-Entonces, déjame aclarar esto- dijo Carlota lentamente, señalando sus palillos en dirección a Alice mientras su rostro adquiría una expresión más pensativa.
Tenti y Atai continuaron comiendo, la una empujando la comida en su boca casi infantilmente rápido mientras la otra mordisqueaba un poco a la vez. Ambas observaban atentamente a la chica rubia mientras ella repasaba lo que les había dicho.
- Tsu te llamo hoy porque quiere que consigas los libros de Mateo.
-Mm-hm- respondió con la boca llena de pollo.
Ya había repasado esto con Carlota cuando ambas chicas se habían despertado más tarde esa mañana... o tarde, para ser más exactos. Carlota había escuchado, luego se quejó de que necesitaba comida para despertarse y prestar atención adecuadamente. Se habían detenido primero en el pequeño departamento de Tenti antes de pasar por la casa que Atai había comprado con lo que le quedaba de su familia antes de que las cuatro se hubieran ido a uno de los pequeños restaurantes de parrilla que estaban diseminados por Hidko.
- ¿Y no puedes pedir, ordenar, sobornar, pelear o hacer trucos sobre él?
Ella negó con la cabeza y agitó al mesero para que tomara otro vaso de agua.
- Nada de eso.
- Siempre puedes quitárselo- sugirió Tenti mientras sacaba un trozo de hongo de su plato- Lo guarda en su bolsillo trasero, por lo que no debería ser demasiado difícil
- Te estás olvidando de quién estás hablando y con quién estás hablando, Tenti- respondió Carlota- En primer lugar, este es capitán Mateo del que estamos hablando aquí. El famoso oficial de élite. No hay forma de que ponga su posesión más preciada en su bolsillo trasero si no estuviera más que seguro de poder evitar que sea robado. En segundo lugar... ¿Alice robando? ¿Puedes ver que eso suceda alguna vez?
- ¡Oye!- Alice gritó mientras balanceaba su pie debajo de la mesa directamente en la espinilla de Carlota.
- ¡Ow! ¡Eso duele! ¡Y no te enojes conmigo por decir la verdad!- gritó la chica rubia mientras se agachaba para frotar su pierna maltratada.
- Lo siento pero ... Carlota tiene un punto- agregó Atai en voz baja- ¿Tsu no dijo lo mismo?
Con los hombros caídos, Alice murmuró:
- Maldición
Tenían razón, ella sabía que no podía esperar robarle los libros. Sin embargo ... Sus ojos verdes brillando con esperanza, se volvió para mirar a Tenti.
- No puedo ... pero alguien probablemente podría, ¿no crees Tenti?
Esta resopló y estuvo a punto de escupir su comida sobre la mesa a Atai.
-Lo siento... Gai ha reservado a nuestro equipo con misiones durante los próximos tres meses. Si no estuviera ocupada, lo haría totalmente
Alice lanzó un gemido frustrado cuando se dejó caer contra la cabina. Atai se aclaró la garganta ligeramente, lo que atrajo la atención de todos hacia sus mejillas rosadas.
- ¿Qué pasa con pedirle a alguien más que le pida los libros al capitán?- ofreció tímidamente.
Carlota chasqueó los dedos cuando una sonrisa emocionada estalló en sus labios.
- ¡Oye eso podría funcionar! ¡Atai tiene una muy buena idea allí, Alice! ¿Por qué no preguntarle a Asuma o... no sé, otro comandante ... para pedirle los libros?
- No funcionará. En primer lugar, no conozco a ninguna otra persona además de Mateo y Hikama lo suficientemente bien como para considerar pedirles ese favor. En segundo lugar, a quien pregunte va a querer saber por qué. Tengo la sensación de que Tsu quiere que esto se mantenga lo más silencioso posible. En tercer lugar... no hay forma de sacarlos de sus manos, Mateo jamás se los daría ningún compañero de nuevo. ¿No recuerdan cuando Genma fue traído a la clínica la última vez?
