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Era oficial. Definitivamente estaba maldita.
Después de perder su trabajo y su novio, se le pidió que fuera la dama de honor de dos bodas. Y ese había sido el golpe final que le había dado el dedo medio de su vida este año.
Respiró hondo para calmar su ansiedad y la modista aprovechó la oportunidad para apretar su vestido una pulgada más.
- Tienes unas caderas adecuadas para tener un niño- Dijo la costurera con un fuerte acento mexicano, moviendo la cabeza de arriba a abajo.
Suspiró. Bien. Ahora no podría comer nada hasta después del día de la boda. Olvida el dedo medio, la vida le está pateando el trasero. Gracias al cielo su madre se ofreció a pagar la mitad de su vestido pues sus ahorros ya eran bastante escasos y si no fuera por su ex novio infiel que le dijo muchas mentiras sobre ella al propietario, todavía tendría su trabajo como pastelera en el restaurante Tamarindo Nero en Chicago.
La costurera le dio un último tirón y luego le dio la vuelta, se quedo de pie con la boca abierta mientras se miraba en el espejo. Tuvo que admitir que el vestido de satén gris perla que su hermana había elegido para ella le quedaba muy bien con su cabello rubio. Se dio vuelta para examinarse más de cerca. Si, su estomago también se veía plano. No hay duda de ello, su hermana la amaba. Era la única cosa buena en su vida ahora mismo.
- Oh cariño, el vestido te queda precioso- dijo su madre uniéndose a ella y golpeando suavemente las manos de la costurera cuando la mujer comenzó a tomar más alfileres -. No, esta perfecto. Además, Janet podría incluso ganar unos cuantos kilos mientras tanto.
Ella miro al cielo y se obligo a dejar de lado todos los recuerdos de sus problemas de peso en el instituto. Ya no estaba gorda. Afortunadamente después de terminar la escuela y graduarse de la universidad, había crecido siete pulgadas y perdido diez libras de lo que su madre cariñosamente llamaba “gordita”.
- Gracias mama, tu también te ves maravillosa.
De hecho, su madre incluso se veía radiante. No la había visto así desde hace mucho tiempo. Después de años de ser solo las tres, una de ellas finalmente dejaba el nido. Emily se casaría y la dejaría en casa con su madre y por supuesto, con la maldición de la familia.
La cortina detrás de ellas se abrió y Emily salió. El aliento de Janet se detuvo en su garganta y las lágrimas comenzaron a llenar sus ojos. Su hermana era hermosa, la mayoría de la gente llamaba a Emily una belleza, pero con su vestido de novia y su velo, era absolutamente impresionante.
Emily se retorció las manos. - ¿Entonces?- preguntó, su mirada se movió de un lado a otro entre las dos.
La madre dio unos pasos vacilantes y se acerco casi con miedo de tocar a su hija.
- No puedo creer que mi pequeña se case en dos semanas.
Su corazón se hundió. Dos semanas. Su hermana comenzaría un nuevo capítulo en su vida y aunque estaba feliz no podía evitar preguntarse cuando seria su turno. ¿Cuándo daría su vida un giro? Hasta ahora, no había sido capaz de mantener una relación por más de un mes. Demonios, ni siquiera había sido capaz de mantener un trabajo.
No hay duda de ello, era la maldición
No, eso fue una estupidez. Se sacudió mentalmente.
- Emily, eres la novia más hermosa que he visto en mi vida.
- Oh, por favor. Apuesto a que le dijiste lo mismo a Brooke cuando se caso.
Su mejor amiga Brooke se caso con Liam Ferguson. Ella fue la dama de honor en su boda. Por mucho que quería disfrutar del día por su amiga, no pudo evitar sentir un poco de envidia, sobre todo porque ni siquiera tenía una cita. Ahora era un deja vu. Solo que esta vez era la boda de su hermana y aun estaba sola.
- No, Emily. Por supuesto que eres la novia más hermosa, eres mi hermana- dijo cariñosamente.
- Las dos se ven hermosas, entonces- Su madre se rió.
- Las quiero mucho- Emily la abrazo y se echo atrás y miro a Janet con preocupación- Solo deseo que…
Su hermana dejo morir la frase gracias al cielo. Se entendió. Emily hubiera querido que ella al menos tuviera un novio estable. Pero en este momento de su vida y a los 30 ella se habría conformado con un trabajo estable y una casa propia.
- ¡Maldición chica!
Giraron sus cabezas en dirección a la voz femenina. Su prima Gloria estaba en la puerta de la tienda de ropa con el cabello oscuro recogido en un moño y los labios rojo sangre en un puchero descarado. Parecía que acababa de salir del set de un video musical.
- Cuando te vea con ese vestido, Peter no llegara a la recepción- añadió con una sonrisa de tiburón.
Emily tomó su vestido y se acerco a ella-. Muchas gracias- dijo, su voz estaba emocionada y feliz-. Me alegra que puedas quedarte durante la fiesta la próxima semana. Los padres de Peter se están superando a sí mismos.
- Lo sé, pero pueden permitírselo- Gloria sonrió.
Seguro que pueden...
