Mientras tanto en otra parte de la ciudad...
- ¿Qué demonios de la respuesta no, no puedes entender?
Su prima Steffy lo miró boquiabierta, Mark Robbins sacudió la cabeza molesto. No tuvo tiempo para sus reuniones organizadas. Estaba harto de tener que ayudarla todo el tiempo, tenía su propio negocio que atender. Por lo que había visto esta mañana, Fitness Life parecía ser una máquina bien engrasada. Sin embargo, sus gimnasios estaban perdiendo dinero lentamente. Necesitaba entender por qué y qué hacer al respecto. Pero ahora tenía que hablar con el instructor de spinning antes de comenzar su lección. Hubo algunas quejas sobre la música demasiado alta que llegaba a la sala de yoga.
Salió de la oficina, pero Steffy comenzó a seguirlo a través del gimnasio como un cachorro siguiendo el olor a tocino.
- Mark, por favor. No te preguntaría si no estuviera desesperada.
Mark se detuvo para agarrar un par de pesas que alguien había dejado en el medio del piso y ella se estrelló contra su espalda.
- Maldita sea- murmuró.
Cuando se dio la vuelta, Mark la vio ajustarse las gafas de montura verde sobre la nariz y tuvo que reprimir una sonrisa. Su prima sólo tenía veinticinco años, pero su agencia de citas que comenzó como un simple proyecto universitario, había tenido bastante éxito y se estaba convirtiendo en una empresa rentable. Aunque, aparentemente no sin algunos problemas en el camino. Si no, no habría ido a pedir su ayuda.
- Eso no es cierto- respondió, moviendo un dedo burlón frente a su cara-. Preguntarías desesperada o no. ¿Cuándo necesitaste apoyo financiero, a quién viniste? A mí. ¿Cuándo necesitaste construir el sitio web, de quién viniste? De nuevo a mí. Y cuándo necesitaste...
- Bueno- resopló. Luego lanzó sus manos al aire-. Obviamente te pregunto muchas cosas, pero da la casualidad de que ahora estoy realmente desesperada. Te necesito. Así que por favor... ayúdame. Te lo ruego.
Mark miró alrededor del gimnasio y cuando vio que la clase de spinning ya había comenzado, suspiró y luego la miró.
- Está bien. ¿De qué tipo de ayuda estamos hablando?
- Te necesito para un trabajo simple como chaperón. Eso es todo.
Mark no nació ayer. Podía leer cláusulas en minúsculas en un contrato y también cómo descifrar la definición de su prima de la palabra "simple".
- ¿Y cuánto dura este llamado trabajo simple?
- Ah, eso. Bueno- Ella se mordió el labio.
- Steffy- advirtió-. ¿Cuánto tiempo durará este simple trabajo? ¿Dos horas? ¿Tres?
- Cuatro días y medio- murmuró tosiendo a través de su mano.
- ¿Cuatro días y... medio? Son básicamente cinco días. ¿Estás loca?- Dio un paso atrás.
- Sé que es un poco desafiante. Pero Mark, por favor. La familia del novio lo está haciendo a lo grande para esta... boda.
- ¿Matrimonio? Eso lo convierte en un doble no y lo sabes.
Todos, especialmente Steffy, sabían que él no iba a las bodas. Nunca. Las evitaba como la peste, junto con la cerveza barata, la música country, el yogurt bajo en grasa y cualquier película que tuviera "amor" en el título.
- Lo siento. Absolutamente no. Para mí, las bodas son una garantía de fracaso. Tendrás que encontrar otra cita. Esta vez no seré yo.
- Pero... pero ya lo he intentado y necesito a alguien extremadamente atractivo.
- Buen trabajo- Él sonrió.
- No solo eso. Alguien inteligente y...- Ella le pasó los dedos por el pecho y los hombros-. En perfecta forma. Esta mujer necesita algo más que un chaperón. Es la boda de su hermana y las bodas familiares son especiales. No puede traer a cualquiera, debe ser alguien que pueda hacer creer a su familia que es realmente su chico. ¿Y a qué madre no le gustaría que su hija saliera con alguien como tú?
