LA BRUJA

EX-LUNA

GINGE

Cuando llegamos a la mansión ya nos estaba esperando Gaia en la entrada de la parte trasera junto con una anciana que probablemente fue muy hermosa en su juventud.

—Ginge, ¿cómo te la pasaste? –Preguntó con alegría al verme —Espero que Riga haya sido una grandiosa compañía.

—La pase genial. Riga es la mejor compañía que pude haber tenido –Respondí con una sonrisa echándole un vistazo de reojo a la loba.

—Qué bueno... –Su mirada fue a hacia la anciana que se encontraba a su lado —Ginge te presento a mi abuela, Nuna. –Así que esta era la famosa ninfa llamada Nuna, la mire de arriba abajo y siendo sincera no era tan impresionante como la hacían sonar, pero al menos ya tenía un rostro que poner en mi imaginación cada vez hablaran de ella.

—Por fin la conozco en persona mi luna –Su voz sonó en un tono suave y eso me hizo sonreír, no me tragaba su amabilidad —Y me da gusto que Riga la acompañara en su salida, solo que ella es parte del grupo de chicas que ayuda en la cocina –Se alejó del lado de Gaia para quedar enfrente de la loba como si tratara de intimidarla.

—Lo siento mucho Nuna solo que... –Comenzó a explicar Riga, pero la anciana la interrumpió rápidamente.

—No te preocupes Riga, solo vuelve a la cocina –Le dijo con una sonrisa, que casi me hacía dejar salir una carcajada. Podía notar qué Nuna se comportaba amablemente con ella porque yo estaba presente, pero seguramente si no estuviera ya le hubiera gritado.

—Perdone que la interrumpa, pero creo que Eidan la puso de mi acompañante. –Interviene antes de que la obligará a irse de mi lado y ya no pudiera verla más.

—El Alpha Eidan no me notificó nada mi luna –Fruncí el ceño ante su respuesta.

—Bueno... Ahora ya lo sabe –Trate de pasar a su lado con la mano de Riga agarrada a la mía, no obstante la anciana me detuvo de mi hombro.

—Lo siento mucho mi luna, pero Riga es parte de la cocina, puedo ponerle a otra ninfa si usted gusta o a una loba. –Ofreció ante mi defensiva de tener a Riga conmigo.

—No, gracias, yo me siento a gusto con Riga. –No pude evitar sonreír ante mis palabras. En verdad me sentía bien con Riga y no dejaría que me la quitaran de mi lado estando en este lugar donde estaba completamente sola.

—Abuela, ellas ya se conectaron, mi primo le puso a Riga por alguna razón a nuestra luna, yo considero que deberías dejarla con ella. –Dijo Gaia, con su rostro afligido por la terquedad de su abuela.

—Y yo por alguna razón puse a la loba en la cocina, Gaia –Respondió sin mirarla, en cambio, tomo mi rostro entre sus manos con delicadeza haciendo que fijará mi mirada en la suya —Tus ojos me recuerdan a alguien, pero no se a quien –Al notar mi incomodidad Riga rápidamente quito las manos de la anciana de mi rostro ocasionando qué la volteara a observar con enojo ante su arrebato.

—Discúlpeme, Nuna –Se disculpó Riga apartando su mirada de Nuna —Es que mi luna necesita descansar, por lo que pude notar en todo el día, ella no está acostumbrada a los tacones.

—Gaia, porque no acompañas a nuestra luna a su habitación –Pidió, Nuna —Yo necesito hablar con Riga a solas.

—¡Abuela! –Gritó, Gaia.

—Gaia –Dijo su abuela, volteando a verla. —Has lo que te pido.

—... Vamos mi luna la acompañaré a su habitación –Gaia estiró su mano para qué la tomará, ¿pero... cómo podría irme dejando a Riga sola con la anciana?

—No me quiero ir sin Riga –Alce mis cejas, apartando suavemente la mano de Gaia —¿Por qué tanto problema?, Acaso no debería de obedecer a su Alpha –Esta vez me dirigí a la anciana, sintiendo como mi cuerpo empezaba a temblar de euforia, me chocaba que me quisieran anteponer ante una autoridad.

—Por supuesto que si –Respondió.

—Entonces porque no deja a Riga conmigo. –Farfulle, sintiendo el enojo creciendo en mí cada vez más.

—¡Mire mi luna...! –Habló en voz alta, cada músculo de su frágil cuerpo tenso, me parecía que la había ofendido con mis palabras, pero poco me importaba, así podía mostrarme su verdadera identidad y no la de la viejita dulce qué utilizó hace solo unos minutos.

—¿Qué pasa aquí? –Adquirió una dulce voz atrás de nosotras.

Todas volteamos para encontrar a una señora bonita de cabello rizado y a un hombre que era completamente la misma imagen que Eidan. No tenía que adivinar que ellos eran sus padres.

—Sara, nada solamente estaba comentándole a la chica que Riga es parte de la cocina, no su compañera. –Respondió tranquilamente Nuna con una nueva sonrisa en su rostro.

—Perdóneme mi ex-luna, lo que pasa es que el Alpha Eidan fue el que me puso como la acompañante de la luna Ginge... Pero si usted me pide que vuelva a la cocina volveré. –Informó, Riga, con la cabeza agachada.

—Si mi hijo te dijo que fueras la compañera de la luna, entonces tienes que serlo –Dijo la señora con una sonrisa mirando a Riga.

—Pero, Sara –La anciana hizo una mueca de desagrado ante las palabras de la señora.

—Pero nada, Nuna –La corto haciendo un gesto con las manos de que cerrará la boca —Y tú, bonita, porque no vas a la habitación a descansar y que Gaia te preste un calzado cómodo para que puedas venir a cenar con todos nosotros.–Su tono de voz se suavizó más de lo que era al hablarme si es que eso era posible.

—Yo la traeré mi ex-luna –Se ofreció Riga.

—Perfecto –Soltó sin dejar qué yo respondiera si quería cenar con ellos o no.

Riga rápidamente me tomo de la mano con Gaia, siguiéndonos atrás, llevándome hacia adentro de la mansión para posteriormente ir a la habitación.