Zac Hago una mueca de dolor al sentir esos insoportables punzones en una de mis costillas, aún sin poder creer que haya sido capaz de saltar desde la ventana de la habitación de Thiara. Pero no pueden culparme, vi la muerte pasar frente a mis párpados. Y confieso que estaba cagado del miedo. Me detengo frente al espejo, luciendo sólo una toalla atada a mi cintura, mientras las gotas de agua que quedaron de mi reciente baño, se pasean libremente por mi cuerpo. Observo mi costado, una enorme mancha morada comienza a cobrar forma; tuerzo una sonrisa y niego con la cabeza. Y pensar que estuve a punto de confesarle a Thia lo mucho que me gusta. ****** Thia me observó con el ceño fruncido, sus labios estaban en una perfecta línea, lo que me ocasionó tremendas ganas de tomarlos con los míos.