Un empujón

1166 Words
Su mesa se puso completamente en silencio ante eso. Atai estaba tan cerca del borde de la cabina como podía estar mientras aún estaba sentada. Tenti había dejado de comer por completo, incluso llegando a dejar que sus palillos cayeran a su plato con un ruido suave. Y Alice... estaba alimentando lentamente el poder en su puño para golpear a una rubia a través de la pared del restaurante. - Será mejor que bromees- dijo en voz baja y amenazante- ¡No estaré seduciendo a mi maestro! - Ex maestra- corrigió Carlota, sus ojos azules se oscurecieron muy ligeramente. Ella no era tonta. Sabía muy bien que el temperamento de Alice estaba a punto de explotar sobre ella- ¿Por qué entonces preguntó tu edad? ¿O si tu trasero era lindo? ¡Quiero decir, en serio! ¡Todos saben que mi trasero es mucho mejor que el tuyo! - Solo si son ciegos y sin gusto- gritó Alice- No voy a seducir a Mateo. -¿Por qué no? ¿Es porque sabes que no puedes hacerlo?- la rubia la provocó, haciendo que Atai gimotee y Tenti tragara saliva. - Muchachas...vamos- Tenti intentó interrumpir nerviosamente. Su mirada se dirigió a los otros clientes del restaurante, que ahora miraban su mesa con una mezcla de curiosidad y nerviosismo. El puño de Alice se estrelló contra la mesa, haciendo que sus platos saltaran casi una pulgada de la superficie cuando una g****a profunda partió la madera. - ¿Qué acabas de decir, idiota?- ella gimió con los dientes apretados. Carlota movió su cabello hacia atrás sobre sus hombros mientras una sonrisa segura se curvaba en sus labios. - Quiero decir, sé que no me sentiría capaz de seducir a nadie si tuviera una frente tan grande como la tuya. O si mis piernas parecieran tan raídas como las tuyas. O si no tuviera mucho pecho del que alardear. Entonces está bien, Alice. Entiendo porque no crees que puedas hacerlo. - ¿QUÉ FUE ESO, CARLOTA?- Alice gritó, lo que hizo que sus amigas salieran corriendo de la cabina en un instante. Carlota, sin embargo, se mantuvo firme. Si había algo que hacía bien, era manipular a su mejor amiga. Fingiendo como si sus uñas fueran de la máxima fascinación, ronroneó: - Ya que somos tan buenas amigas, incluso lo haré por ti. ¿Seis meses era el límite de tiempo? ¡Ja! Tendré a tu capitán y toda la colección en cinco! E incluso obtendré la ventaja adicional de ser uno de los pocos afortunados en verlo sin su máscara- Ella suspiró dramáticamente cuando sus rasgos cambiaron a una mirada casi soñadora- He oído muchas historias sobre lo caliente que está bajo esa cosa. Será agradable arrancar... - Guárdalo- espetó Alice mientras se levantaba abruptamente- ¡De ninguna manera por el infierno voy a dejar que le quites esos libros! ¿Entendido? ¡Así que toma tu oferta amistosa y empújala por tu trasero!- Cogiendo su bolso, salió corriendo del restaurante sin darse cuenta de que todos la miraban boquiabiertos, como si de repente hubiera brotado alas. Poco a poco, todos comenzaron a regresar a sus comidas, aún mirando de vez en cuando a las tres chicas restantes. Tenti tragó saliva mientras ella y Atai regresaban con cautela a la cabina donde Carlota había vuelto a comer con una satisfacción que parecía increíblemente incorrecta por lo que acababa de suceder. - Entonces, creo que eso fue un poco loco- dijo Tenti -¿Era necesario llevarla tan lejos?- Atai preguntó preocupada, mordiéndose el labio inferior mientras miraba la puerta por la que Alice salió. Carlota tomó un sorbo de agua, su propio comportamiento indicaba que no estaba en absoluto atraída por el estallido de Alice. - Por supuesto que sí... Sé una cosa sobre Alice y es esto; dile que no puede hacer algo y lo hará solo para demostrar que estás equivocado. Especialmente si soy yo quien dice que no puede hacerlo. Ahora ... ¡No hay posibilidad para que falle! Los ojos de Tenti casi se salen mientras soltaba una breve y sorprendida risa. - ¿Quieres decir que todo eso lo hiciste a propósito? Quiero decir... ¡Fue genial! - Hmm, lo sé. Sin embargo, solo hay un problema; ella nunca ha tenido una cita antes. Y para que esto funcione, tendrá que salir con Mateo. Las otras dos chicas se pusieron rígidas como si se hubiera derramado hielo por la parte de atrás de sus camisas. - Oh mierda - Eso es simplemente extraño Asintiendo, Carlota apartó su plato y buscó su propio bolso, sacando suficiente dinero para cubrir los almuerzos de Alice y de ella. - Es por eso que todavía tenemos que seguir con ella a través de esto. ¡Entre las tres, la ayudaremos a seducirlo! Esta vez, fue la carcajada de Carlota lo que hizo que los otros clientes volvieran a mirar su mesa. Sin preocuparse de que una vez más estuvieran haciendo una escena, continuó riéndose hasta que vio las caras de sus compañeras. Ambas miraban a cualquier parte menos a ella, Tenti lo hacía con culpa mientras que las mejillas de Atai estaban una vez más teñidas de cereza. - ¿Qué? - Bueno probablemente no estabas escuchando antes, pero estaré ocupada con las misiones por un tiempo- se aventuró Tenti con cautela- Además y esto no es una ofensa Atai, pero tampoco creo que hayas estado en una cita antes. Así que no vamos a ser de mucha ayuda Carlota parpadeó rápidamente cuando su mirada cambió de una niña a otra antes de soltar un gemido frustrado y lanzar sus manos al aire dramáticamente. - ¡Bien! ¡Puedo hacerlo yo misma! ¡Pero la próxima vez que ustedes dos necesiten ayuda sobre chicos, ni siquiera piensen en venir a nosotras! - Nunca he necesitado ayuda con chicos... Bromeas con ellos cuando están siendo buenos y los golpeas cuando son estúpidos. Así de simple- intervino Tenti - Lo siento mucho, supongo que solo... bueno ... ya sabes como me pongo- dijo Atai un poco triste La expresión irritada de Carlota se suavizó un poco cuando extendió la mano para meter unos cuantos mechones de cabello de Atai detrás de las orejas. El gesto fue de familiaridad, algo que solo los buenos amigos realmente hicieron, y causó que la mirara sorprendida. - Bueno... supongo que dado que soy la única que tiene algún tipo de experiencia real con los chicos, ambas tendrán que venir a pedirme consejo de todos modos- Hizo una pausa cuando llegó a la puerta, su sonrisa se volvió perversa cuando llamó por encima de su hombro- ¡Especialmente cuando se trata de Crist y Runart! Con ese disparo de despedida y sus caras horrorizadas y escarlatas aún mirándole la espalda, salió del restaurante y regresó a su departamento para esperar a que Alice regresara. Después de todo, ella quería escuchar todos los detalles sobre su amiga invitando a su ex maestro a salir
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