Vio a su amiga quedar de piedra. —Yo le vi las dos plumas en su marca, pero no eran negras, eran del mismo color de esa luz. Él me agradeció por haberle salvado la vida. Estuvimos hablando por un largo tiempo y él… —se ruborizó— me dijo que le gustaba mi infinito, de hecho, lo besó. —¡¿Qué?! —Dane abrió su boca con impresión—. ¡¿A esa edad dejaste que te besaran la marca?! Hiz, de pequeña sí que eras bien rebelde y… pervertida. —Yo-yo no sabía el por qué hacía eso, tampoco sabía lo que significaba que me besaran la marca —puso su rostro serio y dejó rígida su espalda—. Además… él me dijo que la besó para poder reconocerme entre todas las personas. —Ay, Hiz, ¿crees que ese niño es Dober? —Preguntó Dane con rostro preocupado—. ¿Crees que hace todo esto porque te conoce desde hace much