Mateo seguía riéndose mientras alcanzaba al resto de sus compañeros en el campo de entrenamiento de la Academia. Iban a observar a los nuevos candidatos de soldados para el entrenamiento, solo para tener una idea de a quién pronto enseñarían. Era bastante fácil detectarlos sin el agudo silbido de Genma. La extravagante unidad verde de Gai se destacaba en cualquier lugar, excepto en un estudio de baile.
Agitando la mano cuando se unió a ellos, llegó justo a tiempo para ver a Ikka tomar un codo fuera de lugar hasta la ingle. La pequeña niña que había causado el daño comenzó a gritar cuando Ikka se arrodilló, alejando al otro instructor que estaba con él. Algunos de los presentes emitieron gemidos bajos y simpatizantes, y algunos de los muchachos más jóvenes comenzaron a reírse para sí mismos.
- No dejes que Tsu ponga sus manos sobre eso- comentó Asuma mientras sacudía la cabeza mientras Ikka se levantaba de nuevo. Inmediatamente, el oficial reunido comenzó a aplaudir y gritar aliento al otro hombre, quien les dio una sonrisa irónica y un saludo a cambio.
- En serio- estuvo de acuerdo Genma, riendo por lo bajo- Hay días en los que realmente lamento que Shizu se haya conectado con esa loca
Asuma se río entre dientes mientras encendía un cigarrillo y palmeó el hombro de Genma con consuelo.
- Hablando de Tsu, ¿no era esa su aprendiz?- Gai le preguntó a Mateo, sus ojos oscuros brillaban intensamente cuando cayeron sobre una chica que estaba particularmente bien con su entrenamiento de taijutsu.
-Si, era Alice- confirmó Mateo mientras sacaba su libro de detrás de su espalda.
Realmente no estaba interesado en el entrenamiento a continuación. Ya lo había discutido con Tsu y esta vez se había quitado su nombre de la lista para entrenar. El Equipo Siete era suyo y realmente no tenía ganas de entrar en un nuevo grupo de soldados tan pronto. Sin embargo, su jefa había hecho un duro negocio. Como no estaba enseñando, lo pusieron de nuevo en la lista activa y también lo reinstalaron en el escuadrón de élite especial.
- Entonces, ¿Qué quería la vieja bruja ahora?- Genma presionó, masticando el extremo de su sebón mientras continuaba mirando las lecciones con atención. Debido a la solicitud de Mateo, había sido seleccionado para convertirse en un líder de escuadrón, algo por lo que no estaba muy feliz. Tal vez tomaría una página del libro del capitán y también criticaría a cada uno de sus estudiantes.
- Nada. Esto fue puramente una llamada social
Asuma sonrió y le guiñó un ojo a Genma cuando dijo:
- Awww... no sabía que eras del tipo que tenía llamadas sociales con chicas más jóvenes
- Solo con tu novia, Asuma
Ignorando las carcajadas de los otros dos presentes, Asuma movió un dedo en dirección a Mateo y dijo con fingida amenaza:
- Esa es mi esposa y la futura madre de mis hijos
- ¿Seguro que serán tus hijos?- Genma se quebró antes de sonreír mientras esquivaba un golpe en el brazo. Mateo esquivó cuidadosamente cuando Asuma se abalanzó sobre Genma, logrando que el hombre más delgado se metiera en una llave de cabeza antes de empujarlo al suelo- ¡Ay... está bien, está bien! ¡Me rindo! ¡Maldición, hombre, pensé que Kure ya te había azotado!
Asuma se estaba riendo cuando tomó la mano que Genma le ofreció y dejó que el otro hombre lo ayudara a ponerse de pie.
- Solo en el sentido más divertido de la palabra
- Quiero esa- interrumpió Gai mientras señalaba el campo de entrenamiento. El resto de su grupo (en su mayoría personas que Mateo no conocía pero que parecían estar bien familiarizadas con alguien que sí conocía) siguieron a donde dirigió a una joven que corría en círculos alrededor de los niños.
- Gai, esto no es como la tienda de comestibles- bromeó uno de los otros oficiales- No puedes simplemente ir y elegir a quien quieras. Los equipos son creados y asignados por la jefa
La cara de Gai se arrugó brevemente en un puchero antes de asentir con resignación y decir:
- Entonces quiero comerciar con quien la tenga.
- Uh... ¿puedes hacer eso?
Genma sonrió ante la pregunta susurrada y se encogió de hombros.
- ¿Quién dice que no puedes? Gai, si consigo esa pequeña demonio de la velocidad en mi equipo, voy a elegir por quien te la cambio.