Mark se cruzó de brazos, tratando de no parecer divertido-. Una vez más, puedes dejar de halagarme, mi respuesta siempre es no. Además, ¿por qué diablos has aceptado un trabajo así si no puedes cumplirlo?
- Oye, soy perfectamente capaz de llevarlo a cabo. Soy una profesional. Roger era guapo y estaba listo para trabajar hasta... eh, el accidente.
- ¿Accidente?
- Sí. Un accidente con una tostadora- Ella arrugó la nariz-. Aparentemente, él y su novia tuvieron una mala ruptura durante el fin de semana. Ahora que lo pienso, tal vez debería enviar algunas flores. Todavía está en el hospital. Roger sufrió quemaduras de segundo grado- con las mejillas enrojecidas. su mirada viajó más allá de la hebilla de su cinturón y luego regresó-. En el área de sus joyas, si sabes a qué me refiero.
Mark hizo una mueca. Debe haber sido una ruptura terrible.
- ¿No tienes novio para este tipo de emergencia?
- Lamentablemente no. Todavía no. Se necesita tiempo para construir una base de acompañantes además de una base de clientes. Hay dos convenciones en Chicago estos días y muchas mujeres han necesitado nuestros acompañantes para asistir a los diversos cócteles. Ya estoy usando todos los que tengo. Además, este cliente fue bastante específico en su solicitud. Roger era el hombre que mejor se ajustaba a sus criterios. Así que ahora estamos estancados.
- Corrección. Estás estancada- Mark arqueó una ceja.
- No, quiero decir que lo estamos. Has invertido en este negocio tanto como yo. Normalmente, le habría devuelto el dinero, pero esto podría ser un gran negocio. El matrimonio es un negocio muy rentable. La novia será la esposa de Peter Lyons. Eso me daría la oportunidad de anunciar la agencia en la televisión cuando juegue su equipo. Además, si está contenta con nuestro servicio, no tienes idea de cuántas celebridades y clientela potencial de alto nivel tendríamos. Podríamos ganar dinero. También será un negocio rentable para los inversores y si las cosas realmente empiezan a despegar, pronto tendrás el dinero que necesitas para renovar tus gimnasios y pagar el préstamo al banco.
- Yo no sé…
- Podré devolverte el dinero con intereses y luego tendrás suficiente para ese programa que quieres comenzar en este gimnasio.
La mención de su idea de crear un centro infantil de repente llamó su atención. Desde que se graduó de la universidad y abrió su primer gimnasio, ha soñado con comenzar un programa de este tipo en su ciudad natal de Freeport. Lo quería para los atletas de secundaria que necesitaban algo más que entrenamiento físico. Quería un programa en su gimnasio que fuera más profundo y que sirviera como una especie de entrenamiento de carácter para estos jóvenes. Un lugar al que acudir para obtener el apoyo que no recibieron en la familia. Algo que él mismo deseaba desesperadamente cuando era pequeño.
Pero ahora necesitaba dinero para restaurar el equipo y pagar las deudas que pronto se vencerían. Hasta hace unos años Mark tenía los fondos necesarios para todo esto, pero luego su prima se acercó a él para pedirle apoyo económico para su agencia de citas y se lo dio a ella. ¿Cómo podría no hacerlo? Steffy era la única persona que había estado cerca de él después de sufrir la lesión que había cortado su carrera en el fútbol universitario.
Ni siquiera su prometida se había quedado con él. Y en ese momento había descubierto quiénes eran sus verdaderos amigos.
Y desafortunadamente se dio cuenta de que no tenía muchos.
Steffy lo agarró del brazo y le dio un apretón.
- Mark, las mujeres te aman y tú lo sabes. No quiero decepcionar a esta mujer. ¿Y si me denuncia a Prisko?
- ¿Quién es?
