- Bueno, entonces, ¿Qué es lo que quieres decir?
- Lo siento, pero me invitas a salir en una cita me parece demasiado aleatorio para ser natural
¡Mierda! ¿Cómo lo supo? Espera... ¿Cómo podría saberlo? ¡No había forma de que él pudiera saberlo! Era increíblemente preciso al leer la situación. Pero ella no podía dejar eso. Una vez más agradecida de que las luces estaban apagadas, logró un tono lo suficientemente agradable cuando dijo:
- Está bien. Creo que entiendo el porque lo piensas. Honestamente pensé que ya que estaba sola y tal vez tú también... si estuviéramos juntos, ya no lo estaríamos- se río y sacudió la cabeza- Lo siento, ¿suena estúpido?
En cierto modo, era una especie de verdad. Por eso había tratado de mantenerse en contacto con él en el transcurso de dos años y medio. Él fue el último vínculo con los días felices para ella, cuando el Equipo Siete estaba completo. Mateo era una constante en su mundo de cambios radicales. Se sentía demasiado como si solo estuviera usando a quien consideraba parte de su extensa familia, y eso no era un buen sentimiento en absoluto.
Ella se puso rígida cuando él dijo suavemente:
- No, no creo que suene estúpido
Alice le sonrió en la oscuridad cuando un sonrojo se apoderó de sus mejillas de nuevo, uno que no tenía nada que ver con la vergüenza y todo que ver con lo bien que sus palabras la hacían sentir. Por alguna razón, tenía la sensación de que si le hubiera dicho eso a alguien que no fuera él, probablemente se hubieran reído de ella. Mateo nunca había hecho eso, ni siquiera cuando había sido su alumna. Claro, bromeaba y se burlaba de ellos, pero siempre escuchaba lo que tenían que decir.
Quizás esto no iba a ser tan difícil como ella pensaba. Tal vez, en lugar de tomarlo desde el punto de vista de que estaba saliendo con su antiguo maestro, debería verlo como evitar que un amigo se sienta solo ... mientras robaba sus libros en el proceso. En realidad, cuando lo pensaba así, no sonaba tan mal en absoluto.
La cena progresó sin mucho más que algunas bromas ligeras y temas de discusión seguros. Al final de la comida, estaba llena y podía decir honestamente que cenar en la oscuridad era una experiencia que probablemente recordaría por mucho tiempo. Después de que los platos de postre fueron retirados (un delicioso chocolate derretido en la boca que Mateo dijo que la estaba haciendo ronronear, ¡qué no era así!), El gong volvió a sonar seguido por las luces que se encendían a baja intensidad. .
Alic3 miró rápidamente a Mateo en un intento de ver su rostro, pero ya tenía su máscara perfectamente en su lugar. Con los labios fruncidos por la decepción, se puso de pie y lo siguió fuera del comedor, entrecerró los ojos cuando salieron del pasillo oscuro y entraron en la iluminación mucho más brillante del área de recepción, de pie junto a él mientras sacaba algo de dinero de su bolsillo para pagar la factura. Si bien no captó la cantidad total de su cena, sabía que era mucho más de lo que podía permitirse. O lo mantenía bien escondido o simplemente le pagaban por una misión. Lo más probable era que fuera el último.
Salieron del restaurante y descubrieron que el cielo ahora era de un n***o espeso y oscuro cubierto de estrellas. La luna estaba en su punto más delgado, apenas dando suficiente luz para que ella lo viera en las sombras proyectadas por los edificios a su alrededor. Alice le sonrió mientras se balanceaba sobre sus tacones, repentinamente insegura de qué hacer en ese momento. Mateo se paró frente a ella con las manos en los bolsillos como si esperara que ella hiciera o dijera algo.
-Bueno ... esto fue muy divertido- dijo después de una larga pausa- Gracias. Realmente fue una experiencia interesante, como dijiste
Su ojo se cerró cuando se encogió de hombros.
- Te lo prometí
- Entonces ... ¿supongo que son buenas noches?
- Oh, ¿sabes cómo llegar a casa desde aquí?
Si bien la pregunta se dijo con inocencia, el brillo divertido en sus ojos dijo que ya sabía la respuesta.
Alice puso los ojos en blanco y se echó a reír, sosteniendo su muñeca con la mano opuesta frente a ella.
- No, por supuesto que no- se río- Pero, si quieres darme instrucciones, puedo...
