—¡Ja! Mejor suerte para la próxima, inútil —me puse de pie e hice un ridículo baile de victoria, mientras Tyler lanzaba blasfemias (según él, lejos de ser una maldición) y tiraba el control del Play station contra el piso alfombrado de su recámara. —¡Es la última vez que juego contigo! —gruñó el castaño, sentándose en el borde de su cama con el ceño fruncido. Me eché a reír, sentándome a su lado mientras alborotaba su cabello con mi puño. —¡Oh! Pero si eres un pobre bebé llorón —me burlé. Tyler me fulminó con la mirada mientras yo continuaba sin poder detener mi ataque de risa. Amaba disfrutar el tiempo que pasaba con mi hermano, me gustaba presumir con todo el mundo que yo era su favorita. Wrapped around your finger, comenzó a reproducirse en mi móvil. Dejé de fastidiar a mi hermano