- Es una promesa- acordó Gai, tendiéndole la mano sin apartar la vista de la 'demonio de la velocidad' en cuestión. Genma le estrechó la mano, su sonrisa se amplió cuando los demás comenzaron a susurrar a sí mismos acerca de si eso podía hacerse o no.
- De todos modos- continuó Genma mientras se deslizaba junto a Mateo una vez más, este ignoró al otro hombre mientras pasaba a la página siguiente en su libro, sus ojos volando ansiosamente sobre cada palabra- Sobre esta visita social de la aprendiz de Tsu. Raidou por allí dice que cree que ella te estaba pidiendo una cita
- ¿Raidou fue quien le silbó?- preguntó mientras seguía el asentimiento de Genma hacia el hombre mencionado. Raidou estaba ocupado discutiendo lo que parecía ser un tema muy serio con otro hombre. El ceño fruncido en sus labios realmente enfatizó la cicatriz que corría por un lado de su mejilla.
- No, Raidou no haría eso- dijo Genma rápidamente- El estaba pateando el trasero de Gai por su discurso de “la belleza de la juventud, bla, bla, bla'. Pero supongo que la Bestia Verde tiene un buen punto. Ella es terriblemente linda para ser tan joven.
- Hmm, eso crees, ¿eh? ¿Shizu sabe que estás revisando a la aprendiz de Tsu?
Genma se estremeció visiblemente ante la idea de que su amante escuchara algo así.
- ¿Estás bromeando? En caso de que lo hayas olvidado, ella es una experta en venenos. ¡No hay forma de que haga algo para lastimar a una experta en el tema!
Mateo se río entre dientes mientras decía:
- Hombre inteligente. Porque si por alguna razón Shizu te perdonara, sabes que Tsu no lo haría
- Oh ... Dios. ¿Por qué no pensé en eso antes de ser pareja de Shizu? Pero deja de evadir la pregunta. ¿Qué quería ella?
Sonriendo debajo de su máscara y haciendo una comprobación rápida para asegurarse de que solo Genma lo estuviera escuchando, respondió:
- Tu amigo Raidou es bastante observador
- Oh ... ¿entonces fue una cita?
- Sí.
- Y tú dijiste que...
- Si.
Genma dio un paso atrás de Mateo, su sebón casi se cae de la boca en estado de shock. Él continuó ignorándolo a favor de su libro, aunque cada vez era más difícil evitar reírse.
- Uh... no tomes esto de la manera equivocada ni nada, pero ¿incluso has considerado que podría haber una razón alternativa para que esta niña te invite a salir?
- Ella no es una niña. No lo ha sido desde hace un tiempo. Y sí, sé que probablemente haya otra razón para esto. Después de todo, ella ha estado enamorada de Kusuke desde el día en que era mi estudiante. Dudo que eso haya cambiado.
- Y sabes lo que está buscando, ¿no?
Mateo suspiró y cerró su libro con un ligero chasquido, ligeramente irritado porque Genma lo estaba molestando cuando era obvio que hubiera preferido leer en lugar de hablar.
- No, todavía no. Pero sea lo que sea, debe tratar de seducirme.
Genma se río entre dientes y sacudió la cabeza.
- Qué suerte tienes. Entonces, ¿hasta qué punto estás dispuesto a jugar con esto?
- Primero, necesito averiguar qué es lo que ella quiere pero no puede pedir directamente. Luego... una pequeña lección está en orden.
- Oh, ¿Y qué implica esa lección?
Sonriendo mientras guardaba su libro y le daba la espalda al grupo, se inclinó y dijo en voz tan baja que solo Genma pudo haberlo escuchado:
- La seducción es un arma de doble filo.
Le dio unas palmaditas en el hombro a Genma mientras el otro hombre lo miraba boquiabierto antes de reír mientras gritaba:
- ¡Tú... eres demasiado inteligente! ¡Diviértete, capitán!
Mateo lanzó una ola aireada sobre su hombro cuando dejó el grupo a favor de su lugar de lectura favorito en todo Hidko; Los tejados.
Sí, lo más probable es que sea divertido demostrarle a Alice que debe tener mucho cuidado de a quién planea seducir. Después de todo, estaría mintiendo si dijera que no se había dado cuenta de que se había convertido en una joven muy atractiva bajo la guía de Tsu. Pero la verdadera razón por la que él "aceptaría" el plan era para enseñarle una lección muy valiosa dentro de la relativa seguridad de su hogar. Seducir a un amigo y antiguo mentor era una cosa. Seducir a un extraño que posiblemente podría matarte era otro.
Suspirando, comenzó a correr por el costado del edificio más cercano y cayó sin hacer ruido en la azotea. Para responder a la pregunta de Genma sobre cuán lejos estaba dispuesto a llegar era:
Llegaría tan lejos como fuera necesario para llevar la lección a un éxito total.