- Prisko es la asociación y agencias de citas. No quiero que mi nombre termine en su lista negra. He trabajado muy duro y tengo una reputación que defender. Además, no sé, me gusto. Realmente se ve...
- ¿Hermosa?- Mark terminó la oración.
- Desesperada. Realmente quiero ayudarle.
Desesperada.
Mark puso los ojos en blanco. Este fue el resumen de todo el desastre. Steffy quería que él fuera la escolta pagada de una mujer desesperada y que la llevara a una boda.
Oh sí, cómo le gustó la idea.
Mark cerró los ojos como si esto pudiera ayudar a reunir toda la fuerza que necesitaba para no estrangular a su prima. Respiró hondo y cuando volvió a abrirlos, la encontró mirándolo con ojos grandes y esperanzados.
Las palabras "Te jodí" se reflejaron en ellos, y ella sonrió como si supiera cuál sería su respuesta incluso antes de abrir la boca.
Diablos. Por supuesto que hubiera dicho que sí. No habría tenido el coraje de decepcionarla.
Además, por mucho que odiara la idea de pretender ser el novio de una mujer loca, se preocupaba por el éxito de la agencia de Steffy.
- ¿Cómo se llama esta mujer?- Murmuró.
Steffy chilló, saltando de alegría, y luego echó los brazos alrededor de su cuello.
- Eres el mejor primo de todos- dijo ella, golpeándolo en la mejilla-. Se llama Janet Campbell. Tiene más o menos tu edad. Tal vez uno o dos años más joven. Te gustará. Tiene una gran personalidad.
Mark trató de no hacer muecas, pero cuando Steffy dijo "gran personalidad" generalmente se tradujo en "fea" y muy probablemente "alérgica al gimnasio". Pero el nombre le parecía vagamente familiar. De hecho, cuando era el mariscal de campo del equipo principal de la universidad, atraía a más mujeres que una venta en una tienda de ropa de diseño. Probablemente en esos días había conocido a cien Janet. Cuando todos lo amaban y pensaban que era un dios del fútbol. Incluyendo a su prometida.
Luego, la burbuja había estallado con su carrera y finalmente había puesto una piedra sobre ambos. Se había convertido en el dueño de tres gimnasios exitosos en Chicago y ahora apreciaba a la compañía femenina por lo que realmente valía.
Un medio temporal para llegar a un fin. Un medio divertido y fugaz que tenía un término y siempre se aseguraba de tenerlo.
No hay daño, no hay problema.
Steffy extendió la mano y le dio una cariñosa palmadita en la mejilla.
- Oye, lamento que sea una boda. Pero tal vez sea bueno para ti. Sabes, podría ser algún tipo de remedio para la resaca- agregó con una sonrisa temblorosa.
Remedio para la resaca. Uh. Si es así, tendría que emborracharse continuamente durante los próximos días. Pero si era bueno para el negocio de Steffy, finalmente obtendría el dinero que tanto necesitaba. Solo debería sonreír y deslumbrar a esta mujer hasta que su cabeza diera vueltas. Y esperaba que fuera la última vez que deba ayudar a su prima con su negocio.
- Soy un hombre adulto puedo manejar una boda. Entonces, ¿cuándo se supone que voy a conocer a esta mujer desesperada con una gran personalidad?
- Me alegra que me lo hayas preguntado- Su prima dejó caer las manos y se aclaró la garganta como si tuviera una bola de algodón metida dentro-. Ahora, no te pongas sensible- comenzó.
- ¿Sensible? No tienes permitido llamarme a mí ni a ningún otro hombre sensible. Además el hecho de que me digas que no me vuelva sensible me hace... bueno, sensible.
Steffy miró su reloj.
- Está bien. Solo desearía que no te enojaras conmigo si pensara que finalmente aceptarías el papel de acompañante- Ella miró por encima de su hombro y luego volvió a tragar-. Es solo que...bueno... tu futura novia falsa acaba de entrar.