Al desaparecer Jeremy Waker y Miriam Lan. Nadie los busco, cosa que agradecía el Waker, ya que no sabía cómo había acabado en esta situación, solo recuerda que Miriam Lan le pidió que la acompañará a su habitación que estaba en este hotel porque se sentía un poco mareada.
Al entrar al cuarto y ayudar a Miriam a recostarse se quedó hipnotizado al verla jadeando y sonrojada teniendo su respiración agitada por el licor.
Trató de concentrarse en buscar una toalla y pasarle por el cuerpo para bajar el calor corporal y un poco de agua para bajar el alcohol.
Después de un rato Miriam estuvo mejor, al parecer solo fue algo que tomó que la aceleró, pero ya le estaba pasando.
Jeremy diligentemente se puso a limpiarla por las áreas visibles, pero no contaba con que Miriam se quitara la blusa para que la siguiera limpiando.
Teniendo el pecho desnudo de Miriam de frente trago en seco muy duro que ella pudo escuchar y se rio muy bajito.
Tomo la mano de Jeremy y la posó en su pecho para que sintiera su corazón.
Jeremy sintió como el corazón de ella estaba como desbocado y él suyo estaba igual.
Sin demora beso los labios de Miriam con premura pero con pasión desarmándola en el proceso.
Miriam pensó que Jeremy por ser dulce y tímido sería más fácil de intimidar, ¡pero qué mal pensamiento tuvo! No sabía cómo era Jeremy de apasionado.
Empezó a morder esos labios como cereza, introdujo su lengua dentro de la boca ajena danzando libremente en ella, la tomó por la cintura haciendo que se siente en su regazo y así poder masajear ese hermoso trasero que lo tenía loco desde que lo vio.
Besaba sus labios y amasaba su trasero con frenesí ya no pensaba solo quería hundirse entre sus piernas.
¡En serio! Miriam estaba sorprendida, pero no dejaría pasar esta oportunidad por nada.
Hizo trisa la ropa de Miriam en desesperación, las telas volaban por los aires.
Desabotonando la camisa con sus temblorosas manos, Miriam termino de sacarla sin deshacer el beso
Jeremy como pudo término de sacar su pantalón y bóxer quedando totalmente expuestos.
Miriam estaba tan excitada, nunca espero ver así a Jeremy siendo como es el de tímido y encantador un caballero en toda la palabra.
Beso nuevamente con rudeza y bajo a su cuello dejando un camino rojizo de besos hasta la clavícula arrancando gemidos por parte de ella.
Jeremy parecía poseído por la lujuria, sus ojos verdes estaban oscurecidos y eso estremecía a Miriam.
Bajo hasta sus senos masajeando y mordiendo dándoles así total atención, para luego bajar a repartir besos en su plano abdomen y lamiendo el ombligo.
Acariciando sus muslos y apretándolos Miriam era un desastre jadeaba y abría su boca tratando de recuperar algo de aliento.
Jeremy subió una de sus piernas al hombro de él y empezó a besarla desde el tobillo hasta llegar al muslo, donde mordió dejaría un moretón en ella siguió lamiendo y dejando besos húmedos.
Miriam estaba nublada su mente era un caos gemía sin restricciones.
Ahh, Jeremy quién pensaría que fueras tan caliente
Ahh si, si por favor sigue así, gemía
Jeremy, estaba perdido en el deseo, se enderezó un poco para ver a su amante y le gusto su imagen, sin más bajo hasta su entrepierna y comenzó a masturbarla encima de su braga adelante, atrás evitando su clítoris, era más como un juego que un disfrute, con un vaivén lento empezó a hundir sus dedos en su intimidad.
Miriam gemía alto y grave llegaría al clímax en minutos si él seguía así.
Jeremy........... bas...ta voy a ter....minar así no sigas.
Se detuvo y miro fijo a esos ojos ya vidriosos por las lágrimas de placer sonrió y sacó sus dedos de la intimidad de Miriam y de una sola estocada se sumergió en ella.
Ahogo un grito de dolor al sentirse tan repentinamente invadida, que murió en su boca al sentir la boca de Jeremy en la suya, atrapando los sonidos que salían de ella, las manos de él se posaron en su cintura con mucha fuerza y empezó a moverse muy rápido.
Jeremy des… pacio no seas tan rudo
Ahh por favor ten… piedad… de mí.
Pero Jeremy no escuchaba nada, solo gruñía por lo bien que se sentía estar dentro de Miriam.
Miriam se siente tan bien e... res tan cal… iente tan caliente ggrrr.
Ahhhh, Ahhhhhhhhhhh Je..........
Eres tan apa........sion....... ado
La levantó de la cama y la pego a una pared que tenía un espejo, mírate Miriam eres tan bella y la embestida con más fuerza.
Miriam miro al espejo, era como estar viendo una película porno siendo ellos los actores, era tan malditamente erótico.
Moviéndose frenéticamente en el cuerpo de bajo suyo, estaba hecho un desastre, pero él seguía envuelto en su lujuria propinada placer a la dama.
Miriam, se sentía muy débil, pero demasiado bien no quería que terminara se miraba al espejo viendo su reflejo que poco importaba, estaban sacándole hasta el último aliento de vida y era tan placentero.
Jeremy la viró para quedar de frente la tomo por los muslos y camino con ella a horcajadas a un mueble donde la acomodo y siguió embistiéndola como si quisiera romperla, mientras más se lo hacía más quería de ella, estaba poseído.
La acomodo encima de él, móntame dijo demandante, déjame verte brinca en mi v***a y hazme llenarte de mi semen.
Al escucharlo Miriam tembló desde los pies hasta la cabeza y empezó a moverse encima de Jeremy llegando muy profundo se sintió bien, siguió así impulsándose con sus pies la habitación estaba llena de gemidos, gritos y jadeos.
Comenzó con un vaivén descontrolado, estaban demasiado calientes se arremolinaba un estremecimiento en su estómago, Jeremy la agarro por la cintura y empezó un sin fin de embestidas rápidas Miriam grito en desesperación por la emoción que le hizo sentir el orgasmo, cayó rendida en el pecho de él y Jeremy en unas cuantas estocadas más llegó con un gemido muy ronco mordiendo su hombro.
Miriam no podía creer lo que había terminado de pasar.
Jeremy trataba de recuperar el aliento y ella estaba igual.
Al recuperar su conciencia Jeremy se sintió muy avergonzado, arrodillado en el piso le pedía disculpas a Miriam Lan.
Lo siento señorita Miriam eso nunca me había pasado su cuerpo me excita de sobremanera, su piel es tan suave, su trasero es tan sex......se abofeteó para dejar de divagar.
Miriam estaba sorprendida y divertida al ver la reacción de su amante, que minutos antes era todo un semental salvaje.
¿Deberíamos seguir mi tigre?