Al día siguiente me levanto muy temprano, me digo a mí misma que es por el jet lag, pero en el fondo se que estoy muy nerviosa. En estas situaciones siempre me ayuda salir a correr, asique decido ponerme una de las mallas que hay en el vestidor, unas zapatillas deportivas último modelo y salgo a correr por la playa. A la vuelta, mucho más tranquila, me doy una ducha me visto con unos vaqueros y una camiseta y voy a la cafetería parisina de la planta 10 donde tomo un café y un croissant. Vuelvo a la habitación una vez termino y me doy cuenta de que aún me queda más de una hora para que llegue Cindy. Mis nervios vuelven a aflorar y comienzo a caminar de un lado a otro de forma impulsiva. Me acuerdo de que a penas he chequeado el celular desde que llegué, asique intentó matar el tiempo con