se le cortará la voz a mi madre significaba qué no era nada bueno - Y tenía una cicatriz en su ojo. - Sí - En cuanto dije eso pude escuchar como su pulso se disparaba, era como si mi madre tuviera miedo - ¿Qué pasa? - Nada - Su tono de voz no me dijo nada, mucho menos sus ojos, pero sabía que había algo mal, podía casi presentirlo en como había reaccionado hace solo unos minutos - Prepárate para la ceremonia. Ella salió rápidamente de mi habitación dejándome solo, sin qué tuviera la oportunidad de volverle a preguntar que era lo que pasaba en verdad, ¿por qué ese miedo que sentí en el aire al contarle sobre ese lobo n***o? Con muchas preguntas me metí al baño para darme un buen regaderazo de agua fría, necesitaba relajarme para lo que se avecinaba a continuación. Después de un rato ya me encontraba listo, mirándome por última vez al espejo, caminé hacia la puerta de mi habitación y salí al pasillo, del otro lado se encontraba Kiron con la mirada fija en mi puerta. Los dos nos encontrábamos vestidos de traje completamente blanco, no era la tradición original en la manada Moon Red vestir de esta manera, pero según Pitthua eso haría qué la diosa luna nos bendijera de la mejor manera en nuestro liderazgo. Cuando note que Kiron se encontraba callado, no tenía que ser un genio para saber que se encontraba asustado, y como no, si muchos de los lobos qué se encontraban en el castillo creían qué era todavía un niño queriendo ser hombre. Kiron podía ser todavía joven con diecisiete años, pero yo como ninguno estaba seguro de que sería un grandioso Alpha, y si alguien decía lo contrario después de este ascenso, entonces probaría mis puños. - Vamos, primito - Sonreí, tratando de tranquilizarlo. - Vamos - Respondió de la misma forma. Los dos bajamos por la escalera y nos dirigimos hacia la puerta principal de la mansión para encontrarnos un camino de velas blancas, las seguimos hasta donde terminaba para llegar en la pequeña plazuela de la manada, todos se encontraban ahí esperándonos ansiosamente, por el rabillo del ojo pude ver a mis padres juntos con mis tíos, los chicos y a Gaia junto con las demás ninfas haciendo qué pequeñas rosas blancas crecieran detrás de nosotros después de haber pisado el suelo. Todo estaba iluminado y la vestimenta blanca qué cargaban todos le daba al lugar algo de paz, creo que eso era lo que quería Pitthua, que todo a nuestro alrededor se transmitiera tranquilidad al solo ver el lugar. Seguí mi camino con Kiron, erguidos, mostrando orgullo al ser muy pronto Alphas de la manada... La última y gran manada qué erradicaba en Grainspyn. Cuando llegamos a la tarima de piedra en donde nos pegarían la luz de la luna, nos volteamos para ver a todos los integrantes de la manada y esperamos a que Pitthua hablara. - En esta gran noche la luna recibe a Eidan Black Green y Kiron Black Trucks, unos chicos extraordinarios, llenos de juventud y vida, para ser los siguientes Alphas de esta manada... Esta gran manada qué siempre ha estado envuelta en luchas por oscuros y aun así no ha caído ni una sola vez, por eso hoy le pregunto a Mathew Black Julve y Tom Black Julve si aceptan dejar su puesto como Alphas de manera consciente y voluntaria a su propia sangre, sabiendo que harán un gran trabajo. - Aunque Pitthua lo dijo de manera sonriente, su tono era serio. - Aceptó - Respondieron al mismo tiempo tanto mi padre como mi tío y eso fue lo único que esperaba Pitthua para que los demás miembros nos aceptarán. - Entonces les deseo a los chicos Black un buen destino, manejando a la manada Moon Red y que la luna se apiade de ellos, dándoles consejos buenos en su mandato - Nos miró y sonrió cuando la luna se posó sobre nuestras cabezas - Todos inclínense ante los nuevos Alphas y denles la bienvenida uniéndose en un solo aullido, como la familia que somos. Los habitantes de la manada no tardaron en convertirse en lobos y comenzar a aullar a la luna, dando inicio a nuestro liderazgo. Cuando íbamos a bajar y convertirnos también en lobos, un grito femenino llego a mis oídos, para posteriormente un aroma a fresas. Cuando voltee hacia la entrada del bosque buscando el aroma, pude ver correr hacia nosotros a una chica de cabello n***o ondulado, tez blanca y con el color de ojos más azul qué he visto en mi vida. Simplemente hermosa. Me bajé como pude de la tarima, temblando de pies a cabeza, no sabía que se sentía así al encontrar a tu Matte. Cuando estuvo más cerca de nosotros note su rostro bañado en terror y por primera vez note que su vestido drapeado de color n***o con lo que podía reconocer con dibujos de cerezas, estaba roto de un lado y sus piernas se encontraban raspadas con un poco de sangre. - El… El lo… Lobo neg... ro - Tartamudeo, señalado el bosque, pero al darse cuenta de que estaba rodeada de más lobos, no tardo en tambalearse para después caer desmayada, si no hubiera sido por Kiron qué se adelantó a sostenerla pudo haberse caído al suelo y salir gravemente lastimada. - Gracias - Sonreí, yendo hacia él para poder quitarle a mi Matte de sus brazos - Gracias por salvar a mi Matte. Cuando estire mis brazos para tomarla, él se echó para atrás con ella, haciendo qué frunciera mi ceño hacia él. - ¿De qué hablas, si ella en mi Matte? - Cuando preguntó sin entender lo que le había dicho, pude escuchar los gritos de asombro, y yo me quedaba helado mirando a Kiron. - ¡La luna nos ha abandonado! - Gritó alguien que no pude reconocer la voz - ¡La misma historia se repetirá! El día en que pensé que sería feliz por encontrar a mi Matte se volvió una pesadilla, todos en la manada conocíamos la historia de mi bisabuela, bisabuelo y Randall.
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