Peter provenía de una familia muy rica de Chicago. Aunque el se había abierto camino solo y era considerado como una especie de rey en Chicago, pues era el nuevo propietario de un importante equipo de fútbol. Sus padres poseían una gran propiedad en Martha's Vineyard, y habían planeado una semana de celebraciones para la boda de su hijo. También había varios hoteles en la zona, por lo que habría espacio para todos.
- Bienvenida querida- La madre de Janet le dio a gloria un beso en la mejilla.
- Me alegro de verte, Gloria- Janet suspiro.
Y con “me alegro de verte” quiso decir “apenas puedo tolerar tu presencia”. Ella y su prima Gloria nunca se llevaron muy bien. El aire general de hostilidad entre ellas probablemente tenía más que ver con ese hedor enorme que su prima tenía debajo de la nariz, más que con cualquier otra cosa, pero era difícil para Janet poder decirlo con certeza.
Gloria dejó que su mirada recorriera el vestido de Janet.
- Me alegra que hayas elegido ese color prima. Hace que tu piel sea mucho menos pálida.
Janet se mordió la lengua y prefirió darle una sonrisa tensa.
La costurera terminó de escribir sus notas y se levantó. - Voy a tomar otros vestidos de dama de honor de la parte de atrás.
Gloria levanto la mano, deteniendo a la mujer en sus pasos
- Pedí un vestido de coctel n***o Calvin Klein. Asegúrate de traerlo- Después de que la mujer se fue, se volvió hacia Janet y añadió-. Quiero lucir lo mejor posible para la cena de ensayo, traeré a alguien que he estado viendo por un tiempo y espero estimular algunas ideas de boda en el.
- Es una forma de pensar en el futuro querida- dijo la madre cortésmente.
Los ojos de gloria se abrieron de par en par-. Tia Mary, las mujeres de nuestra familia tienen que pensar en el futuro debido a la maldición y todo eso- Miro a Janet y luego se cubrió la boca con la mano-. Oops- dijo, sin parecer ni un poco arrepentida-. Pero al menos una de tus hijas parece haber roto la maldición. Aunque supongo que cualquier cosa puede pasar entre el ahora y el día de la boda.
Emily frunció el ceño y Janet apretó los dientes. Gloria debería haber sabido que no debía hablar de la maldición en un momento como este. La infame maldición a la que se refería su prima, también conocida como el "super repelente", se había convertido en un eslogan dentro de la familia. Realmente no existía. Aunque como en todos los buenos chistes, había una pequeña migaja de verdad en él.
La maldición se había llamado "súper repelente" porque las mujeres de la familia tenían la capacidad de expulsar a cualquier hombre de sus vidas.
Su padre había desaparecido cuando esta tenía siete años y su abuelo se había ido cuando su madre estaba en la escuela secundaria. Todas las mujeres de la familia hasta cuatro generaciones atrás habían sufrido la misma maldición. Janet esperaba que las cosas fueran diferentes para su hermana y Peter
La maldición parecía afectar solo a la mayor de la familia, pero Emily todavía se ponía un poco nerviosa cuando alguien mencionaba el "súper repelente". Ya que su boda tendría lugar en unas pocas semanas. Los comentarios insensibles de Gloria ya parecían haberla agitado.
- Gloria solo está bromeando sobre la maldición, cariño. Tú y Peter serán una pareja feliz- La madre envolvió su brazo alrededor de la cintura de Emily.
- Claro Emily. Estaba hablando de Janet, ella no ha tenido un hombre desde que el padrino la dejó- Gloria parpadeó inocentemente.
Janet se puso rígida. Luego su mirada se dirigió directamente a Emily.
- ¿Es Gabe el padrino de boda?
- Te lo habría dicho antes de la boda, de verdad... Pero no sabía cómo contarte la noticia.
- Ups otra vez- dijo Gloria, ahogando una risita.
Se sintió enferma. Si aguantar las bromas sarcásticas de Gloria sobre la maldición y tener que pasar toda la semana de la boda sola no era suficiente, su ex como padrino estaba encima de todo.
Ahora sería un grandioso momento para que un rayo me golpee
Gloria abrió su bolso y sacó un lápiz labial-. Pobre Janet- dijo, poniendo el lápiz labial en sus labios ya pintados-. El "súper repelente" parece continuar.
- Es ridículo, no hay ninguna maldición- espetó Emily.
- Supongo que esto se puede discutir pero ciertamente parece que hay una en el caso de tu hermana.
- No hay maldición. Janet está pasando por un período de hambruna cuando se trata de hombres y de todos modos no le importa en absoluto ser una solterona.
Esto fue demasiado. Janet vio rojo y no era el lápiz labial brillante en los labios de su prima.
Estaba cansada de escuchar esos chistes constantes y aunque sabía que su hermana había hecho su comentario sin malicia, también estaba harta de la pena. Cansada de estar sin trabajo, sin hombre, sin futuro. Pero sobre todo, estaba harta de oír hablar de esa estúpida maldición.
- Estás completamente equivocada, tengo novio.
Su hermana, madre y prima se quedaron paralizadas y la miraron asombradas.
¿Novio? ¿Qué he dicho?
Pero luego recordó el comentario de Gloria y esto renovó su determinación.