- Ooooh, sí. Le habían hecho ese extraño hechizo, el que lo había puesto en azul neón de pies a cabeza. Ni siquiera Tsu sabía cómo desenredar esa magia- Carlota hizo una pausa para reírse ante el recuerdo de un Genma miserable y enojado que le dijeron que solo tendría que lidiar con ser azul hasta que el hechizo desapareciera- Shizu tampoco había estado muy contenta con él, por lo que recuerdo
- Eso es porque tomó prestado uno de los libros de Mateo y lo devolvió con una mancha de agua en una de las páginas- le informó Alice, haciendo que Tenti se echara a reír mientras los ojos de Atai se abrieron en estado de shock- ¿No has notado cómo Genma se pone tenso y nervioso cada vez que alguien menciona esos estúpidos libros? Entonces, después de un incidente como ese, ¿Honestamente crees que Mateodejaría que alguien siquiera respire en sus libros?
- Supongo que no, pero wow ... volver a alguien azul por una mancha de agua... ¡Ahora tengo curiosidad por saber lo buenos que son esos libros!
- Gai dice que personifican la belleza de la juventud ... lo que sea que eso signifique- dijo Tenti- Comenzó a leerlos no hace mucho tiempo debido a la fascinación de Mateo con ellos. Algo sobre entender mejor a su rival ... No lo sé. Pero, eso es lo que dice
- Es solo porno escrito, Tenti. No sé a qué se refiere Gai tampoco- dijo Alice, ajena a la forma en que el rostro de Atai se iluminó de rojo al mencionar la palabra 'porno'- En cualquier caso, esto no está ayudando. Tsu dijo que ya me había dado una pista ¡Pero no tengo idea de lo que es!
Atai volvió a prestar toda su atención cuando dejó escapar un grito de sorpresa antes de dejar caer los palillos y cubrirse la cara con las manos. El rubor ardiente que había estado en sus mejillas ahora estaba bajando por su cuello. Tanto Carlota como Tenti arquearon las cejas y miraron boquiabiertas a la chica mientras Alice suspiró y sumergió su servilleta en su agua helada antes de frotarla suavemente en la parte posterior del cuello de Atai.
Cuando se calmó lo suficiente como para bajar las manos hasta el punto de poder ver sus ojos pálidos, susurró:
- Lo siento, pero creo que sé lo que Tsu pretende que hagas.
- ¿De verdad?- Carlota dijo, inclinándose hacia adelante con entusiasmo.
Asintiendo débilmente, echó un vistazo a Alice antes de acercarse con seguridad al final de la cabina y alejarse de la chica a su lado. Todavía hablando desde detrás de sus manos, dijo:
- ¿Tsu no habló de tu edad y um... tu aspecto también?
Alice frunció el ceño confundida
- Sí ... pero ¿Qué tiene eso que ver con algo?
- Bueno, um ... creo que Tsu quiere que lo hagas sea...
El chillido de Carlota hizo que Tenti gritara de sorpresa y agarrara la mesa para evitar caerse de la cabina. Los ojos redondeados de Alice se giraron hacia su amiga mientras Atai hizo una mueca y lentamente bajó las manos de su rostro.
- ¡Lo tengo! ¡Sé lo que necesitas hacer! Tienes razón Atai, ¡eso es exactamente lo que quiso decir! ¿Por qué preguntaría algo sobre su edad y apariencia? ¡Eres una genio, Atai!
- Um ¿gracias?- la chica tranquila ofreció con una sonrisa tímida.
- Bueno, es genial que lo sepas, pero ¿te importaría contarme sobre esto también?- Alice exigió bruscamente.
Carlota puso los ojos en blanco mientras una sonrisa traviesa que recordaba demasiado a la de Tsu cruzó sus labios.
- Me sorprende que no lo hayas entendido antes. Honestamente...
- ¡Deja de actuar como una sabelotodo y solo dime ya!
Aclarando su garganta y alisando las palmas de sus manos sobre la mesa, respondió con una voz tranquila y serena que no coincidía con su sonrisa divertida
- Necesitas seducirlo