- Tengo una idea mejor- la interrumpió cuando extendió la mano y le quitó la mano de la muñeca.
¡Él iba a sugerir regresar a su lugar! ¡Oh Dios! ¡Oh Dios!
- Otra razón por la que me gusta este lugar ... me da una excusa para ir a la casa de mi cita- Él le dirigió otra mirada feliz antes de tomar su mano y guiarla de regreso por el laberinto de calles.
Alice miró su perfil por unos segundos, su mente aún se tambaleaba con alivio porque él no había dicho lo que ella pensaba que iba a hacer. Por supuesto ... no era la posibilidad de que fuera un beso de buenas noches ... Pero se preocuparía de eso que cuando llegara el momento. Por ahora tuvo que admitir que realmente la pasó bien en su 'cita' con él. Es cierto que hubo un par de veces en el que estaba actuando como un pervertido ... pero sus acercamientos eran positivos para su plan.
Y además, ¿no era eso lo que quería? Todo esto fue para hacer que él se enamorara de ella, ¿verdad? Entonces si él quería respirar en su cuello y sostener su mano, entonces lo dejaría. ¡Era la forma más segura de llegar a esos malditos libros!
- Entonces... ¿pasé?- preguntó después de varios minutos de caminar por las calles ahora tranquilas del pueblo
- ¿Hmm?- preguntó ella, dándole una mirada confusa.
- ¿Pasé?- repitió, su ojo mostraba que se estaba riendo de ella en silencio- ¿Tengo otra oportunidad o no?
Oh... quiso decir otra cita. La cara de Alice se arrugó en una expresión de burla pensativa, sonriendo cuando su ojo visible rodó hacia el cielo como si le pidiera a la luna paciencia para tratar con ella.
- Claro, ¿por qué no? Quiero decir, no estabas mal supongo- bromeó, su para seguir con un risita mientras le daba una queja irritada.
- Estoy tan contento de haber logrado mantener a raya mis tendencias infrahumanas. respondió sarcásticamente.
-Sí, no fuiste demasiado bestial. Creo que otra cita está en orden. Oh ... ¿ya volvimos a la clínica? ¿Cómo llegamos aquí tan rápido?
Mateo se frotó la nuca tímidamente y estaba segura de que si su máscara no cubriera sus mejillas, él también se habría sonrojado.
- Bueno, Kuroppoi en realidad no está demasiado lejos de la clínica. Solo se sintió más tiempo porque habíamos hecho todo lo posible para perder a tu acosadora. Además, está en un área que muchas personas no conocen. ya que está detrás de las partes más pobladas de la aldea. Entonces, realmente, no dejamos el área principal demasiado lejos
Alice sacudió la cabeza con incredulidad antes de retirar cuidadosamente su mano de la de él.
- Supongo que esto sería un adiós, ya que sé mi camino a casa desde aquí.
- Si quieres que sea así. Siempre existe la posibilidad de que te asalten o que algún tipo realmente pervertido te coquetee sin piedad ...
Riendo, le dio un empujón juguetón, lo que hizo que sus ojos se cerraran con diversión.
- Creo que puedo manejar a un asaltante, y sé que puedo lidiar con cualquier pervertido que se presente
- Entonces, ¿Qué tal si me acompañas a casa? Estoy aterrorizado de los pervertidos
Ella se rio de nuevo y sacudió la cabeza mientras se abrazaba el estómago
- Lo siento, no lo compro
- Maldición. Bueno, eso es todo de mí. Al ver que no tengo una buena razón para seguir caminando contigo, supongo que son buenas noches de verdad
Él caminó junto a ella sin siquiera intentar un beso o algo por el estilo, agitando sobre su hombro su saludo característico mientras ella giraba para verlo irse. Wow, no estaba segura si debería estar aliviada o insultada
-¡Mateo!- llamó sonriendo mientras él se daba vuelta para mirarla. Sin embargo, siguió moviéndose, caminando hacia atrás para poder seguir viéndola.
- ¿Qué?
- ¡Pensé que querías una segunda cita!
- Oh, eso... ¡Pregúntame mañana!- Y luego desapareció en una nube de humo.
Los ojos de Alice se entrecerraron mientras sacudía la cabeza, sus labios fruncidos por la molestia.
-Idiota- murmuró antes de dirigirse a su propio apartamento.
Solo podía imaginar lo que le haría pasar por solo para tenerlo en una segunda cita
Pero esta vez sería bajo sus condiciones, no las de él.