El enojo de mi esposo.

1027 Words
Tres días después. Estoy en el aeropuerto despidiéndome de mi esposo, puedo ver en sus ojos que no hay conformidad con lo que está sucediendo. —Amor te prometo que este tiempo pasará súper rápido y que en un abrir y cerrar de ojos me tendrás aquí contigo— Le dije mientras besaba sus labios, necesitaba irme en paz para poder concentrarme en el trabajo. —¡Está bien! Espero que te vaya bien en tu viaje, escríbeme cuando llegues— Respondió. Jacob me dio un tierno beso y luego se marchó del aeropuerto, me sentía un poco abrumada, sentía un vacío en mi corazón. Recordaba las palabras de Celia, ella dijo que estaba descuidando demasiado a Jacob y estoy pensando que todo eso es verdad. Finalmente tomo mi vuelo con rumbo a Argentina, esperando que el tiempo sea corto, sumamente corto. Narra Jacob. Llego a la oficina un poco cabizbajo, acabo de dejar a mi esposa en el aeropuerto, ahora debe estar ya subida en el avión. —Regresaste rápido, pensé que te quedarías hasta que el avión despegara como siempre— Dijo Thomas mientras tomaba asiento. —No podía quedarme hasta que eso pasara, realmente tengo muchas cosas que hacer— Respondí con seriedad. —Creo que esto te está afectando más que nunca, sé que no es fácil amigo ver a tu esposa partir tanto tiempo pero estoy seguro que su amor puede con todo eso— Contestó Thomas, su único interés era que no la pasara tan mal. —Ya esto no está resultando, cada día más me cuesta dejarla ir, pero no tengo control de nada. —Puedo imaginarlo pero seguro que en cualquier momento esto pronto termina, ¿salimos a tomar algo hoy?. —Si, salgamos, me hará bien salir un poco a tomar aire fresco— Le respondí. Llegada la noche recibí un mensaje de mi esposa. —Amor ya estoy en el el hotel, he llegado bien— Decía el mensaje de Julieta. Lo leí y me sentí bien de que haya llegado bien, sin embargo no me sentía en ánimos para responderle. Al rededor de las 7:00 de la noche fui con Thomas a un club nocturno alta gama, solo quería pasar un momento tranquilo y olvidar en lo brusca que se estaba convirtiendo mi vida. —No te preocupes más amigo mío, tú esposa va a estar bien y seguro que pronto regresa— Dijo Thomas de buen aminos. —Se que todo estará bien amigo mío— Le respondí mientras tomaba una copa de Whisky. De repente una hermosa joven se acerca a nosotros, no me asombro porque la conocemos, ella es la hermana de la mejor amiga de Julieta. —Buenas noches Jacob y Thomas, es una sorpresa verlos aquí— Dijo con una gran sonrisa. —Salimos por unos tragos para descansar un poco, ya que todo no es trabajo— Le respondió Thomas. —Que bueno, me alegra que hayan salido de esa oficina, estar ahí el día entero tiene que ser difícil. —Me gusta trabajar, así que no es difícil para mí estar ahí todo el tiempo que deseé— Le respondí con buen ánimo. —Yo los dejaré un momento, creo que una chica me está llamando, así que los veo luego— Dijo Thomas, seguido de eso, se retiró—¿Y donde está tu esposa? No debería dejarte venir solo a estos lugares, ya que mayormente vienen los solteros— Dijo Eiza. —En realidad vienen todo tipo de personas, siempre me ha gustado este lugar porque es muy tranquilo. —En eso tiene razón, es muy tranquilo todo, ¿Puedo quedarme a tomar unos tragos contigo?— Preguntó. —Por supuesto que si, una compañía no vienen nada mal, además mi querido amigo me dejó solo— Le dije sonriendo. Seas noche estuve hasta tarde de la noche conversando con Eiza. Su compañía era agradable. Regresé a mi gigantesca casa al rededor de las 12:30 de la madrugada, me entré a la ducha a tomar un baño. Después de salir revisé mi móvil y vi que tenía muchos mensajes y llamadas de Julieta. —Hola cariño, disculpa que no pude responderte, espero que todo esté bien— Le escribí. —Hola amor, finalmente respondes, te extraño un mundo— Respondió en su mensaje. —Yo te extraño mas, hablamos más tarde, necesito descansar algunas horas antes de irme al trabajo, te amo— Le respondí. Conecté mi móvil al cargador, apagué las luces, luego intenté dormir, me costo demasiado poder hacerlo, pero al final lo logré. La mañana siguiente. Desayuné solo en casa como siempre, ya se había vuelto una costumbre que eso pasara, mi esposa me había dejado demasiado tiempo solo, así que no pude evitar sentir un gran vacío en mi corazón. Después de aquel silencioso momento, fui a mi empresa para trabajar, necesitaba distraer la mente y no permitir que esos pensamientos negativos me invadieran. —Buenos días Thomas— Dije al entrar a su oficina. —Buenos días Jacob, ¿Dormiste bien?— Preguntó. —Si, al menos eso creo, ven a mi oficina por favor— Le dije un poco serio. Fuimos hasta mi oficina, firmamos unos documentos, había siempre mucho que hacer en la empresa. La electricidad en el país era algo muy serio por lo que nos lo tomábamos de manera personal. —¿Viste como te miraba Eiza? Esa mujer siempre ha estado enamorada de ti— dijo Thomas repentinamente. —¿Estas loco? Claro que no, solo hablo conmigo como lo hubiera hecho con alguien más— Le respondí asombrado por su comentario. —Jacob esa mujer cada vez que te ve babea, así que créeme cuando te lo digo, el problema de todo esto es que siempre has tenido solamente ojos para Julieta— Respondió. —Es que Julieta es la mujer que amo, en ella es en quien debería de fijarme— Le respondí. No voy a negar que las palabras de Thomas me dejaron pensativo. Además me sentía enojado con Julieta e incluso conmigo mismo por no saber manejar las situaciones de nuestra vida laboral.
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